Fui la víctima de atar en tu pasado,
el beneficiario de quedarme
con lo que se siente darte un beso y
quedar sobreviviente casi vivo
casi muerto,
completo el heredero de lo que quedó
pendiente entre los sueños de soñarse y
los sueños de a de veras,
el guardián de la puerta en la estación
donde se aparea la obsesión con la esperanza.
Fui el loco de atar que ahora que ha madurado
es el loco de la inmadurez de haberte amado.
Soy el tipo que sobre otras pieles extraña
las distancias contadas con la cuartas de las manos que,
aunque al terminar la auscultación en braile aplauden,
no cuentan con exactitud las caricias que dejé
en tu espinazo mi astracán cordero céfiro de mis suspiros.
Soy el sacrificio en tu pasado que no entiende
lo extraño de extrañarte en el presente y a futuro,
el loco que sanó al entenderte las razones,
pero que aún no cura del todo de la insensatez
de la verdad de tus pasiones.
Gayo. 05.12.10 en una tarde loca, según sus razones, en la que asfixia con el calor del asfalto y donde hiela la razón debajo de las sombras.
domingo, 5 de diciembre de 2010
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