viernes, 1 de octubre de 2010

Eso me disculpa.

¿Quién Señor tomó aquel bello manto tu palabra
para convertirlo en sambenito?
¿Cuál de todos esos disfrazados de decencia
convirtieron la pureza del amor
en el juego de dadivas y dados,
de diezmos y limosnas
y castrantes amonestaciones que recitan
cual si en verdad creyeran tu palabra?

Desátame Jesús de toda religión posible,
quiero carne en cuaresma ¿hay algo de malo?,
amor de labio a verbo olvidándome
de los mercenarios santos negros y su labia,
de sus pequeñitas homilías
y sus faldas anacrónicas que sólo me recuerdan
a aquella inquisición tan santa.

Aléjame Señor de toda verborrea religiosa,
tú bien sabes que te llevo a flor de labios
y cuando amo, beso o embeleso,
lo hago recordando tu vida y tu palabra,
lo hago con amor Señor y eso me exculpa, tú lo sabes.



Gayo. 01.10.10 en una tarde lejos del templo de tu cuerpo





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