Nos están creciendo, ave de mi sueños,
los olvidos, la mesa, la cama,
el trecho entre café y
café y
los silencios que se apenan en el diario,
las cosas que nos disgustaban y
que ahora se hacen de tal forma cotidianas
que ya no vale la pena hacerles la gala
de los sortilegios de buenaventura,
las paredes de la enredadera y
las buganvilias…, las distancias,
nos está creciendo sin delicadeza la lectura de la letra muerta
en los espacios que otrora usábamos para los besos,
las llamadas,
los suspiros y
el cuerpo a cuerpo entre los brazos,
está creciendo la añoranza
del tú y yo de otros tiempos,
las noches con la vista fija en el techo,
los finales con un solo punto
sin reconciliaciones que ahora saben
a sal con aguan de los ojos en la almohada,
qué derrota es esta que nos crecen y
nos crece
como viento de aleteo de golondrinas extraviadas en invierno,
cristal de mi mirada, nos están creciendo alas
mientras la vida se nos va como agua por los ojos.
Gayo 2.8.11 en una tarde que se siente como otra tarde, como otra bruma, como si la soledad se anidara en la parte izquierda del nido que le guardo.
Nota 1. Deberían ser más largos los momentos de pensar que uno es el que le da importancia a las cosas, a las gente, al tiempo compartido y más breve los momentos de mirar las calles que nos miran.
Nota 2. Los notarios están tan llenos de palabras ajenas que no les da tiempo para sí mismos, ni para no mismos.
Nota 3. Y… entonces, en un arrebato de desamor el azúcar le dijo al café; a tu lado mi vida es amarga.
martes, 2 de agosto de 2011
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Sr Gayo, como crece la añoranza...las ausencias inspiran.
ResponderEliminarBello, bellisimo poema!! me permito seguirle en su blog , aunque no se si esto se puede hacer sin previa invitación, ja,ja, si no me corre por aqui me vera de vez en cuando, un abrazo:
Ethel (Marea nueva)