¿Cómo no si eres de los claustros
de pestañas desertor con la mirada y
te vas y vuelas a lo sueños donde tu palabra
es barca de pirata navegante,
astil contra viento y velas y
de sextante y timón tú gobernante?
¿Cómo entonces no caer como moneda
con la cara al sol y
con la cruz en la rendija
de tus afanosos brazos que atan
con el brillo de luz a plomo y
liberan con la fuerza de un corazón seguro?
¿Cómo no dejar hacer lo suyo
a la pena del azar cuando deshoja
el no me quieres para infundirme dudas y
quedarme tan tranquilo deshojando estrellas
con el suspirar seguro del que si me quieres?
Gayo 12.2.11 en una tarde en donde a las nubes se les hace tarde por llover y el frío, cínico el malvado, aún se pega a la piel cual lapa.
martes, 22 de febrero de 2011
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