miércoles, 24 de marzo de 2010

No se discute.

Me contaron que la noche
en que cuerpo a cuerpo
disputamos la impoluta potestad
de nuestro apostolado,
hubo vírgenes de yeso,
de amores atrasados
y de esquina
que juntaron sus manitas
y levantando su carita al cielo
pidieron a los santos de yeso made in china,
a los de prostíbulos de esquinas,
a los de una iglesias heterodoxa
que tocaran su instrumento fuertemente
y que con cantos,
aunque no fueran eclesiásticos,
callaran el bum bum de nuestra cama.

Te lo dije pinche güero lindo,
en la cama se presume, se asume,
se ve tele, se bebe ron con pajuelillas,
se corta uno las venas
con las lindes de un poema,
pero nunca se discute,
por lo menos no, con la boca llena.


Gayo 24.3.10 en un día de veinticuatro horas.

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