lunes, 8 de marzo de 2010

reconciliación

¿Y si te vas un tiempo?,
digamos tres días,
así amor, sin decir nada,
ni a donde, ni a qué,
tomas las llaves de la mesa
y también la de repuesto
y te marchas,
digamos que despierto,
me muero de angustia
huelo tu almohada
y presiento que aún
te encuentras cerca
salgo, grito, ladro como perro,
no te encuentro,
me meto en el caparazón
del caracol,
y te extraño,
me unto sal en las heridas,
me revuelco en mi miseria
y de nuevo ladro que te extraño

al tercer día mi Jesús amor,
sin religiones ni agüeros de por medio
te me resucitas en el alma,
llegas paso a paso en calma
y me encuentras envuelto
en un capullo creado
por mi propia baba,
te sientas a mi lado
y me desnudas del capullo cual crisálida,
me das un beso y me despierto,
y me dices muy quedito;
me fui por algo bello
te lo traigo de regalo,
y abres tus manos de rezo
y me das, nada mas para que aprenda,
una hermosa reconciliación.


6ayo 22.2.10

1 comentario:

  1. Ahhhh.... si! las reconciliaciones son delisiosas... tu escrito me trajo el recuerdo de mi penúltima reconciliacón...que emoción!!!

    Saludos!!!

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