martes, 30 de agosto de 2011

Penitencia

tal vez no debieron
ser mis manos en tu piel de noche tibia,
en tu mar de ojos
de palabras
de boca
de pezones,
tal vez no debió quebrarse mi mirada tuya
ni mi verbo en tu palabra,
tal vez no debió mi boca haber sido
en tu cuello cueva abierta de ladrones
intentando contagiarte de mi aliento,
tal vez no debiste ser espejismo en mis pupilas
ni dolor de amor en el costado izquierdo de mis ruegos,

no lo sé…

quisiera ser titiritero, mago, o
simplemente el relator de mi pasar por este mundo y
variar el rumbo de lo hecho desde
el día previo al conócerte y
escribir como memoria el haberme quedado
plantado en la estación esperando a que llegaras y
que no llegaras y
después recordar la cama fría y
no tibia,
seca y
no como la dejaste,
sola y
sin nosotros, y
sembrar en este año un nuevo calendario
con un mayo menos mentiroso sin pecados para ti,
ni los sueños de tormenta que en mis ojos
te sucedieron como eterna penitencia…


Gayo. 30.8.11 en una tarde después de ver entre la multitud del metro una hirsuta cabellera cual de león, una espalda delicada de tres cuartas justas, un andar de mar con un perfume tenue como rosas y después saber que un espejismo es también una mentira…

Morir de amor es un morir lento, pero jamás será el camino para la salvación.

Mi país se ha vuelto rojo, por donde quiera escupe plomo, por donde quiera deja dudas, lutos y pesares, mi país estaría mucho menos de dolor si se murieran los políticos corruptos.


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