¿Quién Señor tomó aquel bello manto tu palabra
para convertirlo en sambenito?
¿Cuál de todos esos disfrazados de decencia
convirtieron la pureza del amor
en el juego de dadivas y dados,
de diezmos y limosnas
y castrantes amonestaciones que recitan
cual si en verdad creyeran tu palabra?
Desátame Jesús de toda religión posible,
quiero carne en cuaresma ¿hay algo de malo?,
amor de labio a verbo olvidándome
de los mercenarios santos negros y su labia,
de sus pequeñitas homilías
y sus faldas anacrónicas que sólo me recuerdan
a aquella inquisición tan santa.
Aléjame Señor de toda verborrea religiosa,
tú bien sabes que te llevo a flor de labios
y cuando amo, beso o embeleso,
lo hago recordando tu vida y tu palabra,
lo hago con amor Señor y eso me exculpa, tú lo sabes.
Gayo. 01.10.10 en una tarde lejos del templo de tu cuerpo
.
viernes, 1 de octubre de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario