Ganas de ganarte...

Que ganas de inhalar sobre tu pecho
una raya blanca de polvo lunar
toxico de sueños,
agresiva y dañina, conjuro y remedio
contra las artes de la mala madre oscura del olvido,
y toserte sin recato en el ombligo
para mirar tu cara caramelo de asombro
mientras meto un dedo
para hacer lugar y te ingrese un nuevo beso,

que ganas de fumar poesía
en papel de hojas de hierba
para que la noche no tenga edad de jubilarse
y las persianas resignadas no abran nunca mas sus parpados,

que ganas de abrir tu piel y carne
manjar gourmet hasta lamer tus huesos blancos
y sorber la médula de tu alma
hasta sentirte tan adentro que ya no quepa yo en mí
y vuele etéreo hasta al librero a buscar el código secreto
que escribimos con saliva y simiente al margen
de las fotos del sagrado kamasutra,

que ganas de mandar al diablo
las reglas de etiqueta y perder contigo cuando
ya no puedas más, y de esa raya los dos salgamos
ondeando sábanas banderas de armisticio momentáneo,
e inhalar de nuevo y comer de nuevo y fumar de nuevo.



6ayo. 26.3.10 en un día antes de cualquier otro sábado.

No se discute.

Me contaron que la noche
en que cuerpo a cuerpo
disputamos la impoluta potestad
de nuestro apostolado,
hubo vírgenes de yeso,
de amores atrasados
y de esquina
que juntaron sus manitas
y levantando su carita al cielo
pidieron a los santos de yeso made in china,
a los de prostíbulos de esquinas,
a los de una iglesias heterodoxa
que tocaran su instrumento fuertemente
y que con cantos,
aunque no fueran eclesiásticos,
callaran el bum bum de nuestra cama.

Te lo dije pinche güero lindo,
en la cama se presume, se asume,
se ve tele, se bebe ron con pajuelillas,
se corta uno las venas
con las lindes de un poema,
pero nunca se discute,
por lo menos no, con la boca llena.


Gayo 24.3.10 en un día de veinticuatro horas.

Niño caramelo

Aún sin ti, aún me gusta,
tu sonrisa niño caramelo,
tu sonrisa de filo de luna,
labios curvos de navaja,
cortantes,
medidos,
fríos cual guadaña.
Me gustan porque en el juego
del -te creo- me ganaste,
y con ello te ganaste
el reconocimiento eterno
de la humedad de mi bragueta.
Me gusta tu sonrisa
porque soy honesto; es muy bella,
aunque en el carnaval
de nuestro amor
te hayas escondido atrás de ella
como usando antifaz en mascarada.
Me gusta tu sonrisa porque
sonreía traviesa en las doradas lluvias
y porque mustia pero docta
daba besos en lo oscurito.
Me gusta porque dijo
-te amo- cuado sólo de chanza andaba
y me la comí completa,
te la creí entera y en ésa creencia
aún me endulza el alma, niño caramelo.

6ayo 24.3.10 en el día nacional de perdonarte

Comunicados vaticanos

¿A qué te saben los comunicados
vaticanos que sobre la ley de dios
protegen a cada uno
de sus míseros empleados
que le han robado la infancia
a un varón -a varios-
y también a alguna dama
-a varias- que antes,
cuando eran niños,
en sus manos eran
de su mano entenados?

¡Pero es verdad!
la ley de ése su dios habla
de no desear a la mujer del prójimo
no habla de no desear la carne
y el alma de un niño-hijo
de él, o de otro prójimo,

habló, según lo dicen ellos,
yo lo dudo,
de que amarse carne a carne
entre varón y caballero,
entre dama y señora es aberración,

lo qué no encuentro es en dónde
dice que si un cura se coge a un niño
sólo es pederasta jamás un maricón,
y cuando la ley del hombre exige
una explicación, me dicen;
desde éste pobre imperio vaticano
Satán desata su pasión.

A mí me saben los comunicados
vaticanos a que el señor Ratzinger
dice la verdad , es Satán
quien manda allá,
o por lo menos lo comentan,
porque sin duda les es muy familiar.


6ayo… 19.3.10 en un día de calor satánico

.

Nuestro paraíso.

Nuestro paraíso.

Bendito Dios que no dejó
que fueras creado del calcio
de ninguna costilla mía
y sí de uno de sus parpadeos
cabrones de bing bang,

de uno de esos amanecer
que acaparan las agencias de publicidad,
o como un atardecer
de calendario de carnicería,

Naciste para mí
del todo conjugado en todo tiempo,
del aire exhalado
por ángeles que se negaron
a madurar en ser humano,
naciste de una nota musical
nacida en exclusiva para mis oídos.

Bendito Dios que confundió
a los sacerdotes y les regaló
un cielo de artificio
en donde ni tú ni yo estaremos,
benditos nosotros dos que el paraíso
lo tenemos, aquí, uno junto al otro.


6ayo 16.3.10 en este día que te sentí cerca sin estarlo…

.

Soñadora...

Tu lengua tan doctrinaria
de mis emociones,
húmeda sabor a caramelo
enredante cual estambre,
tibia,
dulce,
enervante,
delicada símil-vulva
preceptora de caricias
inventadas destinadas
a albergan mi varonil apéndice,

tu lengua inobjetablemente soñadora,
favorita,
protegida de 32 blancas tus murallas,
propiedad adornada
por aquellos tuyos;
rojos tan mis adoradores labios,
irreverente,
mal hablada,
viperina,
dividida en dos amor,
completamente doctrinaria…


6ayo … a unos días de que me entre la primavera de extrañarle….

reconciliación

¿Y si te vas un tiempo?,
digamos tres días,
así amor, sin decir nada,
ni a donde, ni a qué,
tomas las llaves de la mesa
y también la de repuesto
y te marchas,
digamos que despierto,
me muero de angustia
huelo tu almohada
y presiento que aún
te encuentras cerca
salgo, grito, ladro como perro,
no te encuentro,
me meto en el caparazón
del caracol,
y te extraño,
me unto sal en las heridas,
me revuelco en mi miseria
y de nuevo ladro que te extraño

al tercer día mi Jesús amor,
sin religiones ni agüeros de por medio
te me resucitas en el alma,
llegas paso a paso en calma
y me encuentras envuelto
en un capullo creado
por mi propia baba,
te sientas a mi lado
y me desnudas del capullo cual crisálida,
me das un beso y me despierto,
y me dices muy quedito;
me fui por algo bello
te lo traigo de regalo,
y abres tus manos de rezo
y me das, nada mas para que aprenda,
una hermosa reconciliación.


6ayo 22.2.10

Celos

Mi piel de buey
rugosa como lija
a la que no se le para
ni una mosca en zapatillas
y la hiel que se derrama
en el escenario en cada drama,
la tuya piel pinche príncipe de miel
entera de mis celos locos
y tus ojos posados en las revistas rosas
sin hacerle fiestas a mis letras,
y tu risa sobre mis berrinches
y el no mames guey
te amo rey, tú eres mi gayo
-bueno no así de claro-
me encabronas corazón
pero me doblas con la luz
de tu sonrisa mi chico maravilla

y yo con esta piel rugosa
y haciendo el gesto del encabronado
tú sonríes, me das un beso
y me mandas al carajo
pinche drama, ay que celos
te amo ¿me amas?.

¡Carajo!.. esto es el cielo..



6ayo….. para su gayito…. 23.2.10

Señor apiádate

Apiádate Señor de aquellos
que en este siglo aún creen que al amor,
/extraña palabra/
sólo alberga el sentido
profano de ser limitado,

apiádate de sus creencias
tan limitadas que los impulsan
a repulsar a los que con amor
van tirando paredes y leyes,
caramelitos y bueyes,
tabúes y luces que incendia
su terrible oscurantismo,

apiádate si puedes de los padres
que niegan a sus hijos por albergar
lo que ellos dicen son perversiones
y no miran que aman a ciegas
escondiendo sus cartas en los baúles
donde ellos mismos han apilado tu bella palabra.

Apiádate de mí señor
que soy a tu imagen y semejanza
y que de un corazón semejante
he prendido mi alma
y el amor que me diste,

apiádate de cualquier semejanza
que duela a potro y a leña verde
y de mí que si en ésta locura
de amar diferente
decides dictar alguna condena,
que si así lo decides señor,
espero con fe que Dios, se apiade de ti.

6ayo…. 7.3.10……… En un día del mes para amarte a rabiar

Rey de éste mi cielo…

Ajústate a mi boca Jesús como lo hago yo
a tu nombre en cada una de mis oraciones,
ajústate en mí amor,
y déjame ajustar en ti mí amor.

Comulguemos en ésta intimidad
que a otros causa miedo,
hagámoslo de apéndice a boca,
de boca a apéndice,
de lengua a lengua
y de lengua a lo que “no se toca”,

exploremos rey de éste mi cielo
con los labios lo que es bello
a través de nuestros vellos,
y gimamos de placer
y con amor; ay Jesús, ay Dios mío
soy reflejo de la semejanza
eres semejanza del Señor amor,
eres en la tierra el cielo,
el cielo que en la tierra
dicen que por amarte
yo no me merezco.

Comulguemos corazón con nuestros cuerpos,
que la sal bendita salga de tu espalda,
vientre y cuello, tu sudor y el mío
que sean los oleos santo y bebamos
-niño caramelo piel de leche crema-
cada uno de el otro y brindemos con amor,
por estar en esta tierra-cielo juntos,
a pesar de las contra corrientes.

Gayo 5.3.10 en un día completamente religioso (suspiros)
.

Que conste...

Un día botaré mi piel de tímido cordero,
la botaré en su cara sin oprobio ni respeto,
sin malicia, ni rencor, con la única intención
de tapar tus ojos y después, a ojos cerrados,
puedas sin temor,
oler a lo que huele un hombre,

¿lo ves, huele como tú, /perdón, usted/?,
¿entonces pues, a qué le tienes miedo?,
me llama la atención hombre cabron
que siendo igual que yo me señales con el dedo,
tengo lo que tú ¿quieres verlo?

Jesús me dijo un día
búscame en las esquinas,
encuéntrame en tu corazón,
somos barro, somos polvo,
cuídate de los idiotas
de lo demás te cuido yo

porqué usted señor me juzga con su dedo,
¿le hace falta uno y por eso lo presume?.

El día que huela usted mi piel
desnuda de la borra de borrego
emparejaremos juicios,
y entonces sí señor cabron, le haré una pregunta

¿Qué hace usted al amparo de la oscuridad
debajo de las sábanas?

Si responde bien, sí no lo hace y se lo calla
le tengo una recomendación:
guarde usted su dedo, guárdelo atrás de usted
muy bien en donde no le de ni el viento,

entonces y sólo tal vez,
comprenda usted mi goce,
y sí ni así lo logra comprender,
vaya buscando un proctólogo decente,
y entonces sí, me cuidare de usted.

6ayo…. En un día como el de ayer 27.1.10

Lobos

Das la vuelta en un poema,
de la nada apareces como fantasía,
como aleteo de labios,
como viento del suspiro de una mariposa,
con enormes alas jalisquillas
de algodón de azúcar juego de mi mente,
con tus doctos lentes,
fugitivo de la luz el día,
amante de la amante noche,
guía de los sueños de pantalla,
locura de la razón ausente,

tú mirada, carajos, que mirada,
bendito Dios que entre esa tentación
y yo pusiste la pantalla de por medio

por ti guía de mis sueños trastocados
en la humedad de pesadilla
no lo dudaría,
haría palidecer gran lobo a los lobos
te aullaría cada día,
cada noche con su luna
en tu esquina, en cada vuelta…


6ayo….. para un gayetito muy hermoso……… en el día de la bandera

¿Cogemos?

Déjame cubrirte con mis años
mientras tú lo haces con tu piel
bella, verde, joven,
con tu pelo jirones de miel cielo,

y rindamos cuentas
a las urgentes fantasías
del amor de locos
en el cuerpo de tímidos corderos de domingo
mientras nuestras ropas-pieles
/que allá afuera miran los lobos
que se dicen hombre/,
duermen en la alfombra,

quedémonos de piel tú en mí
y la mía que también te cubra,
cerremos puertas y ventanas
y mientras la tarde gime su caída
y la noche llora en silencio su llegada,
ábreme pequeño, ábreme los ojos,
deja maravilla que te observe,
cierra tu mirada y siente corazón
como me palpita el alma en el amor,

has que tus piernas queden quietas
en mis hombros mientras
mi aliento las calienta
y me miro en movimiento en tus ojos de hombre
cuando nuestras almas se froten una a la otra
y que le duela a quien le duela
nos volvamos sin prejuicio alguno, uno solo,

y que el dios del hombre intolerante
que no entiende de amores nos perdone
si le place,
mientras nuestro amor de hombres
se empapa de simientes,
y le hace el verdadero sacrificio
a nuestro Dios que es pleno de amor;
sin etiquetas, sin nombre, sin prejuicios
sin los dramas de los sacerdotes
que se dicen hombres
y nos mandan infierno,
mientras cubren con enormes faldas
sus verdaderas perversiones...

6ayo 21.2.10

Escribamos

Recógete del suelo y trae acá
tu piel de leche crema,
deja en mis manos tu cubierta
/frívola piel tela acariciante de tu cuerpo/
deja que la arranque.
Tú despacio desnúdame tu alma,
anda niño, apuñalemos
por la espalda esa falsa moral
que entre los dos nos queda grande,
mi alma es tuya, envuélvela en tu aliento.

Escribamos tú en mi piel
y yo en tu alma
/y cambiemos de papeles; que sea viceversa/
el aroma de nuestras somáticas fragancias,
lavémonos con ellas lo que otros ven
como pecados curiosos de la vida.

Toma Jesús mío niño principito,
recógete del suelo de mi mano,
súbete de un brinco a mis zapatos,
yo te invento nuevos bailes,
crucifícate en mis brazos
yo te cubro de temores.

6ayo 3.3.10 en un día común

Que conste.

Un día botaré mi piel de tímido cordero,
la botaré en su cara sin oprobio ni respeto,
sin malicia, ni rencor, con la única intención
de tapar tus ojos y después a ojos cerrados,
puedas sin temor,
oler a lo que huele un hombre,

¿lo ves, huele como tú, /perdón, usted/?,
¿entonces pues, a que le tienes miedo?,
me llama la atención hombre cabron
que siendo igual que yo me señales con el dedo,
tengo lo que tú ¿quieres verlo?

Jesús me dijo un día
búscame en las esquinas,
encuéntrame en tu corazón,
somos barro, somos polvo,
cuídate de los idiotas
de lo demás te cuido yo

porqué usted señor me juzga con su dedo,
¿le hace falta uno y por eso lo presume?.

El día que huela usted mi piel
desnuda de la borra de borrego
emparejaremos juicios,
y entonces sí señor cabron, le haré una pregunta

¿Qué hace usted al amparo de la oscuridad
debajo de las sábanas?

Si responde bien, si no lo hace y se lo calla
le tengo una recomendación:
guarde usted su dedo, guárdelo atrás de usted
muy bien en donde no le de ni el viento,

entonces y sólo tal vez, comprenda usted mi goce,
y sí ni así lo logra comprender,
vaya buscando un proctólogo decente,
y entonces sí, me cuidare de usted.

6ayo…. En un día como el de ayer 27.1.10

Jesús te ampare

Jesús me ampare
y me amparé en tus labios
de brillos de cuchillos
y puñales curvos hacia abajo,
bebí de tu mirada clara entonces,
-turbia ahora- mis asfixias,
la saliva tuya, la saliva mía,
el bolo envuelto en lodo,
las angustias, la manzana
atravesada en la garganta.


La hiel de buey, tu saliva,
la ley del hombre sobre el hombre,
los bufidos, Jesús amor,
amor Jesús y mis;
¡ay Dios!,
hay Dios, lo sé en esta hora,
y tú amor, y tu amor de poca edad
tan poca madre,
de madera seca y chispa joven
y tronco de crecida la marea.


Y Jesús, me amparo con tus labios,
con tu amor,
y el manto de tu piel, leche, crema,
¡ay Dios!.


Ay Jesús, y crecerás amor,
amor de pie sin mí, de piel de amor,
el tiempo volará y seré polvo
y volaré ya muerto a tus ojos
y en tus ojos joderé, Jesús,
a tus niñas hasta eyacularme
y germinarme en ti amor,
y entonces, sí cariño,
que Jesús te ampare a ti.


6ayo
en el día del soldado 19.1.10

Te estoy mirando y recordando

Hasta en el vuelo de las idas
de los cuervos que bebieron
del llanto que llovió en mis mano
el día que te marchaste
con mis ojos violados los pendejos
de tanto mirarte con el corazón
y no como al final del enamoramiento
terminaste siendo.

En la desazón de saber
que en ocasiones las aves,
los ángeles, las mariposas
y las personas vuelan mas por ser ligeras
que por el hecho de mover las alas,
y de sentirlo con ardor en carne viva
y haber firmado en tu frente que /te amo/,
sólo para ver como a ese beso lo limpiabas
con la misma sábana que a nuestros sedimentos.

Y te miro a corazón cerrado,
y te huelo en olor sepia de las fotos
que se te olvidaron,
y así sin más niño liviano, te recuerdo
hasta en el amor mío que en ti, no fructificó.
6ayo 1.3.10 en el día mundial de recordarlo.
.

Príncipe

Te vi tan príncipe de azul
que me inventé las buenas noches,
me tiré sin preámbulo,
sin miramientos a tus pies
que pastoreaban mis ovejas,
mis sueños,
mis reinados de bombón y chocolate,
me tiré a tus manos,
despeñé mis sueños,
me empeñé sin factura
por completo a tus besos
y vacié en tu piel tan blanca leche,
en tu espalda,
en tu cara mi amor
a borbotones príncipe,
me di a ti en cuerpo
y cuando estaba apunto
de brindarte mi alma
descubriste el rostro de tu capa,
sonreíste siniestro cual mentira bien urdida
y barato me botaste cual zapatos viejos,
partiste por tu merecido trono,
desgraciado eunuco rey creciste,
desgraciado amor ...


.
6ayo

...en el dia del soldado... 19feb10

En blanco...

Es el mísero destino que le pone acero
al ron para caer en la conciencia a plomo,
ésta caída desgraciada a ojos cerrados
de esperarte una quincena,
me da vértigo,

¿te acuerdas de mi cicatriz herida?
creo que un beso tuyo
la abrió del estomago hasta el alma,
la he bañado en sulfas,
enfriado con dos hielos brandy,
y con desprecio por si acaso,

ay cabron caramelito hermoso
arde, quema, duele,
y en el pinche masoquismo
de traer corbata diaria
/por aquello de la elegancia/
y ver una tremenda viga
aflora el miedo /que también es blanco/
y no me cuelgo por aquello de tus miedos,

recuerdo activo el de allá abajo
de tu ombligo,
perchero de madera viva
donde colgaba la esperanza,
los terrores
la vida y la cristiana boca
con la que gemía;
ay Jesús, ay mi Dios
no pares amor,
y allá abajo en la calentura de mi infierno
no parabas,
sólo a tiempo conteníamos
los dos la blanca explosión del alma
para comenzar de nuevo,

ha de ser el plomo,
siento que me muero
sí, me duelo a que me muero,
¿otro ron? ¿otro perchero?
nada amor,
mejor te llamo por teléfono,
si no respondes no hay bronca,
no me cuelgo,
prefiero esperar tu blanco miedo.



6ayo 26.2.10
solo, ay que solo y sólo extrañando la quincena

Dios y dios

Mientras levantaba mis brazos al cielo
para hacerle una seña obscena,
fui recordando tus pasos en la recamara,
recordé cada beso,
recordé tu espalda al salir por la puerta
–que bello has embarnecido Jesús-
y después del pinche portazo, sólo tu aroma.
Debe haber sido un viaje eterno
el de mis brazos al cielo,
como eterno lo que vivimos,
como el amor de todos mis siglos que te dedico,
como la sal de los mares que se destilaron
a través de mis lagrimales,
como la flecha que atravesaba
la manzana de mi garganta hasta
el pezón de la izquierda que fungió como diana

Me harté de los malos designios,
Y de los alevosos dolores,
miré con la furia de todos los ángeles negros al cielo
y esgrimí contra todo lo azul,
contra todo lo blanco y lo negro la blasfemia
que aprendí en mi paso por el infierno.

Y Dios me escuchó con su omnipotente asombro;
me erigió como el dios de mi propio delirio,
la lluvia de mis mejillas cesó,
y supe con el asombro sencillo del hombre
que también los amores y desamores
que hay entre hombres, nacen benditos por el Señor.


6ayo 28.2.10 en un 28 destinado a Judas