viernes, 29 de octubre de 2010

Buenas para recordarte.

Que tarde tan buena para recordarte tiritando
al salir de la regadera rumbo al lecho;
tal vez húmedo de nervios,
de ganas o tal vez porque sabías
que tu frío atrasado en mis brazos por fin se disiparía,
que tarde tan buena para recordar tus ojos de
lince que todo lo miraban,
las resbaladillas del cielo de tus cejas,
las narinas centro de tu rostro que movías como conejo en celo,
tus huesos recubiertos de tu delgadez extrema y
tu piel de leche y
tu ensortijado pelo que se escurría por los hombros
cual dorada lluvia derramada miel de avispero,
y tus brazos en cruz sobre el pecho y tus
labios rojos brillante curvos de navajas,
tu vientre, tu vientre con la sola macula recuerdo
del original pecado que se convirtió en la profunda cueva
donde te escondí el beso que como punto y promesa
cerraba el verso que te declamé lamiendo los vellos de tu nuca,
¡ah! y tu sexo, tu sexo al que le urgía la caricia de mi sexo y
que hartó tus ganas, todos los mañanas, a tu cuerpo y su desliz,
pero no las ganas de querer de nuevo morderte la manzana
en buenas tardes frías, buenas para recordarte.


Gayo. 29.10.10 en una, brrr, fría tarde sumamente mezcalera de limón y sal de gusano, recordando cuando reptando sobre sabanas de seda, sumé dos cuerpos y el resultado fue uno solo. na ña ñaaa

Eructo.

El amor por ti, amor, estaba en mí,
lo mismo que tu amor por mí
en la servilleta donde entrecruzaste mi cariño
con tus iniciales; encerrado en lo mas valioso
de lo que era para ti ese momento en tu vida,
la diferencia príncipe de azul, es que yo no dejé
de ser vulgar en mi presencia, no oculté
debajo de las manos la mancha en la bragueta,
ni croe como si fuera sapo
embrujado en un cuento para idiotas,
mi amor por ti estaba como siempre ocurre
solventando las carencias, busqué en ti el significado
que hay en la poesía de una bella luna,
la humedad de unos labios que supieran a ambrosía
sin pensar si ello sabía a mierda o a coctel
de feromonas con oxitocina.
Te quise siendo ciego y adorando los defectos del celofán
con el que vistes. Pero no terrón de azúcar,
no me sabes escondido en tu silencio que bien sabes,
es por omisión y en ti, se eructa como un infeliz pecado.



Gayo. 28.10.10…. saliendo del metro victorioso sin ser descalabrado por los pinches sanjudotas de yeso que van y viene sin fe alguna a la Iglesia de San Hipólito…. Ufff que Dios nos guarde de las enyesadas…

miércoles, 27 de octubre de 2010

De dios a Dios.

Mientras ella intransigente las vestiduras se desgarra
y te chilla el chantaje desde la cocina;
si tu padre aún viviera, si tu padre lo supiera,
tú te extravías en el recuerdo del ardor
de las costras húmedas en la rodillas
y de la alfombra de la habitación
de aquel motel de paso que sustituyo
debido a las prisas al mullido y fresco lecho,
haces ruidos huecos en la palatina
para no escuchar las sórdidas diatribas
y reconstruyes en la mente el paso de las yemas
de los dedos por las líneas y rincones de tu cuerpo,
el beso que tenía la misma procedencia
del vino francés que aceleró el destape de los cuerpos,
lo cierto de las letras del negro poeta y
del beso falto de decencia que frunció tu ceño.

Mientras ella grita y se desgarra tú hace el balance
de la noche del buen sexo y sin el mas mínimo pudor
preguntas para tus adentros;
tal vez sea que de verdad no soy como ellos,
tal vez sea que la noche de su sexo
en la que unieron sus simientes,
cimiento de lo que ahora estoy hecho,
el amor estaba ausente y su dios irreverente
procedente de las negras curias y adoptado para
beneficio de los sucios sacerdotes, distraído o con dolo dijo;
no soy yo tan poderoso para crear a todos a mi semejanza,
que nazca y sufra intolerancia, este no será mi hijo.

Mientras tú recuerdas al amor de tus amores y
rezas por lo bajo al que caminó los mares y
ante todos hizo el milagro del vino, el pan y
la reproducción de los pescados y después sin ira
ni rencor ofreció su sangre sin fijarse
en preferencias ni colores, haces sordos tus oídos
cuando ella grita, ofende y se desgarra,
y sólo atinas a decir;
¿También tú querida madre, me has abandonado?


Gayo. 27.10.10 a un día de venerar a San Judas Tadeo que todo supo de Jesús.

martes, 26 de octubre de 2010

A tus fans…

¿Sabes? oí mucho de ti y de ello poco me agradaba. Sin embargo he escuchado sin intermediarios tu palabra; eso es otra cosa.

Sé que aun recuerdas nuestras charlas cuando yo era un niño y que se espaciaron al terminar mi adolescencia y que hoy por fin se reanudan al soltar al aire la primera cana.

Déjame decirte que a pesar de mí siempre te llevé en el alma, pero en aquel tiempo de silencio me dejé embaucar por diatribas negras emitidas desde el pulpito y entonces; tu figura me quitó el sueño, tanto madero me aterraba, cada espina me ardía, me dolían cada una de tus cicatrices.

No entiendo cuanta necedad de verte siempre mártir si a tus fans como a mí, sólo nos basta; tus pasos sobre el agua, el vino, los panes y los peces… tu palabra.

Gayo. 26.10.10 en un día en el que la oración le ganó al ocio de freír huevos en el asfalto, ufff, que calor.

Ombligos.

¿Qué has hecho querido terroncito
de la cueva sima de tu ombligo?
¿Aún escondes de tu intolerante tribu
en ése nuestro hueco tan sagrado las cenizas
de estrellas que sacrifiqué a tu nombre en tu espalda
altar de todas mis locuras?
¡Ay! que blanco tu espinazo piel de leche,
que dulce tu locura en mi boca miel de avispa,
que brillantes estrellitas migajitas los lunares
de tu erótica zalea…, y que duro, que tremendo,
que severo éste recordarte y recontar las idas y venidas
a tu abraso en ésta humedad de fuego de artificio.

No sé si en tu vida tú te lo preguntas,
pero aún guardo en la parte blanda
de mi pecho el acertijo de tus besos
ahogados con tus lágrimas. Aún tengo
ésos versos que revivo boca a beso
cuando me recuesto en la cama
a recordar los rezos de tus manos y
a solas juego ha ondear tu sexo
en el astil de mi cuerpo. Siempre guardo
para ti un espacio, un latiente hueco en el pecho,
una cima por si acaso el deseo te rinde,
un cariño para tu alma y en mi cicatriz original
la redención de lo que a ojos de creyentes, se ve como pecado.


Gayo. 26.10.10 En una tarde tan calida, que sólo por ocio, dan ganas de freír huevos en la acera…

lunes, 25 de octubre de 2010

Luna o, Como gatos u, Obscena.

De haber sabido que nuestro amor con sexo
daría de nuevo vida a tu obsceno insomnio
y que curiosa ardiente como en un tiempo fuiste
regresaras a lo añejo
y de nuevo espiaras tras las líneas de persiana
los vaivenes,
traqueteos y embates
que sobre la blanca sábana
cual bandera de paz bien mancillada
humedecía y arrugaba nuestros besos,
huesos,
piel y carne
y que tu faz de exangüe cirio se nublara,
apenara y sonrojara,

te juro harta luna,
que a riesgo de infartarte
hubiéramos botado la moral
en el rincón junto a las prendas
y hubiéramos volado para hacerlo como gatos,
arriba en la azotea.


Gayo. 25.10.10 en un día con luna y con gachos problemas de identidad.

sábado, 23 de octubre de 2010

Noche …

Derrumbado bajo el negro invierno
cual posesa lagartija en posición inversa,
en una noche estrellada común como cualquiera
y adorando como a ti al insomnio pertinaz dueño de mí,
llené los ojos de agua mía,
de sueños de ti mi embeleso y de luna llena en temporada.

¿Cuánto oxido se ha escurrido desde el calendario
hasta las manillas del reloj que ya no me despierta?

Ojalá y nunca me perdones para que jamás me olvides
cuando sepas que no te aúllo más en estas bellas noches,
ni tengas compasión a mi memoria cuando despiertes de tu sueño
y sepas que olvidé la piel de lobo en la silla del rincón
cuando la zalea oreábamos con aquellas sábanas
de habitación de hostal sin desayuno.

¿Cuánta luz evaporó las sombras de nosotros?

Tengo mis certezas mi Delfín,
pero ve; te re-cuerdo y me confieso;
cuerdo dueles lo que enamorado me valía,
ay Jesús, qué distancia pies de arena,
cuánto tiempo piel de harina,
qué silencio ángel de la pierde,
cuánto ruido dorada cascara de bollo,
cuánta agua noche de mis ojos,
qué sueño eterno noche amor,
qué noche tan oscura, común como ninguna.

Gayo. 23.10.10 garabateando en un ciber de renta en las entrañas del metro después de mirar, sin querer (lo juro), una tremenda colección de nidos en axilas. guácala.

Príncipe

jueves, 21 de octubre de 2010

Payasadas.

Llegará un día en que los payasos
de a de veras
tomen en la tierra el lugar
de aquellos ángeles sin alas
que sólo dan tristeza,
y entonces si caramelito,
tu boca curva como daga
tendrá el valor de una carcajada
y la simpleza de tus despedidas
será sólo el final del primer acto,
y regresaras al foro a pie sobre
zapatos enormes colorados
y tus payasadas sabrán frescas
como aleteo de aves celestiales,
y tu cuerpo en mis brazos
no requerirá de ningún pretexto,
ni plumas, ni alas, ni aureolas,
y nos amaremos entre cláxones,
a media calle, sin moral cual ropa,
entre Reales carcajadas, Príncipe de chocolate,
con cinismo y perversiones consensuadas,
y seremos fluidos, carne, amor y no imitaciones,
seres plenos, sin ninguna bufonada.

Gayo. 21.10.10 … en una tarde para sexarse de risa

miércoles, 20 de octubre de 2010

Sensaciones

Cuanta noche entre mis ojos,
cuanta luz filtrada por las redes de pestañas
sin que una sola imagen que no sea la tuya
quede presa,
quede lista,
quede en las retinas como engaño de que no te fuiste.

Cuanto oxido en los clavos de la cama,
¡ay Jesús!, cuanto yo en solitario vagando
en la mar de tus recuerdos
emulando las ansias de Onán
entre las sábanas no almidonadas,
escondiéndome entre las sombras de otras caricias
para no quemarme de angustia,
cuanto yo sin ti en la cama muda de crujidos
orando en solitario.

Cuanta noche,
cuanta luz,
cuanto yo sin ti revolcándome
en éste muladar de sensaciones.

Gayo.. 20.10.10 en un a tarde de no tener para pagar la renta.





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jueves, 14 de octubre de 2010

El impermeable (jeje)

El problema no es el amar con lágrimas
o los demás efluvios de los cuerpos,
tampoco los sagrados genitales
sean cóncavos, convexos,
lampiños o con pelo.
No es el de pie mirando el horizonte
o el hincado cual si fuera uno beato,
no es ligero dos de bastos donde no ventila el aire
o el as bajo la manga, la sotana, o sobre la mesa,
¡vamos!
ni siquiera el fantástico y cabalístico sesenta y nueve.
No es la pasividad de hacerlo
al morder la almohada boca abajo
ni las nalgadas en las ancas para apresurar la cabalgata,
o la pasión de la mordida en la manzana.
No es el;
él y ella,
ella y ella
o él con él,
ni combinación alguna sea en pareja,
con fetiches o tridentes
sea prudente o improbable,
ni el color o religión si es que se tiene.

No es problema fuerte el confundir amor con sexo,
ni hacer el sexo como liebre,
como lagartija en las rocas y un poco de soda
o como lobo que no ha comido en días de carnaval
y ahora lo hace a destajo abajo de la luna llena de semana santa.

El problema es la falta de honestidad
después de dar el brinco a la cama
y sentirse eternamente célibe o virgen
sabiendo que se calla la antigua actividad del sexo a capela
y que ya nublada la razón por el calor de un cuerpo ajeno,
transmite aquello que se ha sido contagiado,
después de haber bailado en una bella lluvia,
sin usar el impermeable.

Gayo. 14.10.10 en una tarde fría con avisos de lluvia y el impermeable a la mano.

martes, 12 de octubre de 2010

No te encuentro.

Te estoy buscando en éste cielo azul
que hoy se borda de obsidiana y con hilos
largos de los vuelos de las golondrinas,
en el tratado de criterios y principios
que uniforman el uso de las lenguas,
-¡ay!, tu lengua y su fantástica humedad-
cuanta fantasía había en esa tu falaz gramática tan tuya
y cuan mordaz mi lengua que aún te ama.

Te busco en mi sueño, cielo, y en tus palabras
que se me quedaron cual grabado a fuego
aquí en la parte cándida del pecho.

Por más que muevo piedras, verbos,
nubes de mis ojos,
versos de nuestro pasado,
no te encuentro,
no te hallo,
no te veo,
¿en donde te mentiste caramelo?.

Gayo. 12.10.10 en una tarde azul con un respirito de luna nueva.



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viernes, 8 de octubre de 2010

Escapulario…

En una tarde lejos de mi religión que es tu alma
y del templo sin cruces ni llantos que es tu cuerpo,
miré otro horizonte, príncipe,
enorme de grácil figura y coronado
con una aura incandescente de pecado ardiente,
¡ah!, que dorados sus cabellos de trigal segado,
que azul el cielo debajo de sus cejas,
cuanto valle entre el monte donde monta Venus
y lo pectorales que movía como fuelles,
que sensualidad de labios rojos;
tal como ésas tardes en que Dios olvida la paleta
y sólo pinta en el cielo espiritualidad erótica de amantes.
Cuanto fuego del averno y yo sin ti mi pila de bautismo,
cuanta tarde para arrodillarme y volverme de tu religión converso,
¡ay Señor!, y yo tan solo y débil, tan sólo débil carne,
¡ay Jesús¡, qué sería ahora de mí y de aquello que nos une
si en mi pecho no portara el escapulario que
tejí con tus pelos, vellos y cabellos,
qué sería de mí si en vez de escribir
escupiera tinta blanca en otros cuerpos
cuando el dios de las hormonas me posee,
qué sería de ti y de tu ego si leyeras lo que escribo
y además lo entendieras.


Gayo. 08.10.10 en una tarde de dos palomas, un charro negro; ambos con tequila blanco, un Padre Nuestro, y dos aves perdidas.

jueves, 7 de octubre de 2010

El corazón tiene razón

Si el corazón entendiera de razones
hace tantos versos luz que ya serías
culto anacrónico y pasado,
hace tanto tiempo que no habría mas misas
destinadas a tu imagen
y en mi mente hubiera derribado
a madrazos el templo bello de tu cuerpo,
ya serías fiesta rancia,
cirio extinto,
una muesca mas en las cachas de mis miedos.
Pero el corazón es bruto
y sólo entiende de osadías,
para él es fácil atorarse entre los pliegues
que tu piel marcó indelebles en la cama,
para él es fácil desangrase una y otra vez
al escuchar tu canto como el canto del puñal que lo atraviesa.
Que ganas de gritar tu nombre
y que el grito se escuchara tras las puertas de tu closet,
que ganas de prenderle luz a mojigatos,
retrogradas,
curas y enfermedades,
que ganas de rentar frente a tu casa de jengibre,
caramelo,
el espectacular mas grande
y en él pintar con tinta aguada para que resbale,
dos palabras de amor bien deletreadas,
para que entienda aquel que no comprende,
que al amarte, el corazón tiene razón… punto y a parte.

Gayo. Después de dos Prozac´s bien alineados con un güisqui de eso que saben a lagrimas de dioses…. Chales que mamila estoy hoy día

Y para no variar hoy, de nuevo se me olvida la fecha 07.10.10

Inocente niño alta mar.

Cuando dijiste que eras inocente
y te hiciste a la mar
en lo mas alto del glande carajo
soportado por el bao de aquel mi barco
hecho de carne, hueso, piel, pellejo y humo,
fuiste ola de vaivén enorme sin remilgos,
fuiste viento propulsor de lenguas de fuego,
amor pantalla del deseo,
humedad de mar,
de sal,
sudor,
aromas y hormonas
-ay marinerito de mirar de capitán valiente-,
¿para qué el mentir,
si a leguas se miraba que eras ya experto
en el manejo del timón y del sextante?,
¿para qué adornarte con moral que se escuchaba
como la virtud del celibato
contada por el hijo de algún Santo?
¿querías jugar conmigo a la inocencia del pecado?
Lo de menos era hacer entre nosotros
el carnaval de la carnalidad sin religión ni mascara,
total; amor y sexo se confunden al hacerse a la cama,
lo de más, inocente niño altamar, lo demás… era lo de menos.


gayo. así con minúsculas y deprimido al saber que el dr house tiene razón al decir que todos mienten, jajaja

ah si, olvidaba la fecha…. 07.10.10



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miércoles, 6 de octubre de 2010

Cursi.

De haber sabido que tu miel era adictiva,
me habría saltado el recorrido
por tus cejas sombra flor de tu mirada,
no habría bebido los diamantes
de agua que rodaron por la comisura de tus ojos
ni tampoco de tus labios fuente de febril locura,

de haber sabido lo que ahora sé,
acaso habría detenido un poco el paso al rededor
de las pequeñas auras ronchas de tu pecho
y otro tanto sólo a explorar el coral pasión
que habita en las profundidades de tu ombligo,
para después dulce cordero divino, tirarme de una vez
y con lujuria, a beber de tu blanca miel tan adictiva.


Gayo. 06.10.10 Si el corazón entendiera de razones hace tantos versos luz que ya serías culto anacrónico y pasado. shiaaales…que cursi.

martes, 5 de octubre de 2010

Simples deseos.

Hay tardes en que la razón
-la mía que por ti no es mucha-
se entume cual órgano después
de un flechazo de agua fría en la madrugada,
y quisiera príncipe de luz, con la parte de animal
que se despierta en mí endurecida,
despojarte de tu piel de celofán que te protege,
para lamer tu piel hasta erizar tus vellos,
los remolinos de tus pelos bajo vientre,
el de tus axilas donde duermen tus aromas como en nidos,
los de tu nuca solidarios testigos del ritmo de mi cuerpo
que al entrar en ti por lo mas bajo,
sin dudas son, mis más altas pasiones,

y crucificarte a la cama como victima de mis deseos
para verte, suspirarte y regar tu boca, la herida de tu pecho
y los estigmas de tu cuerpo con la blanca espesa miel
que nace en mí para brotar en ti con fuego
-preparo… listo y fuego, va de nuevo-
y tenerte en piel desnudo para que seas mío ha mansalva
desde adentro hacia mis fueros;
cada día, cada tarde, cada madrugada con flechazo,
teniendo la razón endurecida o los simples deseos de animal en celo.

Gayo. 05.10.10 en una tarde azul como ninguna, pisando fuerte, pisando fuerte

Celibato…

No te aflijas ni me finjas, dime si los dedos
que te acariciaron fueron miel
como la miel tan blanca de los míos
que sabían perfecto recorrer sobre tus miembros
-¡que plural tan bello!, ¡ah!, ¡que singular tan recio!-
tu torso
tus vellos y cabellos
y la espiral anaranjada como aura que se enreda
desde tu cabeza hasta la planta de tus pies
como anuncio de peluquería caramelito lindo,

dime sólo para apaciguar el morbo
si otros labios irrumpieron los sellos
de mi corazón imperio
con los que marqué tus bellas nalgas,
la profundidad del abismo de tu ombligo,
tus ganas y el orgasmo que soñabas.

¿Qué pasó caramelito por tu cuerpo
en esta temporada de borrascas?
¿acaso la infidelidad amarga
de saberte envuelto con otro celofán más bello?

No te finjas, yo te adoro, no me afliges,
lo sé, es sólo la vida de la carne que aunque encerrada
entre ingle e ingle, suele darse sus paseos.

Remuérdete tantito los labios, la moral y el arrepentimiento,
en tres días estarás repuesto y como nuevo,
recuerda que aquí estarán a tu regreso
para ti mis dedos, encerrados en su puño
cual crisálida, en éste celibato de poeta.


Gayo. 02.10.10 en una tarde para echar arengas viejas “dos de octubre no se olvida”, como olvidarlo si hace 5 años allá en el puerto de Acapulco miraba con placer como caía Brasil, e futbol, ante los nuestros… ojalá algún día los mayores aprendan de los niños. Bueno, también recordando a Jesús caramelito lindo.

viernes, 1 de octubre de 2010

Eso me disculpa.

¿Quién Señor tomó aquel bello manto tu palabra
para convertirlo en sambenito?
¿Cuál de todos esos disfrazados de decencia
convirtieron la pureza del amor
en el juego de dadivas y dados,
de diezmos y limosnas
y castrantes amonestaciones que recitan
cual si en verdad creyeran tu palabra?

Desátame Jesús de toda religión posible,
quiero carne en cuaresma ¿hay algo de malo?,
amor de labio a verbo olvidándome
de los mercenarios santos negros y su labia,
de sus pequeñitas homilías
y sus faldas anacrónicas que sólo me recuerdan
a aquella inquisición tan santa.

Aléjame Señor de toda verborrea religiosa,
tú bien sabes que te llevo a flor de labios
y cuando amo, beso o embeleso,
lo hago recordando tu vida y tu palabra,
lo hago con amor Señor y eso me exculpa, tú lo sabes.



Gayo. 01.10.10 en una tarde lejos del templo de tu cuerpo





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Mal tiempo.

Nunca es mal tiempo para pasar
de nuevo a recoger lunares-migajas
por tu piel de leche. Cuando el tiempo
tiene gripa helada y tose centellas del cielo
que deslumbran los rincones de la cama
o estornuda sus lamentos en la comisura
de mis ojos provocando los deslaves de mi alma,
yo cierro las manos, abro fuerte las nostalgias
y recuerdo cada una de tus vértebras
vestidas de epitelio,
¿sabías que en el camino de tu nuca
hasta tus blancas nalgas
viven treinta y dos lunares y una luna nueva?
Nunca hay mal tiempo cuando se remoja aún
de nuevo el bao de mi cuerpo
en el recuerdo de la medianía de tu cuerpo.

Gayo. 1.10.10 (uy que numerito ¿no?) en una tarde recordando cuando me hice a la mar en lo mas alto del carajo soportado por el bao de aquella mi barquita de olvido y humo.

Mi amar.

Mi amar nunca entendió de dudas,
ni de sol,
nubes o cascaras de cielo convertido en lluvia,
ni de temporadas de bureles y cogidas,
ni de modas de corbatas
o de anaranjados tenis mirando por lo bajo de la cama,

mi amar era uno,
de una pieza
y se me murió el canalla,
mejor dicho se me suicido ahorcado
con los rulos de tu nuca
en la plaza de tu espalda,
pereció sin comprender el novilunio,
ni la oferta de tus labios,
ni el sexo de tus blancas nalgas,

mi amar tenía colmillos curvos,
tenía la medianía de tu cuerpo como presa,
la muerte atorada en la manzana;
no le cupo la distancia y no lo culpo,
era primitivo
y no sabía de conjugaciones en el tiempo,

¿ahora qué me digo a mí
si ya no tengo nada más que el gran temor
de saber que tú solo te colgaste
en el pecho la maldita maldición
del alma de mi amarte que dice que irás
amando y siendo amado?

pero un día,
en un revolcón de sentimiento,
o en alguna noche a solas
voltearas los ojos hacia adentro,
y al erizarse los vellos de la cordillera de tu espalda
sabrás a ciencia cierta que mi amar,
ése que cambiaste por un pan de caja,
era ostia, no una pendejada.


Gayo, 29.09.10 en un día de mira por la pinche ventana.



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Maldita luna.

Mira nada más terrón de azúcar
con qué desfachatez
me sale ésta media luna
en éste medio día sin nubes,
se ha quedado ahí, inmóvil
reposando en lo azul del infinito,
creo que bien sabía la canalla
que el Señor hoy no asomaría
en el cielo las narices,
ni el pincel con el que reza a
los amantes cariñosos y a poetas.

Alevosa la gandaya bien sabía
que el escroto se me arrugaría
al saber que por cuestión
de meridianos no podría dedicártela.

¿Qué me dices?,
¿nos vemos, aunque no te guste,
cuando todos miren luna llena?

esperamos una noche negra como la chingada
para que se vea blanca como el alma
y debajo de ella para que nos mire
ponemos a serenar nuestro cariño
cual remedio para toda las dolencias,
o le damos al amor de carnes
hasta que nos sangren las caricias
y la piel nos grite; que desfachatez, maldita luna.


Gayo. 30.09.10 acá impotente y odiando a quien me acaba de asaltar, odio a los políticos que se tragan lo que deberían gastar en seguridad. jajaj, lo que me pasó no tiene nada que ver con el poemilla



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Ventana y puerta.

Lánguida mirada
-a veces sí, quién sabe-
cínica
-quién sabe, a veces sí-
ahogada en la sinrazón de los presagios
y temblando con la esperanza de algún magnifico augurio
aunque venga de un mago sin guantes ni chistera,
colgada como cable de teléfono ocupado por las patas de palomas,
bella de aceituna de martíni aromada en salmuera,
nubladita de borrascas la cabrona
y cobarde como para reventar
el himen de la niña que se viste
con la macula del ojo triste.

Cínica en los reojos sabe parpadear ahí
encerrada en la prisión de las pestañas
cuando mira un orgasmo hacía adentro
y al provocador de éste con mágica sonrisa
cuando sabe que lo hecho es casualidad y no buen arte.
Lánguida cuando al mira de ingle a ingle la entre pierna,
así enclaustrada y libre entre el pudor y los deseos,
se sabe cual mar como ventana y puerta.


Gayo. 30.09.10 en una bella tarde sin nubes, es decir; mirando el descanso del pincel del buen Señor.



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