lunes, 29 de agosto de 2011
Sabe
si la piel de aquella noche
se quedó como carne entre las uñas
cuando la luz que mora en mí trató de detenerte y
te marchaste con la firme decisión de ser recuerdo,
ausencia,
sólo carne, y
aún así
fuiste bello espejismo bello en el breve instante
que tu cuerpo durmió a una cuarta de mi mano manca,
te quedaste cual pecado, cual brebaje de salvado,
como hilos de tus prendas en mis hombros
al regreso por la calle fría,
oscura,
sola
con la realidad entre las manos oliendo a sexo,
a tu aliento,
a esperanza de un adiós adelantado, y
total,
olvidarte para qué,
si eres en mis ojos como luna en novilunio,
en mis labios como garfio con tu lengua de carnada,
como azúcar mascabado en mi piel que sabe a qué te extraña.
Gayo 28.8.11 en una tarde en la que he visto en otra esquina sus aristas, en otra ciudad la banca de su parque, en otras avenidas sus curvas sus rectas y su y griega, en otra imagen su imagen que me vio a los ojos y no era yo lo que buscaba…
Cuando probé la sal de sus ojos supe el sabor de todos los mares.
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Ufff!
ResponderEliminarNo es bueno sentirse tan melancólico lunes por la tarde...
...al menos no para mí...
y así me siento, y ahora más... ainssss.
Nada...
Te sigo.