jueves, 2 de diciembre de 2010

1 de diciembre…

La muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti. John Donne,

Cómo quisiera decirte que por ti por fin se asfaltan las aceras,
que a cada farol le han puesto su pantalla,
que se adoctrina con suma tolerancia e
inteligencia en las escuelas,
que se mira bien que el padre de la casa o
del convento le regale protección a quien lo pide,
a quien lo busca,
a quien por inexperiencia está completamente expuesto.
Pero todo sigue igual,
las noches caen con su mismo estruendo a sus mismas horas,
con su misma luna,
con cada uno de sus bellos luceros,
con el cirio encendido a tu memoria
el día en que cada mes recuerda tu memoria.
Cómo quisiera poder comerme los ojos y
el corazón y terminar con ello de una vez por todas
esto de mirarte inocente,
de dejar de ver que te contaminaste
porque ibas con tus ojos encantados de buscar el sexo,
de buscar pasiones,
de buscar en la cara del azar el reto,
de jugarle al vivo a la estadística del muerto,
salud por medio de una inyección de vida o
vida en una transfusión de semen.
Cómo me gustaría decirte que el día aquel
que me guiñaste el ojo dejé pasar de largo
el rato de placer que me ofrecías porque
sólo había amor, pero no suficientes garantías,
que el uno de diciembre se escribirán poema
sin hablar de intolerancia ni de muerte,
festejando esperanzas con el corazón
abierto aunque le entre frío.
Cómo quisiera decirte que encontraron
la vacuna en contra de las caries y
la del cáncer y
la de la maldita enfermedad que atenta
en contra de algunos desenlaces de la calentura,
de la pasión,
del desenfreno y
hasta del amor entre célibe y virgen.
Pero todo sigue como sigue;
a tus calles les han hecho cirugía y
les cubren sus postes de besarse en clandestino o con permiso
con pósters de publicidad del un día más de no hacer lo suficiente,
los cubren con esparadrapos, pues la pena es harta
pero ya lo sabes, el cinismo es lo que gana y pregonan
que medios para maquillar sus cifras si existen,
que cifras para minimizar el daño es lo que abunda,
que se marcha bien en los laboratorios en contra de la gripe,
que lo creas o no, la batalla en contra de una influenza inventada
se ganó porque los gerentes de la tierra
nuevamente se empolvaron bien las manos
¿con qué se lava la mentira, con que se traga el engaño?
Cómo quisiera decirte que te extraño
aunque nunca haya tenido el gusto de estrechar tu mano, y
que se está aprendiendo a no tirar la piedra o
por lo menos a no ocultar la mano,
decirte que no del corazón de todos has sido dado de baja,
que no eres simple estadista,
que sólo fuiste una victima y que por ti,
por él,
por mi, y
por ellos que dicen que jamás tuvieron un desliz,
también doblan las campanas.

Gayo. 30.11.10 en una tarde sin mucho que decir, viendo que el uno de diciembre es el día internacional en contra del sida, enfermedad que atenta directamente a la intimidad del ser, sea lo que sea que haya hecho.

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