Yo sé de traiciones,
lo dice el as de la baraja
y la manga que no se prestó a esconderlo,
lo dice el novilunio de tus ojos
que en un parpadeo se enamoró de otros ojos
mientras yo miraba a nuestro horizonte,
lo dicen las palabras que se ahogaron
en el esternón de la amargura
y la miel que derramé sobre tu piel
que ahora debe ser la hiel que se desagua
sin amor sobre tus sábanas,
lo dicen aún los rizos de tu espinazo
que en mis labios fueron tropezones de merengue
y que reptaron cual gusanos;
que huyeron,
que sólo se entregaron,
-o mejor aún- que sólo se prestaron
a la metáfora de una noche
de falacias en mis dedos.
Yo sé de tu piel, tus besos
y tu olvido que se escriben
en papel de arroz a puñaladas
y después se fuma,
se inhala y se suelta en un vértice de aliento
que sublima la rabia de haberte amado
en gotas sobre las mejillas,
yo se de traiciones,
lo dice mi haberte amado
y la honestidad que tienes de seguir
viviendo inmerso en la religión
que te edificaste a base de superficialidades.
Gayo. 3.08.10
en un día de lluvia digna de ser mirada con la nariz pegada a la ventana
.
martes, 3 de agosto de 2010
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