Se trataba de llegar a pie y
permitirle calentar a los escrúpulos
su robusto cuerpo debajo de la cama
con los trapos de las pieles
que se desprendieron con urgencia,
se trataba de tratar de navegar la colcha,
las sábanas,
los peces,
la caracola y
anclar de nuevo,
hacerle gala a las blanqueas y
estrenar agallas fondeando nuevamente
hasta que el océano vomitase y
rayarse uno u otro cuerpo en su superficie
con algunas insurrectas olas, y
pescar anémonas, y
atrapar el tiempo, y
olfatear amonia ¡que carajos!
se trataba de empaparle la piel al mar
mirando para adentro y gimiendo;
a soltar amarras, y
soltar las redes,
preparar anzuelo y
carnada y
va de nuevo,
se trataba de hacer todo sencillo
sin que el batel sufriera daños, y
quedar marino a sus ordenes, y
aprender la ruta, y
navega de nuevo.
Gayo. 15.2.11 en una tarde en donde a los luceros y a las nubes se les ha puesto falta en la lista de presente, en una tarde en donde la luna sabe que al estar presente los recuerdos le faltan el respeto al pasado, y el futuro con decencia, calla.
martes, 22 de febrero de 2011
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