martes, 30 de agosto de 2011

Coartada sin puntos ni comas


qué en dónde estaba mi mirada aquella noche
en la que tu piel de noche tibia
se hacía cargo de la mía y
mis manos rudas con sus palmas despeinas y
sus dedos húmedos de tus cavernas caían rendidos
a un costado de la cama dándose ante tu mirada presos
del vaivén
de las olas bravas agitadas por la tormenta de tu cuerpo

qué en dónde estaba el brillo de mis ojos
que buscabas de testigo
para que esa noche de tu piel de noche
se quedara como orden de amo a su sirviente
en tu mente para siempre y
no la encontraste ni
gritando ni
gimiendo ni
levando con tu lengua de acertijo
las membranas de mis ojos

estaba corazón de arena presente respondiendo
a tus caricias como ausente
quemándose como haz de azufre
cual pabilo
como mecha a un lado de las lindes de tu cuerpo
despojándole con el ruido del silencio a la razón de su conciencia y
contando y
recontando sobre un cielo blanco
las estrellas y
cometas y
silbidos y
los truenos de los fuegos de artificio


Gayo. 30.8.11 en una tarde en la que hasta el viento en la calle suena a su aliento, sabe a suspiro y con su ulular sólo me recuerda como esa noche se rindieron a sus pies cada una de las prendas.

Nota 1. Entre un amigo y aquel que se dice amigo, hay una vida de diferencia.

Nota 2. la chica boba del salón, buenísima por cierto, le dice al novio; amor, tengo un retraso. A lo que el novio sin prestarle mucha atención le responde -¿uno?, tienes varios, pero así me gustas.

Nota 3. No hay peor machismo que aquel que sin saber, o sin querer, o tal vez sin pretenderlo, inculcan las madres a sus vástagos.

Pd; Se lava y plancha ropa ajena, sólo fuera del país, precios competitivos, trabajos recomendados por la más vieja de mi casa, interesados (as) mandar boleto de avión y viáticos.

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