martes, 22 de febrero de 2011

Patrañando

Qué hacer con esta memoria tan rapaz
que se traga lunas llenas y enteras
con mis pupilas propias de mirarte
sólo para que tú vengas, y
vienes, y
me desespero con la comezón
en las pestañas y
me llenas con pequeños golpecitos dolorosos
el endeble lado izquierdo de este pecho
donde habita una muerte de amor muy mal llorada, y
me atasco de luna sin tu rostro y
recuerdos, y
pierdo lo cuerdo un momento y
te recuerdo, y
se me atora de nuevo entre los dedos
la maldita cobardía que vivía entre mis líneas y
esos versos que hubieran sido profanos si te los hubiera escrito,
esos versos que tal vez hubieran sido el dogal para tu cuello,
el anillo de tu dedo,
el presente con tu carne llena de alma a mi lado,
esos versos que hubieran sido para mi ego jake mate,
un imperativo ya no vayas,
un borrón piadoso en las leyes de otro credo,
una proeza del te quiero y soy tu dueño,
un magnifico olvido innecesario,
una corrección en las patrañas de la vida.

Gayo. 17.211 en una tarde de luna harta llena, con gran temor de que se caiga, con miedo de que sea allá en los tejados de los sin sentido, sobre sus antenas de TV que los tiene, inocentes, pensando como evadir las caricias nocturnas para el alma.

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