Qué harás cuando a ésta mía tuya alma
de piel de manzana
se le fracture en la memoria el recuerdo
de las aceitunas de tus ojos y
sepas que me bebo otra mirada sin necesidad
del agua destilada de tu pila que era mi bautismo.
Qué harás cuando tu mirada le inaugure a tu alma
la ausencia de la mía y mi alma mire a la misma luna
ahora refugiando a otra alma, o tus ojos se descubran
como ciegos lazarillos desprovistos para siempre y
nunca más de mi mirada. Qué harás cuando tengas
qué hacer sobre tu ombligo el recuento de mis
finas letras y no encuentres vida ni en los mismos verbos,
y tu mente se perturbe al saber que fue de tu alma
la miopía que no dejó que te aprendieras el verso de amor
que embriagado de ti mi religión, en el pomar cerca de tu nuca,
muy quedito, muy despacio, siempre te rezaba.
Gayo. 30.1.11 en una tarde recontando en mi piel al lado del ombligo las muescas de amor, los rasguños con valor, dos o tres caricias, un desamor eterno y un dolor sin fin.
Hoy la luna será apenas un filón de plata, acaso una tímida sonrisa, pero sé de buena fuente que hermosa, muy hermosa.
lunes, 31 de enero de 2011
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Me ha gustado ...tiene ese lirismo que ahonda y conmueve.
ResponderEliminarSaludos
Poeta amigo no sabe lo dificil que es comentar aqui, pero el querer es poder no me doy por vencida hasta que deje mi huella...
ResponderEliminarBesitos de colores,