Llegará un día en que los payasos
de a de veras
tomen en la tierra el lugar
de aquellos ángeles sin alas
que sólo dan tristeza,
y entonces si caramelito,
tu boca curva como daga
tendrá el valor de una carcajada
y la simpleza de tus despedidas
será sólo el final del primer acto,
y regresaras al foro a pie sobre
zapatos enormes colorados
y tus payasadas sabrán frescas
como aleteo de aves celestiales,
y tu cuerpo en mis brazos
no requerirá de ningún pretexto,
ni plumas, ni alas, ni aureolas,
y nos amaremos entre cláxones,
a media calle, sin moral cual ropa,
entre Reales carcajadas, Príncipe de chocolate,
con cinismo y perversiones consensuadas,
y seremos fluidos, carne, amor y no imitaciones,
seres plenos, sin ninguna bufonada.
Gayo. 21.10.10 … en una tarde para sexarse de risa
jueves, 21 de octubre de 2010
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