jueves, 2 de diciembre de 2010

Circuleando

Ahora que no estas conmigo
no puedo dejar de pensar
lo que es de ti cuando mis manos,
mis ganas y
mi alma se atoran con el tiempo de ocio
que antes era en tu empeño, y
te hablaba, y
te miraba, y
te tenía, y
te adoraba y
solo pensaba en ti, y sólo pensaba en ti.
Ahora, no lo digo a nadie más que al que me lee,
creo que soy el profesional de un circulo pendejo,
pues siendo objetivo,
estando tú en mí, pensaba en ti, y
estando tú en la punta del carajo sigo sin remedio,
pensando en ti.
Acaso tú me piensas o se te abre alguna impronta o
me miras como yo creo mirarte
en la espalda de un fulano extraño
que usa tu misma popular fragancia cuando pasa a mi lado, o
das vuelta a tu cabeza como yo lo hago con la mía
cuando al sonar una lejana nota,
un silbido,
una mentada en santa madre,
me recuerda el día que con tu mirar en mi mirada
le doraste la mirada al sol con tus destellos.
¿Qué estarás haciendo allá debajo de las nubes,
aún serán las de mi humo donde se cobijan
los cielos de tus sueños?
¿Ya te habrás dejado preso por el alfa o el omega
de aquella jauría en celo que celaba mi cabeza
cuando tu tiempo era mi tiempo y
los pequeños intermedios nos sabían a viceversa?
¿Ya te habrá visto como yo, otra victima atar
los cordeles de los tenis tres minutos antes de pararte,
salir y
cerrar la puerta tras tu espalda dejando
atras el alma del que queda arrumbado en la cama?.
Carambas, soy profesional sin duda
del circulo perfecto,
pues no dejo de pensar en ti, y
carajos, tampoco, como cuando estabas,
no puedo pensar en mi.

Gayo. 3.12.10 en una tarde hermosa, después de una hora a solas con el psicólogo, descubriendo que tú sólo eras obsesión, y yo sólo un obseso.

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