Fuiste una tarde en la que el viento
casi de cristal se anidó en las venas
junto con tu alma, junto con tu vaho
casi blanco como mármol, casi doloroso
cual astilla de cristal girando desde
el pecho hasta la razón casi perdida,
fuiste tarde con tu edad casi estrenada
entre los causes de verdades dolorosas
de mi cara, entre las casi escondidas canas
de mi entender la vida de otra forma,
entre mis manos que desde antes
de que el viento fuera de cristal
entre mis venas ya te dibujaba,
fuiste tarde entre mis dedos de entibiar
el te, el café y sostener con pasusa
el cigarro mientras mis palmas
te entretiene con mis rezos, fuiste tarde
entre mis tardes que sin falta ahora eres.
Gayo 22.1.11 en una tarde tan negra como recibir una llamada ansiada y que no seas tú el de la línea.
lunes, 31 de enero de 2011
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Sr Gayo este poema es y siempre será mi favorito. Recuerdo el sábado que lo leí por primera vez y que me tenia rete chillando. Nunca había experimentado nada así en mi vida, bueno sólo cuando nacieron mis hijos. No me da pena admitir que soy una eterna admiradora de sus letras.
ResponderEliminarBesitos amarillos,