Que ganas de olvidarme a tu lado del amor un rato,
un instante y
dar paso a una tanda obscena de nuevas caricias
acompasadas de perversidades consensuadas,
con gemidos, gritos,
alaridos o ladridos,
sin reclamos y
con el máximo plural de los orgasmos.
Que ganas de tenerte piel a piel
y en la mirada a parpados cerrados
a la moral sumisa y desmoralizada,
con ganas de abrir los ojos
y mirar al techo y cama, a la cama y techo y
con ganas a las útiles almohadas,
y morir la vida un rato entre sensaciones de araños,
con mordidas de manzanas y
la perdida del alma al filo del tálamo bendito,
alabando el redescubrimiento de los rincones olvidados,
Y después, caramelito, que venga un instante,
sólo un instante de las ganas de olvidar al sexo
para hablar del buen amor recargados
en el cuenco hecho entre los hombros y el pecho,
y mover tu rostro y susurrarte en la nuca;
uno mas amor, satán vade retro… y comenzar de nuevo.
Gayo. 03.11.10 en una tarde extraña, con frío a ratos, con recuerdos en los otros y calor interno que no cesa ni con coca light helada.
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miércoles, 3 de noviembre de 2010
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