lunes, 27 de diciembre de 2010

Paco y Luis.

Después de tanto tiempo el reunirnos hubiera parecido una labor titánica, sin embargo, bastó una llamada que se propagó como virus para que todos, menos Paco, quien no recibió la llamada, por fin fuéramos puntuales. Pero ahí estábamos, como en los buenos tiempos.

A Paco se le quería mucho al igual que a Luis su hermano, sin embargo Paco siempre había sido el impuntual de los impuntuales, se salvaba de nuestros regaños porque siempre llevaba a flor de labio una increíble y divertida historia para justificar sus retrasos.
En esa reunión el único que se veía extraño era Luis, quien a su vez era el de mejor manufactura de los dos hijos que conformaban su familia.

Ese día Luis, con un llanto autentico, me dijo que envidiaba a Paco aún cuando a Paco lo hubiera despedazado la noche anterior, en un brutal choque, un camión de valores y lo estuviéramos, de cuerpo presente, o lo que quedaba de él, velando.

Me explicó que le hubiera gustado ir en el auto con su hermano y haber muerto de una vez, así, sin sentir nada, ya que no se le hacía justo estar en el velorio sintiendo en carne propia el dolor de sus padres, me dijo que era la peor chigadera del mundo verlos sufrir por la muerte de un hijo pudiendo llorar de un jalon la de los dos, ya que a él, por culpa de la leucemia, le quedaba, acaso y con suerte, dos meses de vida.

Gayo. 27.12.10 recordado, sencillamente recordando.
Nota el verdadero nombre de Luis era Tsuyoshi, no me preg
unten el porqué.

domingo, 26 de diciembre de 2010

Me vengo

Puede vivir escondido atrás de tu silencio
o dentro de la caracola rosa donde te guardé
mi aliento por si te llegaban días de hambre,
echado sobre una duna blanca en alguna de las playas
que fuiste a buscar, pues alegabas que desde ahí
el horizonte mar no tiene fallas,
debajo de tu colcha de figura de animal
donde te dices fiero y
en donde perjuras que te basta invocar a Onán
para mentirte que ésa caricia tuya es vasta para
sacias tus ganas de las ganas de mi alma.

Cada quien se esconde donde puede de sus penas,
de los dislates de su alma o
de los fantasmas inducidos y anacrónicos,
sólo uno sabe que tan fieras suelen ser sus hordas de cangrejos.

Yo que afortunado soy de ser un previsor
de asuntos para el alma, escogí rincones secretos
para esconderme cuando no estuvieras más y
el viento no trajera hasta mí vestigios de tu aliento, y
tú que eres de intuir ya debes de saberlo.

Me escondí ahí en la parte de tu cuerpo donde
nace la manzana, por si otro beso azuza en ti la flama de las ganas,
me guardé en los nidos de tus antebrazos nada más para reír
cuando otros dedos intentaran una amantísima caricia y
tú se la frustraras con una carcajada,

me guardé en los cuencos de tu cuerpo para estar si duda en ti;
en cada ajeno embate, en cada húmeda y viperina lengua,
en cada mirada a otro cuerpo que te prenda y
te haga morder los labios para no evidenciar que
estando ahí, está tu cuerpo, pero en mí tu alma,
en tu tafanario no mi amor, porque ahí me gana
el descontrol y si me vengo, y
tú sabes que jamás he disfrutado la venganza.

Puedes pues, príncipe de silencio en guerra,
esconderte atrás de de donde quieras,
yo estaré, ahí y aquí por ti, esperando que lo entiendas.

Gayo. en una tarde en donde los rastros del cordero son tan fuertes en mí, como su huella.

Bien pendejo

Casi dos años mordiendo tu silencio,
especulando sobre si aún recuerdas como yo
el acento de la voz que puse en prenda
de mi amor
en esa caracola rosa,
maldiciendo a la moral que te inculcaron
los arcaicos mercenarios de la voz del ultimo profeta y
que te hicieron hacerte ojo de hormiga,
borrarte de los mapas,
hacerte agua pasada,

maldiciendo las distancias y fronteras y
temblando de emoción al ver los rulos
de otra espalda en cualquier esquina confundiendo
mi deseo de tomarla con mis manos y
de nuevo verte en ella y no verte,
visitando las boticas mas ancianas
en busca de jarabes o remedios que me pierdan
con sopor de los vestigios de tu aliento.

Tanto y
tanto tiempo inaugurándote a diario un poema
de desprecio
sin poder pasar del primer verso en donde me desprecio
por querer prender los cirios y
al final de un rezo hacerte el duelo,
jurándome,
mintiéndome que de ti ya he sanado
aunque nunca olvidaré tu acento provinciano y,

entonces tú,
no sé porqué ni para qué,
te agarras del valor que no tuviste
para hace destino a mi lado,
te muerdes con denuedo un labio,
la playera, un huevo, la moral y
masticas los infundíos que te inculcaron
los mayores de tu tribu y
que dicen que el amor jamás se da entre manzanas, y

me hablas, y
descubro que aun de ti estoy enfermo,
que aun me sé el acento del sisear de tu palabra, y
me siento en la banqueta para no caer mareado y
te recito sin dejarte hablar, dos años completos de palabras, y
al colgar vomito y
la mirada se me cristaliza, tiemblo,
quedo mudo, más que mudo hecho un pendejo;
ay Jesús, ¿qué querías decirme?

Gayo.24.12.10 en una tarde de 24 diciembre en la que ya he cortado el romero para el cordero, ya hay pan, sal y vino sobre la mesa como cada tarde por si alguien viene, ya pedí al Don que perdone los pecados que me cometieron y ya le pregunté de nuevo irreverente; ¿Porqué sólo esta noche?, ¿Qué acaso no nacen jesúses cada tarde, cada noche, todos los mañanas?

Principiando

Hay veces que engancharte de la espalda
usando las interrogantes
cual si fueras res en el canal no es suficiente
para que la libido se quede lívido cual cirio fantasmal y
comience a olvidarme de tus fuegos de artificio.
Hay veces que no basta con abrirte en dos
con el filo de un paréntesis y
explicarme que la carne sólo es piel y músculo y
que sin alma como fue la tuya no merece
el insomnio por el día al soñar los sueños de a de veras.

Hay veces que no alcanza el ayuno de tu piel de miel
ni del jarabe de ese tu mirar tan dulce para aminorar
el empalago de mi boca ni el dolor de cada una de sus caries,
hay veces que el vomitar tu piel de leche con mis letras
no me calma,
no me dice nada,
no atenúa tu partida ni me llega la esperanzas
de que dos puntos suspensivos le precedan
como hormigas a tu acido silencio.

Hay veces que el había una vez del cuento
sabe sólo a que azul celeste es tan sólo cyan y blanco y
no el color del príncipe del viento, y
me sabe a farsa,
a mentira y como tal la miro y razono y
me siento a escribirte de una vez y
para siempre que hay veces que ya sé, caramelito,
cual es la formula remedio para encerrarte en el olvido.

Gayo. 22.12.10 en una tarde en que rumiar no es suficiente,

lunes, 20 de diciembre de 2010

Fantaseando

Todo era y fuimos fantasía cariño,
éramos las paginas de la mitad de un cuento de ilusiones,
cosas del lenguaje de la piel y
sus perversas sensaciones,
nada serio,
nada de mortal sentencia,
nada que infectara de verdad la verdad del para siempre.

Tal vez sólo sea el fantasma
del que hablas cuando sueñas en voz alta
aquella imagen fija
que tuviste al ver palidecer cual cirio blanco
al cielo raso mientras con mi piel cubría la tuya y
las blancas sábanas nos descubrían al ondear
como si del bao del bajel que fue ésa cama
fueran trapo la tarde en que los tres tres;
tu piel que era mía, la mía que fue tuya y
la piel sábana del lecho flotaban sin saber que afuera y
muy arriba,
la luna se sabía tanta luna,
engalanaba al cielo como tanta luna,
que de tanto que era y se sentía aprendimos de ella,
de la piel del tálamo y la nuestra,
que hay fantasías que por mucho son más verdaderas,
que la realidad, caricia mía, que la realidad completa.

Gayo.20.12.10 en una tarde tibia en que la piel se eriza y pide a gritos aquella piel que se sabía a tanto a almíbar, que sabía a tanta miel, que aun no termina por ser recuerdo, o sencillamente hiel.

Relative ando

Esa tarde en el hostal de paso
que debió de ser de fijo hizo mucho frío,
era tanto que no cupo en mis angustias y
se me escapó del cuerpo a helar los rastros
de tu espalda cuando te marchaste,

¿hace cuantos versos que te fuiste?
¿hace cuantas pieles relativas han pasado
por tus manos recordándote la mía?

La tarde
en que la tarde fue de piel y no relatividad parte del tiempo
copuló con la esperanza, con la mía,
ah, bella tarde, y con tu; ya es tarde, te regalo los recuerdos
¿botaste mi moral junto a la ropa o la guardaste
en el cajón como te dije? ¡Dime donde!, tengo prisa, ya es tarde y
me regreso con mi tribu.

¿Sabes? aún te llevo en las cosas relativas a la mente,
sin embargo sé, que si el corazón entendiera de razones
hace muchos versos luz que ya serías culto anacrónico y pasado.

Gayo. 19.12.10 en una tarde en la que las palabras todas me saben a sus palabras cual la borra de carnada con la que pesqué como anzuelo, de la fosa, bella fosa que es su ombligo, su olvido.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Re cuerdeando

Han pasado otros cuerpos por la habitación
de paso
donde el paso de otro tiempo al que no pertenecíamos
se ha quedado ciego,
se ha quedado mudo,
se ha quedado invalido de versos
al perderse entre los ruidos de otros verbos,
entre los esgrimas chatos de una sola espada,
en los recuerdos finos como aurora de tu espalda.
Se han posado otros seres en el tálamo
al que bendecimos al crucificarnos
con amor en paralelo,
con pasión de dos en uno,
con humedad que a ríos sobre la piel formaron
sólo sales,
un océano,
ríos de sueños.
Han dormido y no dormido en esa cama otros fríos
que se han muerto tiritando en la ducha sin mis brazos,
sin poesía del artesano de calor que fui contigo,
con la indiferencia del parpadear de la persiana
que se clausuró de luna llena y
de luciérnagas que iluminaron nuestros cielos cual luceros.
Han pasado otros cuerpos que no tiene nada que ver
con el recuerdo de tus pecas y lunares
ni de mí ni de mi absurda forma de adorarles,
cuerpos que no hicieron como yo,
por no saber como se hace de un cuerpo,
cartas, cartas de bóvedas astrales.
cuerpos que se desnudaron de la ropa, y no sé,
tal vez también como nosotros, de prejuicios y
y anacrónicas morales.
Se han cansado de esperarnos y
vendieron mi mejor recuerdo al mejor postor,
con todo y el escenario.


Gayo. 16.12.10 en una tarde recuerdeando un hostal de paso que debió de ser de fijo, pues cuando ahí morábamos, moraba con nosotros la luna, los luceros, millones de fuegos de artificio, y curiosamente triste en un rincón, la felicidad de paso.

Siempre ganas

Hay días en que sé que nada es cierto,
que no se puede,
que tal vez nunca se pudo y
vivo en un anticipo de recuerdos,

hay tardes que se llenan de tu piel y
de mis ganas de tenerte,
de toda mi imaginación volando en pleno y
de sentir a una cuarta de distancia
tus años de miel y leche
en mis dedos mi pecado de cordero,

tus axilas nidos de mis manos y
tu vientre en movimiento
sorteando gravedad sobre la sábana,
mis manos estirando las y griegas de tu cuerpo,
tocando tus rodillas castañuelas y
la almohada besándote los labios y
bebiendo tus gemidos,

la carne envuelta en carne cociéndose en sus jugos y
jugar sobre la plaza de tu espalda a
trenzar con tus cabellos la cuerda del cadalso y
declarar beligerancia y paz midiendo tu respiración
como entretiempo
hasta que la fuerza de mi cuerpo
obligue al armisticio de tu cuerpo.

Gayo. 14.12.10 en una tarde en que las ganas de ver ondear unas sábanas blancas sobre la cama son tantas como tantas blancas sábanas ondearon el día en que la luna se sabía de miel.

martes, 14 de diciembre de 2010

Tarde ando

La tarde llora, sufre,
se cubre los ojos cada noche al escuchar
gemir al cielo por su luna,
media luna,
sin su luna,
por la oscuridad que queda y
le provoca en la garganta espasmos y
dolores,
por la envidia y
los celos de luceros,
de perversos sueños,
de besos ligeros que se cuelgan de ilaciones,
de promesas,
de verbos y
pestañas en lo oscuro de los tendederos.
La tarde una tarde fue de carne y
al caer las noches de rodillas
probó sus novilunios,
sus plenilunios,
de sus lunas de miel,
de hiel,
de cera y de hielo.
La tarde ahora envidia colmillos,
garras,
uñas y
rasgarle piel y mugre al celaje.
La tarde añora su razón y
odia los crepúsculos,
extraña ser mañana,
extraña ser más tarde.

Gayo. en una tarde en la que todo se hace tarde con eterna parsimonia.

sábado, 11 de diciembre de 2010

Adviento

Si por una vez en este adviento
cerráramos ferreterías y
carpinterías y
encerramos sólo unos días a los animales
para que abrevaran de la envidia y
respondan de sus culpas gritándole al cayado y
el milagro de los peces fuese un milagro diario o
tan común como el beber del vino que no hace milagros y
abriésemos los ojos y
mirásemos que a las manos le va mejor un apretón
que un estigma y
que al agua con vinagre fuese de uso corriente
para aprender a pasar lo acido tan bien como lo dulce y
el agua salada fuera la salmuera de la cena y
no cristales de los ojos que se enconan en el alma y
el sambenito dijera; aleluya ha bajado del palo horizontal
sin un rasguño en el costado y
camina sobre pasto y
ha recuperado del purpurado el verbo
que le ha sido secuestrado y
no le temen sus hermanos y
se ve tan joven, tan creyente de lo humano.

Si por una vez en este adviento
supiéramos que el viento es el motor de vida y
que sólo somos semilla de semilla iguales
unos que los otros y
el polvo no nos diera miedo y
previniéramos en el cajón nuestra mortaja y
al cerrar la caja de carton y
fuese un listón y
no unos clavos la que la cerraran,
quizá entonces nos miráramos para la tierra,
tranquilos,
plenos, tal como regalo.

Gayo. 08.12.10 amen.

Es que…

No es lo mismo aunque lo sea, el cielo negro de obsidiana
con sus brillos de luceros o los luceros dando pena
recogiéndose los hombros como lágrimas en gotas
que un cielo oscuro transparente y
sin nubes en donde se muestran como siempre las estrellas.

No es lo mismo las gotas de la mar de mis angustias
escurriéndole a mi vida, o tus labios de navaja
brillando en mi memoria confundida, que el llanto llano y
seco que escurre en las mejillas cuando recuerdo
tu sonrisa curva como garra, como garfio, como amarras,
como carnada para cada sueño vivo.

No es lo mismo la poesía o la vida misma sin la misma, ni
los suspiros que al fin y al cabo sólo son de aire, ni
la vida tú conmigo, que tú allá con mi vida en tu ombligo,
que ser yo ahora pan antiguo en el diario de tu mesa,
que de nuevo ser sólo, solo harina.


Gayo . .10.12.10 en una tarde tan fría que se le mira el rostro blanco como harina, amasándome un futuro con olor a pan y buenos días.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Interrogantes

¿Qué de malo hay en el regarle a tus espaldas
los surcos y laderas a tu pecho y
esperar con ello que te surja otro rincón,
humo en las axilas, una escalera más para mis dedos,
un nuevo pasillo, otra encrucijada
que me sepa a atajo a tu alma?

¿Qué de malo hay en la humedad
que dejas con tu vaho en mi bao
serpiente absuelta de nuez y de manzana?

¿Qué tan malo puede ser el entregar el ser
bajo la complicidad del guiño de persianas y
que sea la muda luna quien le ponga color a tu zalea
mientras los nervios nos estallan entre fuegos de artificio?

¿Qué de malo hay que a tus espaldas le mienta
a la verdad diciendo que por ti y en ti no sienta nada?

Gayo. 08.12.10 en una tarde pensando como pagaré el teléfono y qué haré con las cuentas por saladar que se quedaron en la mente como mugre entre las uñas…

lunes, 6 de diciembre de 2010

Pensando

Príncipe de azul de cuentos para niños
corazón papel cuché con ilustraciones de fantasmas,
para morir de ti me sobra vida,
he de saltar la verja a mirar los otros prados y
a saldar las cuentas olvidando las sales
con las que endulzaste el te y el pan de caja.

Bajé cuando subía la marea y me ahogué entre las hieles,
fui al bautismo a tu cuesta arriba creyendo
que tu ombligo era el atajo a tus labios
y tus labios al sendero de tu alma.

Ahora que lo pienso en seco y que la humedad
es costra blanca en la cremallera y
que el uno y uno sumó uno y no futuro, y
que por las noches tu piel de humo
hace goteras en el cielo raso junto a su ombligo la bombilla,
sé que no debí quererte más que en ese instante y
no más en los mañanas que me quedo en la cama
más de lo que debo, más de lo que pago,
sé que no debí entender tu mirada verde acertijo
y si dejarle a tu paso hacer la broma del agua entre las manos.

Gayo.06.12.10 acá en una tarde pilateandome las manos hasta que queden limpias de piel y huellas de almas chocarreras, y amandote Jesús, amandote

domingo, 5 de diciembre de 2010

Vícti meando me

Fui la víctima de atar en tu pasado,
el beneficiario de quedarme
con lo que se siente darte un beso y
quedar sobreviviente casi vivo
casi muerto,
completo el heredero de lo que quedó
pendiente entre los sueños de soñarse y
los sueños de a de veras,
el guardián de la puerta en la estación
donde se aparea la obsesión con la esperanza.

Fui el loco de atar que ahora que ha madurado
es el loco de la inmadurez de haberte amado.

Soy el tipo que sobre otras pieles extraña
las distancias contadas con la cuartas de las manos que,
aunque al terminar la auscultación en braile aplauden,
no cuentan con exactitud las caricias que dejé
en tu espinazo mi astracán cordero céfiro de mis suspiros.

Soy el sacrificio en tu pasado que no entiende
lo extraño de extrañarte en el presente y a futuro,
el loco que sanó al entenderte las razones,
pero que aún no cura del todo de la insensatez
de la verdad de tus pasiones.

Gayo. 05.12.10 en una tarde loca, según sus razones, en la que asfixia con el calor del asfalto y donde hiela la razón debajo de las sombras.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Merengue ando

No lamento el haber escrito
en tu espalda ese verso que se escribió
con tinta blanca a pesar de la complejidad
que había en las vértebras
de tu columna salpicones de merengue,
de los abismos de mi mente que se extraviaban
con mi vista navegando por los rulos de tu nuca
entre tu sima y el nadir de mis pasiones,
olfateando tu cuello que se derramaba
de bendita sal en forma de gotitas de sudores.

De ello no lamento más que los lamentos
-y sólo por broma-
de mi boca al sentir tus labios de carnada
sucumbiendo en el anzuelo garfio de mi carne,
lamento no haber sido una fiera como fiera era tu mirada
que después de desnudar mis carnes
no subía o bajaba del meridiano debajo de mi ombligo,
lamento, príncipe de mi ego,
no haberlo copiado entre mis piernas
para leerlo y releerlo y
saborear y
saborearte el recuerdo piel cordero.

Sé que no sabes de lo que hablo,
pues tu espalda está vetada a tu mirada
como están vetadas las caricias de mis dedos
con la salvajada que impusiste con la infeliz distancia,
pero mira,
hoy me siento digno y
quiero que regrese a mi feudo ese verso,
hagamos una cita y
si leo que lo escrito ya se encuentra como escombro,
lo escribo de nuevo, o dime caramelo;
¿Crees qué tu piel color venera peregrina no soporte más mis tintas?

Gayo. 3.12.10 en una caída de noche con todo su estruendo, tapándome los ojos para no escuchar al cielo gemir por su falta de luna, para no verlo negro, solo, oscuro sin un lucero que le comprenda.

Pasiviando

Cuanto dolo vive en el morirme
a rabiar en la pasividad de tus piernitas
de senderos cuando al pedido de mis manos
se bifurcan y
sus entre veras acarician mis mejillas
cuando voy de misionero a
rendirte pleitesía en la ermita de tu alma.
Que placer cuando haces gala de tu pecho como fuelle
cerca de mi frente, valle de volcanes fracasados…
que serenidad,
cuanto piélago en calma cuando te conviertes
en la sal y aguas de mis peces,
cuanta paz de campo beato piel de mis demonios
cuando sin chistar te sacrificas por placer
ante los designios de mis escandalosos desenfrenos,
cuan pasivo es tu cuerpo con el mío cuando adivinas
con vientos y mareas de tormenta
que esta noche aquí en el lecho quiero ser tu emperador,
sólo tu dueño en tu mente y
no de tus feroces convulsiones emulo de Eros.

Cuánto dolo hay en mi querer de ti respuestas
de cerril actividad con cada hueso,
en los milagros de tus labios,
en la contrición de tus deseos y
en la contracción de cada músculo.
Pero en tu voluntad pasividad completa,
majestad , claro, sólo con tu venia …

Gayo. 04.12.10 en una tarde sabineándome la vida de nuevo y haciendo de una vez barquitos de papel para la temporada de lluvias….

viernes, 3 de diciembre de 2010

Con jurando

si la vida se sostiene por instantes y
un instante es el momento de existir,
si tu vida es otro instante,
no comprendo; tantos siglos, tantos mundos,
tanto espacio… y coincidir
Silvio Rodríguez


Así como los estigmas de tus manos
alejaron bien
en nuestro querido tiempo las ganas
de otras manos,
las ganas de curar mi cicatriz
con otros dedos,
el placer de perfumar mi aliento
con la rosa de otros vientos y
la intrepidez de querer explorar
rincones olvidados
en los sures o los nortes de otros cuerpos,
también,
el bautismo de tus sales en mi pecho
ha construido maravillas con el tiempo y el olvido,
la mesa, por lo menos, terrón de plenilunio
se conforma ya de tu siniestra ausencia y
en la ante cama el caos y
el desorden del flagelo que le infringíamos
al piso con tu ropa y con la mía
es histeria añeja,
es antigua historia,
acaso reflexión moderna,
pero la fotografía, caramelo,
esa con nuestras horizontales y desnudas risas,
hoy conjura atesorada debajo
de la almohada
cualquier intento de soñar con buenos sueños.

Gayo. 3.12.10 en una tarde dándole gracias a Dios de haber coincidido contigo Jesús

jueves, 2 de diciembre de 2010

Hablando en serio

Cómo quieres que te diga que te amo
si al mirarte sé qué lo qué diga
romperá la magia del bello silencio
que hay en el mirarme en tus pupilas,
cómo quieres qué te diga algo
si al andar a tu costado
pierdo el habla al mirar la luz de tu palabra
cuando sale de tus labios y
mi lengua sabe a cristales rotos
que podrían formar espejos y
el intento de decirte todo quedaría en la redundancia
que existe en silencio de no saber decirte nada,
qué te digo si al saber que estoy contigo
me haces tanta falta que me falta la palabra
para agradecerle al silencio que no escuches el crujir
de éste mi glande que también te ama.
Creí qué escuchabas los brincos de mi pecho y
que con eso era bastante,
torpe soy amor de la palabra,
torpe soy de los acentos y
de los puntos y las comas,
pero, mira, hablo en serio,
dime; ¿cómo quieres que te diga que te amo?

Gayo. 2.12.10 en una tarde como la de ayer y las de siempre; extrañándote Jesús

Circuleando

Ahora que no estas conmigo
no puedo dejar de pensar
lo que es de ti cuando mis manos,
mis ganas y
mi alma se atoran con el tiempo de ocio
que antes era en tu empeño, y
te hablaba, y
te miraba, y
te tenía, y
te adoraba y
solo pensaba en ti, y sólo pensaba en ti.
Ahora, no lo digo a nadie más que al que me lee,
creo que soy el profesional de un circulo pendejo,
pues siendo objetivo,
estando tú en mí, pensaba en ti, y
estando tú en la punta del carajo sigo sin remedio,
pensando en ti.
Acaso tú me piensas o se te abre alguna impronta o
me miras como yo creo mirarte
en la espalda de un fulano extraño
que usa tu misma popular fragancia cuando pasa a mi lado, o
das vuelta a tu cabeza como yo lo hago con la mía
cuando al sonar una lejana nota,
un silbido,
una mentada en santa madre,
me recuerda el día que con tu mirar en mi mirada
le doraste la mirada al sol con tus destellos.
¿Qué estarás haciendo allá debajo de las nubes,
aún serán las de mi humo donde se cobijan
los cielos de tus sueños?
¿Ya te habrás dejado preso por el alfa o el omega
de aquella jauría en celo que celaba mi cabeza
cuando tu tiempo era mi tiempo y
los pequeños intermedios nos sabían a viceversa?
¿Ya te habrá visto como yo, otra victima atar
los cordeles de los tenis tres minutos antes de pararte,
salir y
cerrar la puerta tras tu espalda dejando
atras el alma del que queda arrumbado en la cama?.
Carambas, soy profesional sin duda
del circulo perfecto,
pues no dejo de pensar en ti, y
carajos, tampoco, como cuando estabas,
no puedo pensar en mi.

Gayo. 3.12.10 en una tarde hermosa, después de una hora a solas con el psicólogo, descubriendo que tú sólo eras obsesión, y yo sólo un obseso.

Luz y Fer

Vamos a prenderle fuego
a las garitas y
a meter en un sobre amarillo las distancias,
hagamos puerto en tu espalda libre de frontera y
dejemos que sobre tus bellas blancas nalgas
surque la poesía,
yo la escribo terrón de luna caramelo,
tú le pones con tus faltas de geografía
los acentos;
unos que miren hacia el norte y
que bésén,
otros que cierren sus ójós de perversos jueces, y
algunos otros que se aniden
en los sures de rincones casi descubiertos.
Vamos caramelo a prender cabello y vello
con las manos de gusanos,
con lombrices que repten y
humedezcan,
que se aviven y
penetren por la dermis hasta que de médula se atasquen,
vamos, anda, anímate,
toquemos pezones y
tambores,
dianas con las puntas de saetas,
escribámonos en las piernas
la señal de la serpiente y
junto al corazón un manzana,
prendamos fuego a las fronteras,
¡fuego a las gargantas! y
timbremos el sobre amarillo
en dirección a la chingada, y, después despacio,
preñemos a la Luz para que tenga un hijo
al que el agua lo bautice como Fer,
total, lo escrito, son sólo cuentos de moral,
atrapados entre las fronteras


Gayo. 01.12.10 en una tarde no muy bella, por fin entendiendo la recomendación de mi psicólogo de ir a ver a su psiquiatra, iré, total.
en una tarde cualquierando los recuerdos, sin café, pero con encendedor y entre mis dedos un rubio de tripas como aserrín. Esperando la salida de la madre luna a la que el señor, por móndriga, le ha borrado un cachetito.

Gorroneando

Me gusta el canto, gorrión de bellas alas,
del timbre de tu puerta que
incomoda las altas entrañas de mi pecho.
Me gusta el agudo dolorcito
de la incertidumbre de que no te encuentres,
pues placer que se posterga,
más placer entrega cuando te me entregas.
Me gusta el aleteo alas de ángel,
del gorrión que eres cuando cantas,
que tu canto es dolorcito fino que se queda
retumbando entre mis sienes, cuando
cuerdo no te encuentras, ahí revolando,
entre mi pecho y mis cariños.
Me gustas tú porque incomodas dulce mi existencia,
me gusta tu aleteo lindo de inocencia y
la mayúscula experiencia que ya tienes
de arañar volando, los fondos de mi pecho,
caramelo, gorrión de alas de ángel,

Gayo. 1.12.10 en una tarde, no muy bella, meditando y sobre todo tratando de entender en el porqué mi psicólogo me recomendó a su psiquiatra.

Ojaleando

Hay veces que no basta hacerse el fuerte
con el pretexto del nudo en la garganta y
la oración por lo bajito al alto cielo.
No, no me basta con escribirte a veces y
tratar de terminar el duelo con un gracias hasta pronto y
después quemar lo escrito, y
mirar al cielo y
tragar candela o masa o mierda y
llenar con ello el pecho abierto de los sacrificios.
Hay veces que basta con esas metáforas
que hablan de partir en dos el corazón y
querer hacerlo real en un descaro de a de veras y
sentir la punta del puñal en carne viva y
sentir la sangre, y
sentir que muero sin reservas, y
sentir lo imposible, que seas tú por mi quien casi muera, y
después casi cobarde pedir que se haga realidad
un ojalá con una mano casi con tus dedos,
con unos ojos que me miren casi verdes como tu mirada,
con unas piernas tuyas-mías de y griega casi abajo de mi ombligo,
con una piel de astracán tuya casi mi cordero en mis manos,
en mi caza en mi puerta presa mía,
en mi casa templo para orarte tiempo para orates
de un casi viento que te traiga a mis brazos ojalá en un descuido casi tuyo,
en un casi tú a veces aunque ya no sea lo mismo.

Hay veces que hacerse el fuerte sólo es muestra
del desorden que se tiene, del despojo que dejaste,
del casi creer en los pecados de nuez o de manzana, y
del sentir que a solas nada llena, nada basta.

Gayo. acá nada mas viendo que cuando se ojaléa, la realidad es más ladrona, pinche perra.

1 de diciembre…

La muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti. John Donne,

Cómo quisiera decirte que por ti por fin se asfaltan las aceras,
que a cada farol le han puesto su pantalla,
que se adoctrina con suma tolerancia e
inteligencia en las escuelas,
que se mira bien que el padre de la casa o
del convento le regale protección a quien lo pide,
a quien lo busca,
a quien por inexperiencia está completamente expuesto.
Pero todo sigue igual,
las noches caen con su mismo estruendo a sus mismas horas,
con su misma luna,
con cada uno de sus bellos luceros,
con el cirio encendido a tu memoria
el día en que cada mes recuerda tu memoria.
Cómo quisiera poder comerme los ojos y
el corazón y terminar con ello de una vez por todas
esto de mirarte inocente,
de dejar de ver que te contaminaste
porque ibas con tus ojos encantados de buscar el sexo,
de buscar pasiones,
de buscar en la cara del azar el reto,
de jugarle al vivo a la estadística del muerto,
salud por medio de una inyección de vida o
vida en una transfusión de semen.
Cómo me gustaría decirte que el día aquel
que me guiñaste el ojo dejé pasar de largo
el rato de placer que me ofrecías porque
sólo había amor, pero no suficientes garantías,
que el uno de diciembre se escribirán poema
sin hablar de intolerancia ni de muerte,
festejando esperanzas con el corazón
abierto aunque le entre frío.
Cómo quisiera decirte que encontraron
la vacuna en contra de las caries y
la del cáncer y
la de la maldita enfermedad que atenta
en contra de algunos desenlaces de la calentura,
de la pasión,
del desenfreno y
hasta del amor entre célibe y virgen.
Pero todo sigue como sigue;
a tus calles les han hecho cirugía y
les cubren sus postes de besarse en clandestino o con permiso
con pósters de publicidad del un día más de no hacer lo suficiente,
los cubren con esparadrapos, pues la pena es harta
pero ya lo sabes, el cinismo es lo que gana y pregonan
que medios para maquillar sus cifras si existen,
que cifras para minimizar el daño es lo que abunda,
que se marcha bien en los laboratorios en contra de la gripe,
que lo creas o no, la batalla en contra de una influenza inventada
se ganó porque los gerentes de la tierra
nuevamente se empolvaron bien las manos
¿con qué se lava la mentira, con que se traga el engaño?
Cómo quisiera decirte que te extraño
aunque nunca haya tenido el gusto de estrechar tu mano, y
que se está aprendiendo a no tirar la piedra o
por lo menos a no ocultar la mano,
decirte que no del corazón de todos has sido dado de baja,
que no eres simple estadista,
que sólo fuiste una victima y que por ti,
por él,
por mi, y
por ellos que dicen que jamás tuvieron un desliz,
también doblan las campanas.

Gayo. 30.11.10 en una tarde sin mucho que decir, viendo que el uno de diciembre es el día internacional en contra del sida, enfermedad que atenta directamente a la intimidad del ser, sea lo que sea que haya hecho.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Creación o, vaya broma.

El señor creó al hombre a su indiscutible semejanza, lo dice el texto y hasta la palabra de los sacerdotes negros que la emplean cual si fuera marca registrada…

Bendita semejanza incluida en sus manos
que se atascan con el barro y
santiguan sus pecados de creación en una palangana,
sus pies que hacen camino dejando huella con sus pasos y
su paso en el cieno en donde nacieron los rosales
de Doña Guadalupe, y
en la frustración de quien no ha sido olvidado
pues tatuado se quedó su corazón en las paredes de un retrete,
los suspiros vientos de guadaña y
también todos sus sexos;
unos cóncavos otros convexos,
unos con clavos otros conversos,
uno para el otro y todos para uno,
el sexo en mano y volando no sé cuántos,
en el cenobio, en la garita, a oscuras a oscuritas,
sin cura, con curas y absoluciones alemanas.

Creó también dulces chabacanerías,
adioses cursis repetidos una y otra vez
por el temor de una vez largarse y
el adiós definitivo que es lo único
que en el amor no es cursi,
creó miradas recias como las de él, o cautas,
también brillantes cual luceros o atisbo de usurero,
transparentes felices en los ojos de los locos y
dementes en el ojo de los huracanes,
creó y
no por que él tuviera frío, sábanas de raso,
de punto de cruz, de animales con animalitos y
de piel heterodoxa.
Creó el señor la intimidad divina,
pues mientras el creaba a su creación no le gustaba
que nadie lo mirara,
que nadie le juzgara,
que nadie le dijera; esto más arriba aquello más abajo,
total, de su creación siempre pensó;
igualándole los medios valen madres los extremos, y
después su yerro; el libre albedrío,
que más que error fue una broma que se confundió
en el cerebro de su obra y que como ley de dijo;
“entendedlo todo con suma tolerancia, hacedlo con buen juicio”, y
su obra usando poco el cerebro y todo el albedrío comprendió;
¡Entendedlo!, a todo el que no comprendas,
hacedle un sumario juicio, no empleéis en nada a la tolerancia.

Gayo. 29.11.10 en una tarde beata entendiendo la creación desde el Evangelio escrito por un nobel portugués.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Acto original. Acto original.

Estaba apunto de iniciar su solitario acto cuando se dio cuenta de su error, jamás debió pensar en hacerlo en ese baño público. Total, unas cuadras más sólo harían representado una mancha en la bragueta, supo entonces, con un ahogado gemido, que debió esperar a llegar a casa y hacerlo con la debida calma.

Miró por sobre las paredes del W.C., no había nadie, aún así, gritar, no era nada propio, debía tomar la serenidad necesaria para terminar solo y en silencio lo que ya había comenzado.

Tomó mucha entereza, puso los ojos en blanco, una mano en el prepucio y otra en la cremallera, dio un fuerte jalón hacia abajo y otro despacio hacia arriba, gimió.

Listo, la cremallera se desatoró y la sin querer circuncisión estaba hecha, ahora sólo le quedaba llorar, limpiar la sangre y el dilema original que lo había llevado a ése lugar; ¿orinar o no orinar?


Gayo. en una tarde de calosfríos, quitándome la sudadera y poniéndola de nuevo, fumando y bebiendo coca Light, pensando y presumiendo que lo hago.

“Cualquierando”

Podría decir cualquiera
que sufro tus recuerdos,
que me hieren,
que provocan que me escurra espuma
por la boca con la rabia de los desconsuelos y
que lloré y
que gima y
que berree como cochino izado de la pata izquierda
al mirar la daga que ha de perforar la axila.
Cualquiera podría jurar con la derecha
sobre “Corazón diario de un niño”
a que bebo ron de caña y
no sangre de cristo en cada homilía, y
que salgo del encanto renegando porca vida,
mísero de mí,
maldita sea.
Cualquiera diría al leer las cosas que te escribo
que le haces falta a mis hormonas,
a mi cuerpo,
a mis ganas,
a mi alma, y
que el pelo largo,
cano y lacio es para ahorcarme
como un día sin juicio ni remedio
me colgué en la plaza de tu espalda
con los rulos de tu nuca,
que mi paso lento y
cojo es el pretexto de los años para caminar
despacio las calles donde no estuvimos,
las calles que maduran con el paso a paso de la urbe
que se ha hecho cirugía en los puentes,
en los parques,
en los cafecitos donde me abandono de mi ser,
fumo y te recuerdo.
Pero esto príncipe del feudo mar abierto
es un mito tan genial como el decir que aquel
que dice que te extraño es cabal en su cordura y
no un canalla vil, tipo cualquiera.

Gayo. 26.11.10 en una tarde cualquierando los recuerdos, sin café, pero con encendedor y entre mis dedos un rubio de tripas como aserrín. Esperando la salida de la madre luna a la que el señor, por móndriga, le ha borrado un cachetito.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Diana…

Lo que me mueve no es siempre el placer
de tu piel bajo mis dedos,
ni la humedad
de tus granados labios húmedos de miel avispa,
podría, eso sí, morir en el volar de tu mirada
de aceituna ahogada en su Martíni,
en un cerrar y
no abrir más los ojos después de la explosión
de las blancas pasiones,
quedarme tieso para siempre
en los aleluyas ya llegaste.

Sin embargo príncipe de chocolate
dueño del reino de mis cuentos,
lo mío tiene otro sentido,
otra dirección no sólo tus
sures moneda del azar y buena suerte,
lo mío es la perversión
de extrañarte en cada parpadeo,
es hacer el centro, caramelo de peluquería,
de tu corazón, la diana negra de mis más altas pasiones.

Gayo.24.11.10 en una tarde pasionaria, casi beata, viendo morir, por un lado al sol, mientras sin pena alguna, nacía la luna.

El sucio acto

Pensando en ya no hacerlo, pensando seriamente
en nunca más pecar ni trasgredir
las terrenas leyes llevando a cabo este sucio
y tan profano acto…


En este acto de prenderte lumbre y
consumir sin miramientos,
sin empacho,
sin piedad el interior de tu delgado cuerpo blanco,
con tus tripitas finas casi rubias como rulos de aserrín.
En éste religioso acto de llevarme tu cabeza
a la boca antes de lamer mis propios labios y
después besarla y
casi morderla, casi, y
suplir con ella el acto de mamar calostro
de las tetas de la progenitora.
En éste acto de prenderle fuego a tu cabeza,
a tu cuerpo inocente con mi fuego,
con mis manos,
a rodearte con mis dedos,
al acariciarte y
saber con ello que tú no tiene voluntad alguna y
darte una chupada y
otra hasta sentir la culpa de no protegerme y
llenarme de humo la cabeza con el remordimiento
de que tal vez por el acto de tenerte
después muera y después morir, y
hacerlo delicado y
jalarle fuerte y
no dejarte aunque ya casi no quedan por culpa de la ley
lugares libres para poder tenerte y
disfrutarte y
gozarte y
saber que ese impedimento nos orille
a hacer nuestro sucio, bochornoso y
detestable acto de fumar, en la calle...



Gayo.24.11.10 en una tarde fumando tabaco rubio y pensando en dejar de fumar o ¿qué pensabas?…ji ji

Nota 1. Fumar durante el embarazo disminuye la probabilidad e llevar el parto saludable a término.
Nota 2. Come frutas y verduras y no fumes cerca de menores de edad mentirosos, aunque ellos fumen, te pueden acusar de perversión de menores.
Nota 3. Fumar mantiene una mega industria con campesinos, obreros, oficinistas y millonarios.

Falsario.

Con los rulos de tu nuca en la plaza
de tu espalda,
con tu boca y la miel de tu avispero,
el la y griega y la latina,
en los juncos en cruz de un bajel
cubriéndose del viento, en el centro
de tus pechos huérfanos de jugo blanco,
en las cataratas golondrinas de una tarde
de mi otoño sobre blancas nubes arrugadas
que saben a verano,
que llueven a verano,
que se miran al ver/ano nadir de tus hermosas blancas nalgas,
que huelen a apenadas sábanas después revolcarnos
en los zumos de la emociones,
en la cara o cruz de una moneda que juraba
por la paz de su dominio
no ser juez,
ni canto,
ni parte,
ni jugara la rayuela por dinero y
hasta en la punta erecta del carajo
donde castigué mis sentimientos a galera.

Ay niño Jesús, a costa de mi fe en las costras
de tu blanca arena he perpetrado contra mí;
la condena en la voz del falsario traductor del ultimo profeta.


Gayo. 23.11.10 acá, en una tarde libre de pensamiento leyendo el diario .

lunes, 22 de noviembre de 2010

Suicidio consensuado.

En ese pescuezo tuyo
de garzón en temporada
caben mil suspiros,
con uno mas, los he contado,
tu pomar fermenta y
regala aromas que embriagan.

Piel de lija, liquida los callos de mis dedos
para que termine de una vez,
para que jamás te escriba.

Busca el mapa y tu sextante,
la estrella de tu norte la escondí
junto a la borra de mi ombligo,
hagámonos a la mareada veleando en tu mirada,
los juncos del bajel están en cruz cubriéndose del viento,
esperando el sacrifico de tus carnes
después del brindis de agua con vinagre.

Subamos al carajo príncipe de tierra firme,
yo ahí te beso,
tú aquí me besas, y
mientras llenas a morir
los estigmas de tus manos con acero,
yo me cuelgo, si te vale, de tu cuello.

Gayo. 22.11.10 en una tarde de coca light, recordando que jamás me he hecho al océano, pero viendo que las muescas de mi bote dicen que soy un viejo lobo aullándole a la mar. ¿Dónde están las olas? ¿Dónde la arena? ¿Dónde el puerto del faro seguro? ¿Dónde dejé mi chingado encendedor y los cigarros?

Aquí.

Sentado en los lindes del local y
la banqueta en donde la mala suerte me puso
como mercancía en botadero, y
en donde me fumo los ayeres en papel de arroz
encendido con los ayes entre las colillas de los Delicados,
celofán de caramelo arrumbado y uno que otro escupitajo,
mirando entre tinacos, cables, postes y
mis cataratas las demoradas golondrinas
de la temporada que como negros avioncitos
envía a la chingada el Señor con su ocio tan divino,
mirando y suspirando blancas nubes arrugadas
cual si fueran apenadas sábanas después de vernos
entregar el cuero al revolcarnos en los caldos de la emociones,
esperando que el medio día se haga tarde
para hacerle misa a tu recuerdo y después,
como siempre, colgar cual sacrificio
estas mis insulsas letras en el tendedero
donde ya no cuelgas la mirada.

Aquí, pasado amor de hoy y hasta mañana,
con los ojos entierrados, de repente clavados en la grava,
dibujo con la punta del zapato el andamio
que tomaste para desaparecer en cuerpo y alma, y
también para que el aire nunca olvide
tu nombre en el polvo, corazón de poca edad,
corazón de poca madre.


Gayo. 22.11.10 en un medio día, esperando a que el sol baje para picarle los ojos.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Uno.

Cuanto miedo queda
en uno
cuando uno
entiende el miedo de ahorcarse
con las agujetas de las botas que se ciñe
a los pies la obsesión que queda
sólo en uno,
cuando uno solo
entiende qué el otro; no quiso,
no mantuvo ganas, que pudo intentarlo y
a quien uno
en una, dos o muchas tonterías,
como el atosigar con las llamadas,
el trastocar la miel por hiel celando
hasta el polvo de la cursi luna,
el contar y
recontar migajas cual lunares haciendo creer
que el pecho,
la espalda,
unas bellas nalgas o
la piel entera era mejor diana que el alma
que también requiere de caricias y
de hacerle el sexo rabiándole a los dioses y
después cuando la vuelta es hacía otra mirada
se queda uno
inmerso en subjetividades comprendiendo,
uno solo,
que no supo,
según uno y
el otro, enamorar.

Me gustaría ser otro y
no uno y
decir que soy cobarde y
que tengo miedo de buscarte,
pero las medallas-cicatrices y
los hilos-canas-plata no me han dado suficiente inteligencia
para no soltarme del cadalso atado a los cordeles
anudados cual si el cogote fuera caja de regalo
a la manzana y
-y me suelto uno y otro día con su noche-
prefiero seguir de ti enamorado
en esta tarde con su luna llena,
tan blanca como la mácula de tu mirada,
recostadita la canalla, como un día tú en mi cama,
completamente azul celeste y
arropada por su cama luz cubierta por su nubes de cobija.

Gayo. 21.10.11 en una tarde con sus nubes arrugaditas como apenadas sábanas después de ver dos cuerpos revolcándose en la emociones. Mirando los últimos avioncitos de la temporada que como golondrinas demoradas envía el Señor en esta tarde de su divino ocio.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Alunado.

Curabas
con tus manos de gusanos
esta piel enferma de otoños
a la cual no le quedaba
más que ver doradas hojas
caer como piropos
alimento para nueva tierra,
removías con un dejo de anhelo
la tierra haciendo zanjas,
arabas con las uñas esta tez propensa
a los surcos y
movías mis amores,
casi toda la esperanza, y
fruncías el entrecejo exorcizando
seriedades de donde nacían
sonrisas como flores,
rociabas con trabajo de
sudores infructuosos de tus ojos
esta dermis,
esta piel,
este corazón donde
a pesar del casi invierno
me ajustaba a tus amores.


Gayo. 20.11.10 en una tarde con una luna llena tan blanca como la mácula de sus ojos, recostadita la canalla en su cama, ahora si que sí, completamente azul celeste.



.

Fino, salvajada.

Lo sé cariño, tal vez mi lenguaje no sea fino
como delgada y fina cual navaja era tu para mí adorada lengua,
ni despierte en pecho alguno pálpitos cual humedades
como despertaban tus palpitos deditos en el mío,
lo mío cariño, es como manchar con leche
el lienzo de la madre virgen
en el parque central de Tlaquepaque,
es como pisar boñiga con las suelas Prada
en el porche de de la casa de Jesús tu padre
junto al parque hundido en Zapopan mi provincianito lindo,
lo mío no era fino según tu apetecer lo confirmaba,
pero tus ojos verdes como te de hierbabuena
al mirar atrás de tu cerebro muy bien dejaban ver
en tu mirada blanca cuanto lo gozaban.

Y a la par tu actuar caramelito,
esa tu manera de fustigar la silla, el bajo pie de cama y
el suelo con la ropa,
la velocidad con que lo hacías hacía palidecer al mismo viento,
los embates de tu cuerpo al cabalgar
la cima del monte donde monta Venus me dejaba lacio,
seco, acaso dos ocasos menos de sudor secándose en la cama y
ese tu comer sobre la misma y
llenar las sábanas de tus migajas lunares de lucero,
tu humedecer de fuego y después de pena a las gotas de la ducha,
tus gemidos que rompían la barrera del sonido y
que hacían gruñir de espanto a las puertas de tu closet,
el silencio de tu boca que hacía temer por ti a la cínica mujer
que al día siguiente me servia dos desayunos y
miraba para un lado y
después lo hacía para el otro,
sonreía y decía;
¿sólo usted señor? ¿el provincianito huyó a su feudo como siempre?

Tal vez como dices tú lo mío no era fino,
ya no lo discuto,
pero lo tuyo desde tu llegada hasta tu partidas,
a fe completa, siempre fue una casi siempre hermosa salvajada.

Gayo.20.11.10 en una tarde adulteando inocentemente y preguntándome ¿Cuándo dicen que hubo revolución?

Teléfonos.

Esa tardenoche no había de donde sujetarse,
ni una aldaba,
ni una brocha,
ni un cable en donde
ahorcar el trapo de mis emociones cuando de forma tan salvaje
-ay, algunas de tu salvajadas eran muy hermosas-
a mansalva y
sin mirar el daño que le hiciste a mi futuro,
apagaste el celular dos segundos después
de que tus lágrimas secaran y justo uno antes de decir;
maldita sea, me dueles por que te amo, y
después la canallada; adiós.

Me gustaría saber, sólo por alimentar el ego, sí;
¿Aun recuerdas aquel encantado aldabón
de piel que tocabas para que bailaran
las culebras en su cesta?
¿Alguna vez te dije cuánto me importabas?
¿Aun recuerdas que era la botella de Aladino
de donde saqué el anillo quitapon
con el que te endulcé la esperaza aquella tardenoche
de sexo el hostal de media luna?

¿Hace cuántas cuentas de lavar las sábanas
en está inmortalidad que hasta ahora te regalo
dices que te ahogaste?

Pensé dejara atrás los lastres y
hacerme ligero a la mareada, pero no conté,
cariño infante de corveta,
los veintiocho cabalísticos malditos días de la luna,
ni con el maligno genio de la alta mar
que casi daba al traste con la nao,
tuve que llenar de mar con sal galeras y toneles
para hacerle contra y no hundirme,
vaya lastres, por fin sirvieron para algo.

Esa tardenoche no había luna y
si la había qué chingada importancia tiene ahora si
ahora curva como hoz del segador y
en seco se mira tan divina.
Me hubiera gustado que ese reclamo de la despedida
la hubieras hecho al teléfono de casa que tiene cable hasta la tuya,
me hubiera ahorrado la mareada ahorcando en ese instante,
cada duda, cada trapo.

Gayo. 19.11.20 en una tarde bella para trapear las despedidas, los recuerdos y pensar seriamente trapear el patio, al que ya le hace mucha falta.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Amasen, amásemos, amasando…

Naciste en parto bueno fecundado
por las mariposas de mi vientre,
por el polvo de sus aéreo finas alas de guadaña,
por el polen añejado en sus tan andadas patas.
Naciste de la escaramuza que se armó entre ellas
en el centro-diana del triangulo formado
entre pezones y ombligo, y
lentamente te acunaste en la obsesión de mi cerebro
que aun te canta,
que aun te arrulla,
que en las pinches noches te aúlla,
que aun platica con tu sombra y
triste aun desmiente el desliz perverso
que no entendí de tu palabra y
que desde antes de volverme ciego y loco era evidente.
Naciste, príncipe de pies de azúcar y
capa celofán azul celeste, en
la urgencia que tenía el corazón de
redimir por una vez, o dos, o tres o todas sus ingenuas y
entupidas carencias,
por la cándida exigencia que había en mí de
sentirme una vez, o dos o tres o
de una vez por siempre en brazos para siempre,
del poder dejar correr la vida entre tus ancas,
de ser sin pena el festín de cada noche en cada tuyo cumpledías,
del sentir que es absurdo el decir que la nostalgia
se sitúa entre la lágrima y la médula,
del por fin sentir, del al fin decir; vente aquí en mi pecho,
soltemos de la boca baba o seda y
seamos una vida llamada temporada una crisálida,
quién sabe y después de qué nuestro polvo sea lodo,
nos amasen nuevamente y nos amásemos de nuevo.

Gayo.18.11.10 descubriendo, en una tarde fría, que las tardes frías son tan cursis como la poesía, el enamoramiento, una cobija en las piernas mirando el firmamento o una rosa alevosamente aplastada entre la pagina 152 y la 153 del libro oficial del buró de la cabecera de la cama.

martes, 16 de noviembre de 2010

Interrogantes…

¿Hace cuántas sábanas, amor,
que no contamos cabras en los montes,
ni Venus monta a galope en los sueños de borregos,
ni contamos besos desalados esperando ser usados
en el filo de la almohada?
¿Hace cuánto qué el colchón
no se repara de nuestros reparos ni
contamos en susurros como cuento
el número de pasos por la piel orquestados
con los dedos ni el repaso del orgasmo,
ni encontramos entre el tableteo de la cama,
el suspiro de mi alma y el sonar de tu mirada el anagrama
que conforman esas dos palabras que escribí sobre tu pecho?

¿Hace cuanto tiempo que el tiempo
no se encuentra entre nosotros ni nosotros
nos contamos uno con el otro?.

Gayo. 16.11.10 en una tarde descubriendo que la estación del metro Etiopia ahora se llama Plaza de la transparencia. Dios, que cinismo de cínicos políticos.

martes, 9 de noviembre de 2010

Cursi

Debería haber ley contra perjuros y ligeros y
satanizar sin miramientos las estafas,
y erigir cual juez a un buen viejo
que nos diga y nos repita; no seas bruto,
nada de eso va en serio,
y mirar la luna como luna,
los suspiros como viento,
las arritmias como aviso para escoger doctor,
tierra y lapida o urna y flama eterna, y
ser justos con la emisión de palabrería
que abarata las palabras, y
al mirar la luna decir simplemente;
ella me recuerda tu persona, es linda, es hermosa
pero allá se queda, no hay suspiro que la baje,
ni promesa que la haga tuya, y
recargar a la pareja en el hombro y
musitarle al oído; si así lo aceptas,
adelante hagámonos pendejos un rato por la vida,
que tal vez eso de novio se divida en no vio y
aceptarse como dicta la naturaleza y
si uno es feo que lo digan, ¡que chingaos¡,
y si es bello; carne busco tu pecado, y
entonces, cuando las cartas estén sobre la mesa
coger como verdad a las falacias y
también a la gitana si está muy buena,
pero entender que en el noviazgo la palabra
es grácil y bella cual gacela escapando
de un jaguar dispuesto a perder la línea, y
entonces, todo dicho en orden, ya sabiendo
que en el enamoramiento todo metáfora,
entender que de ello, la partida duele cual mentira y
es lo único que nunca, nunca es cursi.

Gayo. 09.11.10 En una tarde sin cucarachas, cursilereando y diciéndome; carajos, porque no había viejos a mi lado para que me dieran la doctrina

lunes, 8 de noviembre de 2010

Las cosas para lo que son.

Lo ví justo al aventar la segunda bolsa de los estragos de la farra nocturna, ahí estaba, soportando todo el ocio de su media hora de descanso, cargando el destino de sus profesionales y hermosos 13 años, sentado en la parte más profunda del camión de recolección de basuras. Sus ojos negros, decorados por sus rizadas pestañas embellecían sus hundidos pómulos que semejaban dos enormes platos anoréxicos de sopa, su rostro y sus bracitos hacía tiempo que ya habían sido morenados a punto de chocolate por el sol que a plomo caía sobre su humanidad todo el santo día.
Todo él estaba curtido por el viento, por el frío y la indiferencia de la gente. Su cabello danzaba cada vez que volteaba como hidra peinada por las inclemencias heredadas, y en su mano, en su mano un lipstick color cereza con el que tierna y coquetamente, mas que pintar, grafiteaba sus labios pálidos que contrastaban con la mácula blanca de su mirada.

Lo miré fijamente, no por cuestionarlo, pero sí porque era, en ese su mundo, una hermosa postal surrealista, me miró un poco sacado de onda mientras daba el último retoque de cereza a la boca. Estirando su delgadito bracito esgrimió como espada el lipstick hacia mi cara y dijo; ¿para esto es, verdad?, nervioso le respondí que sí, que para ello era, entonce me miró fijamente de manera cachonda y con su voz que apenas le había cambiado de niño a hombre y de manera seductora me dijo: entonces que chingada madre me vé, las cosas para lo que son, ¿o no?.


Gayo. 08.11.10 En una tarde después de apachurra a una cucaracha gay, ¿qué cómo supe que era gay?, fue sencillo, estaba saliendo del closet.
Pd; que conste, la apachurré por cucaracha, por ningún otro motivo.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Ojalá

Ojalá los recuerdos se dignaran a llevar un orden, alfabético quizás, y comenzar con antes de ti para decirte que lo pasado, contigo, perdió todo sentido, o por orden de aromas y terminar inhalando el humo del taxi en Tlaquepaque en el que montaste rumbo al feudo familiar sin levantar la mano. Por música no, ya sabes que tengo oídos de caracola marina y sólo escucho el hidratar y el desecar de la marea. Ojalá los recuerdos fueran decentes y dijeran hola antes de atentar contra mi corazón de pollo, o mejor aún, que estuvieras aquí para jugarle al macho y extrañarnos sólo al cerrar los ojos después de descansar de los orgasmos. Pero llegan como se les da su chingada gana y por ello en ocasiones te veo en cueros y por ello la tinta con la que te escribo se aguada como cera de pabilo, o comiendo una torta ahogada y relamiéndote los labios, o como nunca te vi; rezando en la parroquia que le gusta a tu hermano atrás de la discoteca Buda.
Ojalá te hubiera echado en la palma de mi mano un verso apetitoso y hubieras comido de él en vez de darle fin al plato de arroz con camarones.
He pensado que tal vez te hubiera enamorado al tocar tu estomago con versos y no hurgando en tu interior con mi carne viva que tanto te apetecía.

Gayo. 06.11.10 acà nada mas “ojaleando” en mis recuerdos.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Hambre de ti.

Que ganas de olvidarme a tu lado del amor un rato,
un instante y
dar paso a una tanda obscena de nuevas caricias
acompasadas de perversidades consensuadas,
con gemidos, gritos,
alaridos o ladridos,
sin reclamos y
con el máximo plural de los orgasmos.
Que ganas de tenerte piel a piel
y en la mirada a parpados cerrados
a la moral sumisa y desmoralizada,
con ganas de abrir los ojos
y mirar al techo y cama, a la cama y techo y
con ganas a las útiles almohadas,
y morir la vida un rato entre sensaciones de araños,
con mordidas de manzanas y
la perdida del alma al filo del tálamo bendito,
alabando el redescubrimiento de los rincones olvidados,

Y después, caramelito, que venga un instante,
sólo un instante de las ganas de olvidar al sexo
para hablar del buen amor recargados
en el cuenco hecho entre los hombros y el pecho,
y mover tu rostro y susurrarte en la nuca;
uno mas amor, satán vade retro… y comenzar de nuevo.


Gayo. 03.11.10 en una tarde extraña, con frío a ratos, con recuerdos en los otros y calor interno que no cesa ni con coca light helada.





.

viernes, 29 de octubre de 2010

Buenas para recordarte.

Que tarde tan buena para recordarte tiritando
al salir de la regadera rumbo al lecho;
tal vez húmedo de nervios,
de ganas o tal vez porque sabías
que tu frío atrasado en mis brazos por fin se disiparía,
que tarde tan buena para recordar tus ojos de
lince que todo lo miraban,
las resbaladillas del cielo de tus cejas,
las narinas centro de tu rostro que movías como conejo en celo,
tus huesos recubiertos de tu delgadez extrema y
tu piel de leche y
tu ensortijado pelo que se escurría por los hombros
cual dorada lluvia derramada miel de avispero,
y tus brazos en cruz sobre el pecho y tus
labios rojos brillante curvos de navajas,
tu vientre, tu vientre con la sola macula recuerdo
del original pecado que se convirtió en la profunda cueva
donde te escondí el beso que como punto y promesa
cerraba el verso que te declamé lamiendo los vellos de tu nuca,
¡ah! y tu sexo, tu sexo al que le urgía la caricia de mi sexo y
que hartó tus ganas, todos los mañanas, a tu cuerpo y su desliz,
pero no las ganas de querer de nuevo morderte la manzana
en buenas tardes frías, buenas para recordarte.


Gayo. 29.10.10 en una, brrr, fría tarde sumamente mezcalera de limón y sal de gusano, recordando cuando reptando sobre sabanas de seda, sumé dos cuerpos y el resultado fue uno solo. na ña ñaaa

Eructo.

El amor por ti, amor, estaba en mí,
lo mismo que tu amor por mí
en la servilleta donde entrecruzaste mi cariño
con tus iniciales; encerrado en lo mas valioso
de lo que era para ti ese momento en tu vida,
la diferencia príncipe de azul, es que yo no dejé
de ser vulgar en mi presencia, no oculté
debajo de las manos la mancha en la bragueta,
ni croe como si fuera sapo
embrujado en un cuento para idiotas,
mi amor por ti estaba como siempre ocurre
solventando las carencias, busqué en ti el significado
que hay en la poesía de una bella luna,
la humedad de unos labios que supieran a ambrosía
sin pensar si ello sabía a mierda o a coctel
de feromonas con oxitocina.
Te quise siendo ciego y adorando los defectos del celofán
con el que vistes. Pero no terrón de azúcar,
no me sabes escondido en tu silencio que bien sabes,
es por omisión y en ti, se eructa como un infeliz pecado.



Gayo. 28.10.10…. saliendo del metro victorioso sin ser descalabrado por los pinches sanjudotas de yeso que van y viene sin fe alguna a la Iglesia de San Hipólito…. Ufff que Dios nos guarde de las enyesadas…

miércoles, 27 de octubre de 2010

De dios a Dios.

Mientras ella intransigente las vestiduras se desgarra
y te chilla el chantaje desde la cocina;
si tu padre aún viviera, si tu padre lo supiera,
tú te extravías en el recuerdo del ardor
de las costras húmedas en la rodillas
y de la alfombra de la habitación
de aquel motel de paso que sustituyo
debido a las prisas al mullido y fresco lecho,
haces ruidos huecos en la palatina
para no escuchar las sórdidas diatribas
y reconstruyes en la mente el paso de las yemas
de los dedos por las líneas y rincones de tu cuerpo,
el beso que tenía la misma procedencia
del vino francés que aceleró el destape de los cuerpos,
lo cierto de las letras del negro poeta y
del beso falto de decencia que frunció tu ceño.

Mientras ella grita y se desgarra tú hace el balance
de la noche del buen sexo y sin el mas mínimo pudor
preguntas para tus adentros;
tal vez sea que de verdad no soy como ellos,
tal vez sea que la noche de su sexo
en la que unieron sus simientes,
cimiento de lo que ahora estoy hecho,
el amor estaba ausente y su dios irreverente
procedente de las negras curias y adoptado para
beneficio de los sucios sacerdotes, distraído o con dolo dijo;
no soy yo tan poderoso para crear a todos a mi semejanza,
que nazca y sufra intolerancia, este no será mi hijo.

Mientras tú recuerdas al amor de tus amores y
rezas por lo bajo al que caminó los mares y
ante todos hizo el milagro del vino, el pan y
la reproducción de los pescados y después sin ira
ni rencor ofreció su sangre sin fijarse
en preferencias ni colores, haces sordos tus oídos
cuando ella grita, ofende y se desgarra,
y sólo atinas a decir;
¿También tú querida madre, me has abandonado?


Gayo. 27.10.10 a un día de venerar a San Judas Tadeo que todo supo de Jesús.

martes, 26 de octubre de 2010

A tus fans…

¿Sabes? oí mucho de ti y de ello poco me agradaba. Sin embargo he escuchado sin intermediarios tu palabra; eso es otra cosa.

Sé que aun recuerdas nuestras charlas cuando yo era un niño y que se espaciaron al terminar mi adolescencia y que hoy por fin se reanudan al soltar al aire la primera cana.

Déjame decirte que a pesar de mí siempre te llevé en el alma, pero en aquel tiempo de silencio me dejé embaucar por diatribas negras emitidas desde el pulpito y entonces; tu figura me quitó el sueño, tanto madero me aterraba, cada espina me ardía, me dolían cada una de tus cicatrices.

No entiendo cuanta necedad de verte siempre mártir si a tus fans como a mí, sólo nos basta; tus pasos sobre el agua, el vino, los panes y los peces… tu palabra.

Gayo. 26.10.10 en un día en el que la oración le ganó al ocio de freír huevos en el asfalto, ufff, que calor.

Ombligos.

¿Qué has hecho querido terroncito
de la cueva sima de tu ombligo?
¿Aún escondes de tu intolerante tribu
en ése nuestro hueco tan sagrado las cenizas
de estrellas que sacrifiqué a tu nombre en tu espalda
altar de todas mis locuras?
¡Ay! que blanco tu espinazo piel de leche,
que dulce tu locura en mi boca miel de avispa,
que brillantes estrellitas migajitas los lunares
de tu erótica zalea…, y que duro, que tremendo,
que severo éste recordarte y recontar las idas y venidas
a tu abraso en ésta humedad de fuego de artificio.

No sé si en tu vida tú te lo preguntas,
pero aún guardo en la parte blanda
de mi pecho el acertijo de tus besos
ahogados con tus lágrimas. Aún tengo
ésos versos que revivo boca a beso
cuando me recuesto en la cama
a recordar los rezos de tus manos y
a solas juego ha ondear tu sexo
en el astil de mi cuerpo. Siempre guardo
para ti un espacio, un latiente hueco en el pecho,
una cima por si acaso el deseo te rinde,
un cariño para tu alma y en mi cicatriz original
la redención de lo que a ojos de creyentes, se ve como pecado.


Gayo. 26.10.10 En una tarde tan calida, que sólo por ocio, dan ganas de freír huevos en la acera…

lunes, 25 de octubre de 2010

Luna o, Como gatos u, Obscena.

De haber sabido que nuestro amor con sexo
daría de nuevo vida a tu obsceno insomnio
y que curiosa ardiente como en un tiempo fuiste
regresaras a lo añejo
y de nuevo espiaras tras las líneas de persiana
los vaivenes,
traqueteos y embates
que sobre la blanca sábana
cual bandera de paz bien mancillada
humedecía y arrugaba nuestros besos,
huesos,
piel y carne
y que tu faz de exangüe cirio se nublara,
apenara y sonrojara,

te juro harta luna,
que a riesgo de infartarte
hubiéramos botado la moral
en el rincón junto a las prendas
y hubiéramos volado para hacerlo como gatos,
arriba en la azotea.


Gayo. 25.10.10 en un día con luna y con gachos problemas de identidad.

sábado, 23 de octubre de 2010

Noche …

Derrumbado bajo el negro invierno
cual posesa lagartija en posición inversa,
en una noche estrellada común como cualquiera
y adorando como a ti al insomnio pertinaz dueño de mí,
llené los ojos de agua mía,
de sueños de ti mi embeleso y de luna llena en temporada.

¿Cuánto oxido se ha escurrido desde el calendario
hasta las manillas del reloj que ya no me despierta?

Ojalá y nunca me perdones para que jamás me olvides
cuando sepas que no te aúllo más en estas bellas noches,
ni tengas compasión a mi memoria cuando despiertes de tu sueño
y sepas que olvidé la piel de lobo en la silla del rincón
cuando la zalea oreábamos con aquellas sábanas
de habitación de hostal sin desayuno.

¿Cuánta luz evaporó las sombras de nosotros?

Tengo mis certezas mi Delfín,
pero ve; te re-cuerdo y me confieso;
cuerdo dueles lo que enamorado me valía,
ay Jesús, qué distancia pies de arena,
cuánto tiempo piel de harina,
qué silencio ángel de la pierde,
cuánto ruido dorada cascara de bollo,
cuánta agua noche de mis ojos,
qué sueño eterno noche amor,
qué noche tan oscura, común como ninguna.

Gayo. 23.10.10 garabateando en un ciber de renta en las entrañas del metro después de mirar, sin querer (lo juro), una tremenda colección de nidos en axilas. guácala.

Príncipe

jueves, 21 de octubre de 2010

Payasadas.

Llegará un día en que los payasos
de a de veras
tomen en la tierra el lugar
de aquellos ángeles sin alas
que sólo dan tristeza,
y entonces si caramelito,
tu boca curva como daga
tendrá el valor de una carcajada
y la simpleza de tus despedidas
será sólo el final del primer acto,
y regresaras al foro a pie sobre
zapatos enormes colorados
y tus payasadas sabrán frescas
como aleteo de aves celestiales,
y tu cuerpo en mis brazos
no requerirá de ningún pretexto,
ni plumas, ni alas, ni aureolas,
y nos amaremos entre cláxones,
a media calle, sin moral cual ropa,
entre Reales carcajadas, Príncipe de chocolate,
con cinismo y perversiones consensuadas,
y seremos fluidos, carne, amor y no imitaciones,
seres plenos, sin ninguna bufonada.

Gayo. 21.10.10 … en una tarde para sexarse de risa

miércoles, 20 de octubre de 2010

Sensaciones

Cuanta noche entre mis ojos,
cuanta luz filtrada por las redes de pestañas
sin que una sola imagen que no sea la tuya
quede presa,
quede lista,
quede en las retinas como engaño de que no te fuiste.

Cuanto oxido en los clavos de la cama,
¡ay Jesús!, cuanto yo en solitario vagando
en la mar de tus recuerdos
emulando las ansias de Onán
entre las sábanas no almidonadas,
escondiéndome entre las sombras de otras caricias
para no quemarme de angustia,
cuanto yo sin ti en la cama muda de crujidos
orando en solitario.

Cuanta noche,
cuanta luz,
cuanto yo sin ti revolcándome
en éste muladar de sensaciones.

Gayo.. 20.10.10 en un a tarde de no tener para pagar la renta.





.

jueves, 14 de octubre de 2010

El impermeable (jeje)

El problema no es el amar con lágrimas
o los demás efluvios de los cuerpos,
tampoco los sagrados genitales
sean cóncavos, convexos,
lampiños o con pelo.
No es el de pie mirando el horizonte
o el hincado cual si fuera uno beato,
no es ligero dos de bastos donde no ventila el aire
o el as bajo la manga, la sotana, o sobre la mesa,
¡vamos!
ni siquiera el fantástico y cabalístico sesenta y nueve.
No es la pasividad de hacerlo
al morder la almohada boca abajo
ni las nalgadas en las ancas para apresurar la cabalgata,
o la pasión de la mordida en la manzana.
No es el;
él y ella,
ella y ella
o él con él,
ni combinación alguna sea en pareja,
con fetiches o tridentes
sea prudente o improbable,
ni el color o religión si es que se tiene.

No es problema fuerte el confundir amor con sexo,
ni hacer el sexo como liebre,
como lagartija en las rocas y un poco de soda
o como lobo que no ha comido en días de carnaval
y ahora lo hace a destajo abajo de la luna llena de semana santa.

El problema es la falta de honestidad
después de dar el brinco a la cama
y sentirse eternamente célibe o virgen
sabiendo que se calla la antigua actividad del sexo a capela
y que ya nublada la razón por el calor de un cuerpo ajeno,
transmite aquello que se ha sido contagiado,
después de haber bailado en una bella lluvia,
sin usar el impermeable.

Gayo. 14.10.10 en una tarde fría con avisos de lluvia y el impermeable a la mano.

martes, 12 de octubre de 2010

No te encuentro.

Te estoy buscando en éste cielo azul
que hoy se borda de obsidiana y con hilos
largos de los vuelos de las golondrinas,
en el tratado de criterios y principios
que uniforman el uso de las lenguas,
-¡ay!, tu lengua y su fantástica humedad-
cuanta fantasía había en esa tu falaz gramática tan tuya
y cuan mordaz mi lengua que aún te ama.

Te busco en mi sueño, cielo, y en tus palabras
que se me quedaron cual grabado a fuego
aquí en la parte cándida del pecho.

Por más que muevo piedras, verbos,
nubes de mis ojos,
versos de nuestro pasado,
no te encuentro,
no te hallo,
no te veo,
¿en donde te mentiste caramelo?.

Gayo. 12.10.10 en una tarde azul con un respirito de luna nueva.



.

viernes, 8 de octubre de 2010

Escapulario…

En una tarde lejos de mi religión que es tu alma
y del templo sin cruces ni llantos que es tu cuerpo,
miré otro horizonte, príncipe,
enorme de grácil figura y coronado
con una aura incandescente de pecado ardiente,
¡ah!, que dorados sus cabellos de trigal segado,
que azul el cielo debajo de sus cejas,
cuanto valle entre el monte donde monta Venus
y lo pectorales que movía como fuelles,
que sensualidad de labios rojos;
tal como ésas tardes en que Dios olvida la paleta
y sólo pinta en el cielo espiritualidad erótica de amantes.
Cuanto fuego del averno y yo sin ti mi pila de bautismo,
cuanta tarde para arrodillarme y volverme de tu religión converso,
¡ay Señor!, y yo tan solo y débil, tan sólo débil carne,
¡ay Jesús¡, qué sería ahora de mí y de aquello que nos une
si en mi pecho no portara el escapulario que
tejí con tus pelos, vellos y cabellos,
qué sería de mí si en vez de escribir
escupiera tinta blanca en otros cuerpos
cuando el dios de las hormonas me posee,
qué sería de ti y de tu ego si leyeras lo que escribo
y además lo entendieras.


Gayo. 08.10.10 en una tarde de dos palomas, un charro negro; ambos con tequila blanco, un Padre Nuestro, y dos aves perdidas.

jueves, 7 de octubre de 2010

El corazón tiene razón

Si el corazón entendiera de razones
hace tantos versos luz que ya serías
culto anacrónico y pasado,
hace tanto tiempo que no habría mas misas
destinadas a tu imagen
y en mi mente hubiera derribado
a madrazos el templo bello de tu cuerpo,
ya serías fiesta rancia,
cirio extinto,
una muesca mas en las cachas de mis miedos.
Pero el corazón es bruto
y sólo entiende de osadías,
para él es fácil atorarse entre los pliegues
que tu piel marcó indelebles en la cama,
para él es fácil desangrase una y otra vez
al escuchar tu canto como el canto del puñal que lo atraviesa.
Que ganas de gritar tu nombre
y que el grito se escuchara tras las puertas de tu closet,
que ganas de prenderle luz a mojigatos,
retrogradas,
curas y enfermedades,
que ganas de rentar frente a tu casa de jengibre,
caramelo,
el espectacular mas grande
y en él pintar con tinta aguada para que resbale,
dos palabras de amor bien deletreadas,
para que entienda aquel que no comprende,
que al amarte, el corazón tiene razón… punto y a parte.

Gayo. Después de dos Prozac´s bien alineados con un güisqui de eso que saben a lagrimas de dioses…. Chales que mamila estoy hoy día

Y para no variar hoy, de nuevo se me olvida la fecha 07.10.10

Inocente niño alta mar.

Cuando dijiste que eras inocente
y te hiciste a la mar
en lo mas alto del glande carajo
soportado por el bao de aquel mi barco
hecho de carne, hueso, piel, pellejo y humo,
fuiste ola de vaivén enorme sin remilgos,
fuiste viento propulsor de lenguas de fuego,
amor pantalla del deseo,
humedad de mar,
de sal,
sudor,
aromas y hormonas
-ay marinerito de mirar de capitán valiente-,
¿para qué el mentir,
si a leguas se miraba que eras ya experto
en el manejo del timón y del sextante?,
¿para qué adornarte con moral que se escuchaba
como la virtud del celibato
contada por el hijo de algún Santo?
¿querías jugar conmigo a la inocencia del pecado?
Lo de menos era hacer entre nosotros
el carnaval de la carnalidad sin religión ni mascara,
total; amor y sexo se confunden al hacerse a la cama,
lo de más, inocente niño altamar, lo demás… era lo de menos.


gayo. así con minúsculas y deprimido al saber que el dr house tiene razón al decir que todos mienten, jajaja

ah si, olvidaba la fecha…. 07.10.10



.

.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Cursi.

De haber sabido que tu miel era adictiva,
me habría saltado el recorrido
por tus cejas sombra flor de tu mirada,
no habría bebido los diamantes
de agua que rodaron por la comisura de tus ojos
ni tampoco de tus labios fuente de febril locura,

de haber sabido lo que ahora sé,
acaso habría detenido un poco el paso al rededor
de las pequeñas auras ronchas de tu pecho
y otro tanto sólo a explorar el coral pasión
que habita en las profundidades de tu ombligo,
para después dulce cordero divino, tirarme de una vez
y con lujuria, a beber de tu blanca miel tan adictiva.


Gayo. 06.10.10 Si el corazón entendiera de razones hace tantos versos luz que ya serías culto anacrónico y pasado. shiaaales…que cursi.

martes, 5 de octubre de 2010

Simples deseos.

Hay tardes en que la razón
-la mía que por ti no es mucha-
se entume cual órgano después
de un flechazo de agua fría en la madrugada,
y quisiera príncipe de luz, con la parte de animal
que se despierta en mí endurecida,
despojarte de tu piel de celofán que te protege,
para lamer tu piel hasta erizar tus vellos,
los remolinos de tus pelos bajo vientre,
el de tus axilas donde duermen tus aromas como en nidos,
los de tu nuca solidarios testigos del ritmo de mi cuerpo
que al entrar en ti por lo mas bajo,
sin dudas son, mis más altas pasiones,

y crucificarte a la cama como victima de mis deseos
para verte, suspirarte y regar tu boca, la herida de tu pecho
y los estigmas de tu cuerpo con la blanca espesa miel
que nace en mí para brotar en ti con fuego
-preparo… listo y fuego, va de nuevo-
y tenerte en piel desnudo para que seas mío ha mansalva
desde adentro hacia mis fueros;
cada día, cada tarde, cada madrugada con flechazo,
teniendo la razón endurecida o los simples deseos de animal en celo.

Gayo. 05.10.10 en una tarde azul como ninguna, pisando fuerte, pisando fuerte

Celibato…

No te aflijas ni me finjas, dime si los dedos
que te acariciaron fueron miel
como la miel tan blanca de los míos
que sabían perfecto recorrer sobre tus miembros
-¡que plural tan bello!, ¡ah!, ¡que singular tan recio!-
tu torso
tus vellos y cabellos
y la espiral anaranjada como aura que se enreda
desde tu cabeza hasta la planta de tus pies
como anuncio de peluquería caramelito lindo,

dime sólo para apaciguar el morbo
si otros labios irrumpieron los sellos
de mi corazón imperio
con los que marqué tus bellas nalgas,
la profundidad del abismo de tu ombligo,
tus ganas y el orgasmo que soñabas.

¿Qué pasó caramelito por tu cuerpo
en esta temporada de borrascas?
¿acaso la infidelidad amarga
de saberte envuelto con otro celofán más bello?

No te finjas, yo te adoro, no me afliges,
lo sé, es sólo la vida de la carne que aunque encerrada
entre ingle e ingle, suele darse sus paseos.

Remuérdete tantito los labios, la moral y el arrepentimiento,
en tres días estarás repuesto y como nuevo,
recuerda que aquí estarán a tu regreso
para ti mis dedos, encerrados en su puño
cual crisálida, en éste celibato de poeta.


Gayo. 02.10.10 en una tarde para echar arengas viejas “dos de octubre no se olvida”, como olvidarlo si hace 5 años allá en el puerto de Acapulco miraba con placer como caía Brasil, e futbol, ante los nuestros… ojalá algún día los mayores aprendan de los niños. Bueno, también recordando a Jesús caramelito lindo.

viernes, 1 de octubre de 2010

Eso me disculpa.

¿Quién Señor tomó aquel bello manto tu palabra
para convertirlo en sambenito?
¿Cuál de todos esos disfrazados de decencia
convirtieron la pureza del amor
en el juego de dadivas y dados,
de diezmos y limosnas
y castrantes amonestaciones que recitan
cual si en verdad creyeran tu palabra?

Desátame Jesús de toda religión posible,
quiero carne en cuaresma ¿hay algo de malo?,
amor de labio a verbo olvidándome
de los mercenarios santos negros y su labia,
de sus pequeñitas homilías
y sus faldas anacrónicas que sólo me recuerdan
a aquella inquisición tan santa.

Aléjame Señor de toda verborrea religiosa,
tú bien sabes que te llevo a flor de labios
y cuando amo, beso o embeleso,
lo hago recordando tu vida y tu palabra,
lo hago con amor Señor y eso me exculpa, tú lo sabes.



Gayo. 01.10.10 en una tarde lejos del templo de tu cuerpo





.

Mal tiempo.

Nunca es mal tiempo para pasar
de nuevo a recoger lunares-migajas
por tu piel de leche. Cuando el tiempo
tiene gripa helada y tose centellas del cielo
que deslumbran los rincones de la cama
o estornuda sus lamentos en la comisura
de mis ojos provocando los deslaves de mi alma,
yo cierro las manos, abro fuerte las nostalgias
y recuerdo cada una de tus vértebras
vestidas de epitelio,
¿sabías que en el camino de tu nuca
hasta tus blancas nalgas
viven treinta y dos lunares y una luna nueva?
Nunca hay mal tiempo cuando se remoja aún
de nuevo el bao de mi cuerpo
en el recuerdo de la medianía de tu cuerpo.

Gayo. 1.10.10 (uy que numerito ¿no?) en una tarde recordando cuando me hice a la mar en lo mas alto del carajo soportado por el bao de aquella mi barquita de olvido y humo.

Mi amar.

Mi amar nunca entendió de dudas,
ni de sol,
nubes o cascaras de cielo convertido en lluvia,
ni de temporadas de bureles y cogidas,
ni de modas de corbatas
o de anaranjados tenis mirando por lo bajo de la cama,

mi amar era uno,
de una pieza
y se me murió el canalla,
mejor dicho se me suicido ahorcado
con los rulos de tu nuca
en la plaza de tu espalda,
pereció sin comprender el novilunio,
ni la oferta de tus labios,
ni el sexo de tus blancas nalgas,

mi amar tenía colmillos curvos,
tenía la medianía de tu cuerpo como presa,
la muerte atorada en la manzana;
no le cupo la distancia y no lo culpo,
era primitivo
y no sabía de conjugaciones en el tiempo,

¿ahora qué me digo a mí
si ya no tengo nada más que el gran temor
de saber que tú solo te colgaste
en el pecho la maldita maldición
del alma de mi amarte que dice que irás
amando y siendo amado?

pero un día,
en un revolcón de sentimiento,
o en alguna noche a solas
voltearas los ojos hacia adentro,
y al erizarse los vellos de la cordillera de tu espalda
sabrás a ciencia cierta que mi amar,
ése que cambiaste por un pan de caja,
era ostia, no una pendejada.


Gayo, 29.09.10 en un día de mira por la pinche ventana.



.

Maldita luna.

Mira nada más terrón de azúcar
con qué desfachatez
me sale ésta media luna
en éste medio día sin nubes,
se ha quedado ahí, inmóvil
reposando en lo azul del infinito,
creo que bien sabía la canalla
que el Señor hoy no asomaría
en el cielo las narices,
ni el pincel con el que reza a
los amantes cariñosos y a poetas.

Alevosa la gandaya bien sabía
que el escroto se me arrugaría
al saber que por cuestión
de meridianos no podría dedicártela.

¿Qué me dices?,
¿nos vemos, aunque no te guste,
cuando todos miren luna llena?

esperamos una noche negra como la chingada
para que se vea blanca como el alma
y debajo de ella para que nos mire
ponemos a serenar nuestro cariño
cual remedio para toda las dolencias,
o le damos al amor de carnes
hasta que nos sangren las caricias
y la piel nos grite; que desfachatez, maldita luna.


Gayo. 30.09.10 acá impotente y odiando a quien me acaba de asaltar, odio a los políticos que se tragan lo que deberían gastar en seguridad. jajaj, lo que me pasó no tiene nada que ver con el poemilla



.

Ventana y puerta.

Lánguida mirada
-a veces sí, quién sabe-
cínica
-quién sabe, a veces sí-
ahogada en la sinrazón de los presagios
y temblando con la esperanza de algún magnifico augurio
aunque venga de un mago sin guantes ni chistera,
colgada como cable de teléfono ocupado por las patas de palomas,
bella de aceituna de martíni aromada en salmuera,
nubladita de borrascas la cabrona
y cobarde como para reventar
el himen de la niña que se viste
con la macula del ojo triste.

Cínica en los reojos sabe parpadear ahí
encerrada en la prisión de las pestañas
cuando mira un orgasmo hacía adentro
y al provocador de éste con mágica sonrisa
cuando sabe que lo hecho es casualidad y no buen arte.
Lánguida cuando al mira de ingle a ingle la entre pierna,
así enclaustrada y libre entre el pudor y los deseos,
se sabe cual mar como ventana y puerta.


Gayo. 30.09.10 en una bella tarde sin nubes, es decir; mirando el descanso del pincel del buen Señor.



.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Negro ángel, Ángel negro.

Así tu vida y no de otra forma,
así tu forma de sumarle
gramos blancos a tu delgadez extrema,
de apagar las candilejas de los sueños
que soñabas con tu urbana horda oscura,
de ararle surcos al asfalto donde
escupes maldiciones mismas que se siembran
cual tu personal miseria,
ya los regaras con llanto
como tanto lo han regado
ya por ti tu tribu de mayores,
y te crecerán de la miseria
enredaderas coronadas de ojos
como negras flores irritados por la mezcalina,
nacerán malditas nubes de humo
atrapadas en los ácidos caleidoscopios,
voces analistas que te gritaran
¡Despierta! cada noche,
en cada día, en cada intento
de voltear las sombras por el día,

así escogiste respirar tu aire,
así el adelantarle el tiempo a tu polvo,
así tu miserable vida que de vida tiene poco,
así la vida ángel negro Ángel bello,
así sin más tu elección de vida.

Gayo. 29.09.10

En un día de hermosas nubes, mirando como en el vecindario hay mas calles oscuras que campos de oportunidades.



.

martes, 28 de septiembre de 2010

Juegos de piel a piel.

Déjame sueñito lindo jugar
sobre tu piel a que no eres mío,
te apreso en un suspiro y no te marchas,
junto con un dedo pincel pezones,
estrellas y lunares,
haces como que no cierras los ojos luceros
y me ahorro los absurdos parpadeos
mientras acaricio el arco de tus cejas,
te doy la vuelta lagartija
y me apeno,
te apenas,
nos apenamos las ganas con lo nuestro
y conjugamos en silencio
y para bien todas las penas,
rocío sobre tus carnes los jugos de las mías
y rocías mi alma con tus sueños;
con tu edad,
con tus bromas y tu fuerza,
me escondo en tus axilas
mientras te empapo con mi aroma,
terminas con el juego y me encuentras muy adentro
de tu carne hueso y alma momentáneamente desahuciado
mientras quedo mudo de placer
a la deriva de lo blanco de mis ojos,
me murmuras –no soy tuyo-
me sorprendo del pecado y me arrodillo
frente a ti para decirte -esto sólo es un juego-
comulgamos con un beso,
nos amamos
y de nuevo jugamos a que nunca fuiste mío.


Gayo. 28.09.10
en un día en el que las nubes hubieran hecho a San Judas Tadeo sentir que los pensamientos adultos también son buenos.



.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Nada malo.

Algo queda después de amarte
en silencio por las noches con mis rezos
religión de mí razón,
algo cual detritos de alfombra enraizada
en las rodillas,
como vómito de amor dolor y no tenerte,
algo como amarte a granel a costa de tus costas,
de tus mares,
de tu cielo de lunares,
de tu irreverencia de largarte,
¿un recuerdo?
¿una costra?.
Nada malo, todo etéreo,
una nueva oración de amor, amor,
una reconciliación con la resignación
de que tu amor Jesús fuera de paso,
fuera liviano,
fuera de lo común silvestre provinciano.

Algo queda después de ti
y del bautismo de tu piel con leche,
¿una pústula?, nada malo.

Una capilla entre mis manos por si vuelves,
por si acaso un desliz de tu moral te trae hasta mis brazos,
un te amo en silencio
y acaso un simple te quiero para que no te sientas con miedo.
Algo queda y no es un “después” caramelito,
es un ahora, es un beso en la frente hasta mañana,
es un siempre –nada malo- obsesionado de tenerte.


Gayo. 20.09.10 en un día repintando las paredes que se formaron después de que en silencio te perdiste.

.

martes, 24 de agosto de 2010

Tanto.

¿Qué error se habrá metido
entre los dos si el arte de amarte,
la humedad de aquellas lisas sábanas,
el guiño de la luz
entrando
y saliendo a través de la persiana,
el desmadre de la ropa arrumbada
en la silla de la esquina
y tú allanando las fronteras de mi cuerpo
con tu piel metáfora de miel,
y yo enredado el los rulos de tu bella cabellera,
éramos ejemplo en movimiento del amor
que se presiente en el aliento
como dos siempre en futuro?.

Creo príncipe de mi reinado
que debimos ser mas parcos,
otra cosa hubiera sido de la vida de los dos
si sólo tu cuerpo hubiera sido
y no tu alma
el que de mi se hubiera despegado,
habría bastado un beso,
un suspiro,
un soplido en la nuca para hacerme a un lado
y quedarme a tu lado
a mirar el disfrute de tu orgasmo
y no a extrañarte tanto, tanto, tanto


Gayo. 24.08.10. en un día de extrañarle, como tantos días

jueves, 19 de agosto de 2010

Misa libre.

Las atalayas en el altozano
acogen sin remilgo
palomas de plumas verdaderas
y de humo de cigarro,
de amen y paz bendita,
palomas mensajeras
de idas y vueltas sin respuestas,

tiemblan con el viento
el pesar de tantos vuelos,
el calor de cada cuerpo,
el suspiro
y el miedo
con el que le ulula la luna al recuerdo,

moribundas de mareo,
cada tarde
echan al viento sus badajos,
no tiene conciencia,
nada sienten,
y sin embargo;
hasta el camposanto tiembla, todo suena.

Gayo. 19.08.10 en una tarde de lluvia como para hacerle misa al recuerdo de los placeres y salir muy bien librado.

Recordando nos...

Tú allá,
escribiendo que aún
estas mirando con placer el piso,
que no dejas de sentir
mis manos reptando por tu espalda,
que cierras los ojos a ratitos
al sentir de nuevo un nuevo pálpito del cuerpo,
recordando,
recontando cada embate,
cada asalto,
cada salto de mis besos por tus vértebras
que dices que aún sientes
como buena lumbre en cada nervio,
gimiendo en mi ausencia el placer
de la humedad de los ayeres,
sentándote una y otra vez a solas
a sentirme en cada músculo,
en cada labio,
en tu cuello alrededor de la manzana,
en cada beso,
en el aroma del incienso,
en el acetre de tus blancas nalgas.
Y yo acá, firme al leerte para no emular
con lagrimales la lluvia tenue de las nubes,
recordando las entradas y salidas,
anestesiado aún por el placer
de haberte acariciado
y de haberte suplicado en silencio
que apuraras a mi antojo
cada movimiento.....

Gayo. 19.08.10 en un día para acordarme, como Víctor Jara; que la vida es eterna cuando se recuerda.

La sonrisa ancha, la lluvia en el pelo,
no importaba nada, ibas a encontrarte con él,
con él, con él, con él, con él.
La vida es eterna en cinco minutos.

martes, 3 de agosto de 2010

Yo sé

Yo sé de traiciones,
lo dice el as de la baraja
y la manga que no se prestó a esconderlo,
lo dice el novilunio de tus ojos
que en un parpadeo se enamoró de otros ojos
mientras yo miraba a nuestro horizonte,
lo dicen las palabras que se ahogaron
en el esternón de la amargura
y la miel que derramé sobre tu piel
que ahora debe ser la hiel que se desagua
sin amor sobre tus sábanas,
lo dicen aún los rizos de tu espinazo
que en mis labios fueron tropezones de merengue
y que reptaron cual gusanos;
que huyeron,
que sólo se entregaron,
-o mejor aún- que sólo se prestaron
a la metáfora de una noche
de falacias en mis dedos.

Yo sé de tu piel, tus besos
y tu olvido que se escriben
en papel de arroz a puñaladas
y después se fuma,
se inhala y se suelta en un vértice de aliento
que sublima la rabia de haberte amado
en gotas sobre las mejillas,
yo se de traiciones,
lo dice mi haberte amado
y la honestidad que tienes de seguir
viviendo inmerso en la religión
que te edificaste a base de superficialidades.


Gayo. 3.08.10

en un día de lluvia digna de ser mirada con la nariz pegada a la ventana



.

jueves, 8 de julio de 2010

Muy agrio.

Y yo que te escuchaba palpitar tan fuerte,
tan sereno,
tan de paso firme sin ninguna duda vamos a la cama,
digamos –digamos, porque aun conservo el plural obseso
de pareja niño mantequilla- sin cinismo, verdadero y
tan cabrón que te veías que empeñé en el pliegue
de tus bellas nalgas blancas toda fantasía,
el mirar al horizonte y
el sueño de aquel departamento en la playa en donde
en la estancia quedarían grabadas nuestras palmas
a una cuarta de distancia,
que ligero resultaste príncipe de capa azul y
pisadas de azúcar que volaste como globo de cantoya
al oír de mí el primer esbozo
de correspondencia y compromiso,
te embozaste con la capa y
en tu huida como gato lamiste tus pisadas
sin dejar rastros de tus migajitas de lunares en el cielo.
Que light resultaste corazón de azúcar
que ni para limonada te quedaste.


Gayo. 08.11.10 en una tarde difícil de superar después del sepelio de la cucaracha gay que pisé después de verla salir del closet.
PD: insisto, la pisé por ser cucaracha nada más, no por sus creencias religiosas, ni su color, ni preferencias sexuales.

martes, 29 de junio de 2010

Decente, amable.

Son mis dedos príncipe
de miel avispa
los que tercos no se olvidan
de tu blanca piel y leche,
de tus ojos que me desnudaron,
del celaje de tus cejas,
del saber que hay bromas
que se saben serias
y por ello no sonríen,

de tus labios rojos como aviso
de que nada es serio
cuando sólo es carne y nada de alma
quien ofrece
con cínica mansalva la vida para siempre,

son mis dedos galleta de jengibre,
mis dedos que se empeñan
en copiar tu piel en otros pechos
y acarician las mejillas del pudor
de aquel amor olvido
que aún resuenan como eco
en la persiana que nos disfrutó decente
con sus parpados cerrados,

es la blanca miel de tu recuerdo
en mis dedos
y la amable amnesia que me cuida
para no sufrirte más de lo debido.

Gayo 29.5.10 a decenas de años luz de olvidarte.

lunes, 28 de junio de 2010

ángel de luz...

Aquí estuvo a media tarde en el local perturbando mis sentidos, no sé si el afán de su mirada era indagar los límites de mi moralidad realmente escasa o de alguna manera me deseaba. Su cuerpo y yo a dos cuartas de distancia quemando los apetitos de mis dedos por acariciar sus ojeras que parecían almohadas de luceros, sus diminutos labios rojos cual botón de rosa me insinuaban uno o mil besos, su cuerpo blanco como cera y delgado cual cirio de pascuas era lo que siempre desee en cada una de todas mis noches.

Los dos, ahí, inhalando el mismo aire mezclado con su aliento calmo y fresco y el mío un vaho que daba fuerza y vida al bao de mis piernas que tras la humedad del sexo y la perversión mental se escondía.

Sé que era un ángel, pues sólo los ángeles carecen de manzana y huelen cosecha de pecados en el huerto Paraíso, sé que lo era, pues al marcharse me miró de soslayo y esbozó la sonrisa con la que tal vez se despidió algún eterno Príncipe por siempre.

Sé que era un ángel pues en su vertiginoso vuelo, antes de perderse en el celaje de la tarde, se le desprendió una pluma que para buscar por fin el consuelo de mis perversiones, dejé como ofrenda en el altar y aún hoy, después de tanto tiempo, ilumina a la Santa Muerte.



Gayo en uno de los 12 días para San Judas



.

viernes, 28 de mayo de 2010

De Manzanas

No es falta de fe, pero no lo quiero,
no lo necesito,
no cautiva más el guiño de sus ojos
ni me sabe a amor el viento
de pestañas que otrora erotizaba la mirada.

El amor que hace volar herrumbró
sus alas en los nidos huecos de tus dos axilas.
Es momento de quedarme en tierra,
vuela tú si quieres,
yo me quedo aquí a atenderme
en otros menesteres.

/nadie ha dicho que el sexo
a ras de suelo no sea bello
ni perdido haya esa calidad
de ser consuelo/

Inauguro hoy, príncipe sin trono,
el inicio de mi tiempo épico
de hacerlo egoísta como el caracol,
como caballito inmerso en su mar,
húmedo como lombrices,
arduo y sin preocupación como conejo,
acaso como ardillas por las ramas,
tal vez de fornicar sin etiqueta
en la primera de un avión
con rumbo a la chingada,
de hacerlo acaso con condón fosforescente
que recuerde las chispas que genera
el amor entre los ojos y el cerebro,
o entre besos y la venialidad de algún orgasmo,
pero en tierra,
nunca más en vuelo.

No es falta de fe su alteza,
son tan sólo ganas de olvidarte
un rato de la mano del buen sexo sin tu sexo,
ganas de lloverle a la aridez
sin culpa las simientes,
ganas bravas de crear goteras
en el techo del infierno,
apetito del sexo que aniquile con gemidos
el orar por el perdón del pecar de las culebras,
son las hambres caramelo, de coger
de otros cogotes, los bocados de manzana.



Gayo…28.5.10 en el aniversario del día que lo parió su madre