sábado, 4 de diciembre de 2010

Pasiviando

Cuanto dolo vive en el morirme
a rabiar en la pasividad de tus piernitas
de senderos cuando al pedido de mis manos
se bifurcan y
sus entre veras acarician mis mejillas
cuando voy de misionero a
rendirte pleitesía en la ermita de tu alma.
Que placer cuando haces gala de tu pecho como fuelle
cerca de mi frente, valle de volcanes fracasados…
que serenidad,
cuanto piélago en calma cuando te conviertes
en la sal y aguas de mis peces,
cuanta paz de campo beato piel de mis demonios
cuando sin chistar te sacrificas por placer
ante los designios de mis escandalosos desenfrenos,
cuan pasivo es tu cuerpo con el mío cuando adivinas
con vientos y mareas de tormenta
que esta noche aquí en el lecho quiero ser tu emperador,
sólo tu dueño en tu mente y
no de tus feroces convulsiones emulo de Eros.

Cuánto dolo hay en mi querer de ti respuestas
de cerril actividad con cada hueso,
en los milagros de tus labios,
en la contrición de tus deseos y
en la contracción de cada músculo.
Pero en tu voluntad pasividad completa,
majestad , claro, sólo con tu venia …

Gayo. 04.12.10 en una tarde sabineándome la vida de nuevo y haciendo de una vez barquitos de papel para la temporada de lluvias….

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