martes, 30 de agosto de 2011
Coartada sin puntos ni comas
qué en dónde estaba mi mirada aquella noche
en la que tu piel de noche tibia
se hacía cargo de la mía y
mis manos rudas con sus palmas despeinas y
sus dedos húmedos de tus cavernas caían rendidos
a un costado de la cama dándose ante tu mirada presos
del vaivén
de las olas bravas agitadas por la tormenta de tu cuerpo
qué en dónde estaba el brillo de mis ojos
que buscabas de testigo
para que esa noche de tu piel de noche
se quedara como orden de amo a su sirviente
en tu mente para siempre y
no la encontraste ni
gritando ni
gimiendo ni
levando con tu lengua de acertijo
las membranas de mis ojos
estaba corazón de arena presente respondiendo
a tus caricias como ausente
quemándose como haz de azufre
cual pabilo
como mecha a un lado de las lindes de tu cuerpo
despojándole con el ruido del silencio a la razón de su conciencia y
contando y
recontando sobre un cielo blanco
las estrellas y
cometas y
silbidos y
los truenos de los fuegos de artificio
Gayo. 30.8.11 en una tarde en la que hasta el viento en la calle suena a su aliento, sabe a suspiro y con su ulular sólo me recuerda como esa noche se rindieron a sus pies cada una de las prendas.
Nota 1. Entre un amigo y aquel que se dice amigo, hay una vida de diferencia.
Nota 2. la chica boba del salón, buenísima por cierto, le dice al novio; amor, tengo un retraso. A lo que el novio sin prestarle mucha atención le responde -¿uno?, tienes varios, pero así me gustas.
Nota 3. No hay peor machismo que aquel que sin saber, o sin querer, o tal vez sin pretenderlo, inculcan las madres a sus vástagos.
Pd; Se lava y plancha ropa ajena, sólo fuera del país, precios competitivos, trabajos recomendados por la más vieja de mi casa, interesados (as) mandar boleto de avión y viáticos.
Víctima de un sueño
Esa noche las cosas se dieron de tal manera que sólo quedaba esperar a que los invitados se fueran cada cual a su habitación para hacernos uno del otro, para que sus dedos recorrieran el mapa de mis carnes y los míos escribieran sobre la suya algún poema que hablara de amor, pasión y sexo, o tal vez sería mejor que hablara sin amor del sonar de sus huesos al compás de los míos, de su hermosa piel canela que cubría su hermosa carne y que a su vez cubriría el bao de la nave que transportaba mi alma en busca de la luz de la suya.
Esa noche estaba puesta para que la ropa cayera, y cayó, sin orden ni plan ni estrategia, la orden pudiera haber sido que la ropa dejara su piel al descubierto ante mi mirada que descubrió que su hermoso color canela era más tenue donde el sol por pena y por la misma ropa, pocas veces tocaba, pero la ropa calló como minuto de respeto ante el sortilegio de los besos y se fue a caer chistar al rincón más lejano de la cama.
El plan era romper las leyes de la física y ser dos materias, una materia, de nuevo dos materias y luego una materia en un mismo espacio, se trataba de corroborar que en ocasiones, durante algunas noches, el sumar uno más uno da como resultado uno.
La estrategia era darnos sin darle oportunidad de parlamento a la tregua ni al armisticio, usando las sábanas aladinas como bandera de guerra si bajarnos de ellas y redoblar la ofensiva, los ataques y asaltos, la toma por la buena de las trincheras, el tomar su alma como prisionera y después intercambiarla por el rehén que ya era la mía.
Esa noche las cosas se dieron como se preveía, todo en lo horizontal fue más que bueno, lo malo es que me quedé prendido de su alma, de su cuerpo e inteligencia aún sabiendo que todo era de paso, solo una noche, solo un rato.
Me dejó porque su hacer no era a mi lado y porque mis expectativas –curiosamente lo único en lo que diferíamos- no correspondían a las suyas que eran más de broma, más de un sólo día con su noche, y realmente lo siento, pues yo soy serio, bastante canalla pero de amar a largo plazo. ¡Demonio! Me había prometido olvidar esa noche ¡pero qué carajos!, ¿a quién puede molestarle ser víctima de uno en los sueños de soñar por las noches?.
Gayo. 30.8.11 en una tarde con nubes grises que pronostican lluvia en los techos, en las aceras, en los prados, en los ojos, en los recuerdos y tal vez, ojalá y así sea, en su corazón.
Nota 1. Las noches sin luna y mis labios sin los suyos son primos cercanos de la melancolía.
Nota 2. Esta nota se rehúsa terminantemente a ser cómplice de las melancolías.
Nota 3. a la Nota 2 se le ha levantado un acta administrativa por rehusarse a cumplir las labores para las cuales fue contratada.
.
Esa noche estaba puesta para que la ropa cayera, y cayó, sin orden ni plan ni estrategia, la orden pudiera haber sido que la ropa dejara su piel al descubierto ante mi mirada que descubrió que su hermoso color canela era más tenue donde el sol por pena y por la misma ropa, pocas veces tocaba, pero la ropa calló como minuto de respeto ante el sortilegio de los besos y se fue a caer chistar al rincón más lejano de la cama.
El plan era romper las leyes de la física y ser dos materias, una materia, de nuevo dos materias y luego una materia en un mismo espacio, se trataba de corroborar que en ocasiones, durante algunas noches, el sumar uno más uno da como resultado uno.
La estrategia era darnos sin darle oportunidad de parlamento a la tregua ni al armisticio, usando las sábanas aladinas como bandera de guerra si bajarnos de ellas y redoblar la ofensiva, los ataques y asaltos, la toma por la buena de las trincheras, el tomar su alma como prisionera y después intercambiarla por el rehén que ya era la mía.
Esa noche las cosas se dieron como se preveía, todo en lo horizontal fue más que bueno, lo malo es que me quedé prendido de su alma, de su cuerpo e inteligencia aún sabiendo que todo era de paso, solo una noche, solo un rato.
Me dejó porque su hacer no era a mi lado y porque mis expectativas –curiosamente lo único en lo que diferíamos- no correspondían a las suyas que eran más de broma, más de un sólo día con su noche, y realmente lo siento, pues yo soy serio, bastante canalla pero de amar a largo plazo. ¡Demonio! Me había prometido olvidar esa noche ¡pero qué carajos!, ¿a quién puede molestarle ser víctima de uno en los sueños de soñar por las noches?.
Gayo. 30.8.11 en una tarde con nubes grises que pronostican lluvia en los techos, en las aceras, en los prados, en los ojos, en los recuerdos y tal vez, ojalá y así sea, en su corazón.
Nota 1. Las noches sin luna y mis labios sin los suyos son primos cercanos de la melancolía.
Nota 2. Esta nota se rehúsa terminantemente a ser cómplice de las melancolías.
Nota 3. a la Nota 2 se le ha levantado un acta administrativa por rehusarse a cumplir las labores para las cuales fue contratada.
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Penitencia
tal vez no debieron
ser mis manos en tu piel de noche tibia,
en tu mar de ojos
de palabras
de boca
de pezones,
tal vez no debió quebrarse mi mirada tuya
ni mi verbo en tu palabra,
tal vez no debió mi boca haber sido
en tu cuello cueva abierta de ladrones
intentando contagiarte de mi aliento,
tal vez no debiste ser espejismo en mis pupilas
ni dolor de amor en el costado izquierdo de mis ruegos,
no lo sé…
quisiera ser titiritero, mago, o
simplemente el relator de mi pasar por este mundo y
variar el rumbo de lo hecho desde
el día previo al conócerte y
escribir como memoria el haberme quedado
plantado en la estación esperando a que llegaras y
que no llegaras y
después recordar la cama fría y
no tibia,
seca y
no como la dejaste,
sola y
sin nosotros, y
sembrar en este año un nuevo calendario
con un mayo menos mentiroso sin pecados para ti,
ni los sueños de tormenta que en mis ojos
te sucedieron como eterna penitencia…
Gayo. 30.8.11 en una tarde después de ver entre la multitud del metro una hirsuta cabellera cual de león, una espalda delicada de tres cuartas justas, un andar de mar con un perfume tenue como rosas y después saber que un espejismo es también una mentira…
Morir de amor es un morir lento, pero jamás será el camino para la salvación.
Mi país se ha vuelto rojo, por donde quiera escupe plomo, por donde quiera deja dudas, lutos y pesares, mi país estaría mucho menos de dolor si se murieran los políticos corruptos.
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ser mis manos en tu piel de noche tibia,
en tu mar de ojos
de palabras
de boca
de pezones,
tal vez no debió quebrarse mi mirada tuya
ni mi verbo en tu palabra,
tal vez no debió mi boca haber sido
en tu cuello cueva abierta de ladrones
intentando contagiarte de mi aliento,
tal vez no debiste ser espejismo en mis pupilas
ni dolor de amor en el costado izquierdo de mis ruegos,
no lo sé…
quisiera ser titiritero, mago, o
simplemente el relator de mi pasar por este mundo y
variar el rumbo de lo hecho desde
el día previo al conócerte y
escribir como memoria el haberme quedado
plantado en la estación esperando a que llegaras y
que no llegaras y
después recordar la cama fría y
no tibia,
seca y
no como la dejaste,
sola y
sin nosotros, y
sembrar en este año un nuevo calendario
con un mayo menos mentiroso sin pecados para ti,
ni los sueños de tormenta que en mis ojos
te sucedieron como eterna penitencia…
Gayo. 30.8.11 en una tarde después de ver entre la multitud del metro una hirsuta cabellera cual de león, una espalda delicada de tres cuartas justas, un andar de mar con un perfume tenue como rosas y después saber que un espejismo es también una mentira…
Morir de amor es un morir lento, pero jamás será el camino para la salvación.
Mi país se ha vuelto rojo, por donde quiera escupe plomo, por donde quiera deja dudas, lutos y pesares, mi país estaría mucho menos de dolor si se murieran los políticos corruptos.
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lunes, 29 de agosto de 2011
Sabe
si la piel de aquella noche
se quedó como carne entre las uñas
cuando la luz que mora en mí trató de detenerte y
te marchaste con la firme decisión de ser recuerdo,
ausencia,
sólo carne, y
aún así
fuiste bello espejismo bello en el breve instante
que tu cuerpo durmió a una cuarta de mi mano manca,
te quedaste cual pecado, cual brebaje de salvado,
como hilos de tus prendas en mis hombros
al regreso por la calle fría,
oscura,
sola
con la realidad entre las manos oliendo a sexo,
a tu aliento,
a esperanza de un adiós adelantado, y
total,
olvidarte para qué,
si eres en mis ojos como luna en novilunio,
en mis labios como garfio con tu lengua de carnada,
como azúcar mascabado en mi piel que sabe a qué te extraña.
Gayo 28.8.11 en una tarde en la que he visto en otra esquina sus aristas, en otra ciudad la banca de su parque, en otras avenidas sus curvas sus rectas y su y griega, en otra imagen su imagen que me vio a los ojos y no era yo lo que buscaba…
Cuando probé la sal de sus ojos supe el sabor de todos los mares.
domingo, 21 de agosto de 2011
Escombros
Qué sería de mi entorno sin las tardes
frescas de nostalgia seca,
sorda,
muda,
de las tardes con la mirada desnudando
al asfalto sin mover las hojas,
de mi voz que despierta antes de mí
en cada noches con tu nombre y
suena a plegaria antigua,
al bálsamo que cura mansamente los despojos
que no duermen más, que se saben intoxicados
de sombra y
suelo,
de dolor y
duelo,
de noches que se hacen tarde entre el sisear
del viento que silba tu nombre
entre los dientes apretados
de la gris persiana.
Qué sería de mis letras -testigos
de mi entorno- que se miran entre ellas
asombradas sin razón ni luz ni sombra, y
de mí que creo todo y
nada y
que te invento en la caída de las tardes
entre los escombros de mentiras,
a mi lado, de verdad a mi lado y
en cada verso.
Gayo. 20.8.11 en una tarde con caída lenta, con versos tropezando con el horizonte celoso de sol y luna…
Nota 1. Pase a la Nota 2.
Nota 2. Gracias por pasar por aquí, pase a la Nota 3
Nota 3. En un restaurante de lujo el mesero pregunta: Señora, ¿Vino de la casa? -No, vengo del trabajo.....
frescas de nostalgia seca,
sorda,
muda,
de las tardes con la mirada desnudando
al asfalto sin mover las hojas,
de mi voz que despierta antes de mí
en cada noches con tu nombre y
suena a plegaria antigua,
al bálsamo que cura mansamente los despojos
que no duermen más, que se saben intoxicados
de sombra y
suelo,
de dolor y
duelo,
de noches que se hacen tarde entre el sisear
del viento que silba tu nombre
entre los dientes apretados
de la gris persiana.
Qué sería de mis letras -testigos
de mi entorno- que se miran entre ellas
asombradas sin razón ni luz ni sombra, y
de mí que creo todo y
nada y
que te invento en la caída de las tardes
entre los escombros de mentiras,
a mi lado, de verdad a mi lado y
en cada verso.
Gayo. 20.8.11 en una tarde con caída lenta, con versos tropezando con el horizonte celoso de sol y luna…
Nota 1. Pase a la Nota 2.
Nota 2. Gracias por pasar por aquí, pase a la Nota 3
Nota 3. En un restaurante de lujo el mesero pregunta: Señora, ¿Vino de la casa? -No, vengo del trabajo.....
jueves, 18 de agosto de 2011
Capital
Tu piel de sal sin ti en todos los recuerdos
de labios y besos de aceitunas y
de dos palabras vanas
que nacieron sordas,
que murieron mudas,
que arden y
renacen en mis venas,
que se velan solas sin cirios
con falsarios credos,
con apócrifos rosarios,
Tu piel de azúcar en mi piel sin ti ni dudas
ni sombras ni partidas y
lo que escondí atrás de tus oídos
para que te salve,
para que un día cualquiera,
una tarde bella
o una noche cuando te despiertes,
te sirva de hostia y
te absuelva.
Tu piel de mar y bruma de sueño y nube,
de arena terrón de mascabado,
mal mimada, mal versada,
pobres de mis dedos,
sigues siendo tú, capital de sal y azúcar,
de esperanza y
sueños con amnesia.
Gayo 18.8.11 en una tarde en la que escribir sabe a tónico de no me olvides, a esperanza de que me recuerdes, a la misma locura de haberme creído de tus labios que eterno, siempre y nunca si existen.
Sin nada que decir de nuevo
Cuando le hice la promesa, ya habían pasado por mi piel bastantes cuerpos, por mi corazón uno o dos amores, por mis enmarañadas letras mil versos que sabían a mil mentiras, por mis días, días de olvidar y días de recordar y de calar con tinta sangre, por cuestiones de la amnesia, en la corteza de mi diario cada gota, cada lluvia, cada viento con todos sus suspiros, cada caricia con todos los luceros y sus fuegos de artificio, iniciales entrelazadas que no decían nada a pesar de recordar con cada letra su mirada.
Desde que levanté de debajo de aquella higuera al desolado ángel de la guarda que aun cuidaba el cadáver de aquel tipo que aún tenía en sus manos las monedas del pago y me volví un autentico canalla, siempre he tratado de decir la verdad, así que vano hubiera sido decirle a este nuevo amor que sólo a su piel habían adorado mis dedos, que sólo a su corazón le había rezado después de construirle en mi memoria su templo, ¡no!, la verdad ante todo, bien sé que le dije justo antes de que nuestra ropa, bajo su propio albedrío, se acomodara en el rincón de aquel cuarto de aquel hostal en aquel día de hace dos años, que mi vida ya tenía su “amor de mi vida”, que ya me había cortado por otra piel las venas, que ya sabía yo lo que era morir tres veces al día como prescripción docta leída en alguna revista del corazón, pero que no se preocupara, que ya había aprendido a esconderme tras las esquinas y sacar por el filo de ellas sólo mis ojos para que nadie me reconociera, que ya tenía experiencia como aparecido en el café donde nadie me esperaba, que ya había comprendido que todo mundo sabe quién es el mudo del teléfono a las tres de la mañana, que ya había jugado a ser humano y que podría amarle tanto o más que cualquiera, que sentía que su amor era distinto y que le prometía serle fiel por los siglos de los siglos aún cuando después de que su muerte acaeciera en su carne y sus huesos y otro ángel se atravesara por mi vida y tuviera que besarle, no por amor ni para calmar la lívido, sino para conjurar su mala suerte de ser eterno y aun afrontando el riesgo de que mis labios se volvieran a fundir y de nuevo se desfiguraran, le seguiría amando.
Apenas son dos años que se largó sin importarle nada y que por su puesto ya no tengo para mí la piel que cubre su cuerpo, no sé, pero creo que me deprime estar olvidando tan pronto las gotas de la regadera al cruzar su cuello y después su pecho, su abdomen y después el propio llanto del agua al reventar en el suelo, el laberinto de su rubia cabellera, los ciento diez lunares que habitaban en su piel de leche como auténticos luceros, el aroma de su aliento envidia de la flor de manzanilla, su mirada tan larga como mar en calma, ¡ah! como le extraño a mi lado aunque cada día que pase rompa un poco mi promesa y le ame menos y menos le recuerde.
¡Demonios! ¿Por qué seré tan falso?
Gayo. 18.8.11 en una tarde en la que he descubierto que en el mercado se vende de todo, menos infusión para sanar los recuerdos.
Desde que levanté de debajo de aquella higuera al desolado ángel de la guarda que aun cuidaba el cadáver de aquel tipo que aún tenía en sus manos las monedas del pago y me volví un autentico canalla, siempre he tratado de decir la verdad, así que vano hubiera sido decirle a este nuevo amor que sólo a su piel habían adorado mis dedos, que sólo a su corazón le había rezado después de construirle en mi memoria su templo, ¡no!, la verdad ante todo, bien sé que le dije justo antes de que nuestra ropa, bajo su propio albedrío, se acomodara en el rincón de aquel cuarto de aquel hostal en aquel día de hace dos años, que mi vida ya tenía su “amor de mi vida”, que ya me había cortado por otra piel las venas, que ya sabía yo lo que era morir tres veces al día como prescripción docta leída en alguna revista del corazón, pero que no se preocupara, que ya había aprendido a esconderme tras las esquinas y sacar por el filo de ellas sólo mis ojos para que nadie me reconociera, que ya tenía experiencia como aparecido en el café donde nadie me esperaba, que ya había comprendido que todo mundo sabe quién es el mudo del teléfono a las tres de la mañana, que ya había jugado a ser humano y que podría amarle tanto o más que cualquiera, que sentía que su amor era distinto y que le prometía serle fiel por los siglos de los siglos aún cuando después de que su muerte acaeciera en su carne y sus huesos y otro ángel se atravesara por mi vida y tuviera que besarle, no por amor ni para calmar la lívido, sino para conjurar su mala suerte de ser eterno y aun afrontando el riesgo de que mis labios se volvieran a fundir y de nuevo se desfiguraran, le seguiría amando.
Apenas son dos años que se largó sin importarle nada y que por su puesto ya no tengo para mí la piel que cubre su cuerpo, no sé, pero creo que me deprime estar olvidando tan pronto las gotas de la regadera al cruzar su cuello y después su pecho, su abdomen y después el propio llanto del agua al reventar en el suelo, el laberinto de su rubia cabellera, los ciento diez lunares que habitaban en su piel de leche como auténticos luceros, el aroma de su aliento envidia de la flor de manzanilla, su mirada tan larga como mar en calma, ¡ah! como le extraño a mi lado aunque cada día que pase rompa un poco mi promesa y le ame menos y menos le recuerde.
¡Demonios! ¿Por qué seré tan falso?
Gayo. 18.8.11 en una tarde en la que he descubierto que en el mercado se vende de todo, menos infusión para sanar los recuerdos.
lunes, 15 de agosto de 2011
No muy tierno
Podría ser una vez, no más,
una en la que mis dedos se perdieran
en tu piel de noche,
de azúcar mascabado,
de canela en agua tibia como elixir
para el buen dormir,
una vez, no mas,
para perderme en tu mirada luz de luna,
una en la que tus cejas se erigieran
cual prisión de uno de mis sueños, el que mas,
el que es bueno e imposible pero no muy tierno,
una vez en la que después, ni modo, fueras casi el lodo de mi ojos,
casi agua de sanar,
casi todo para que al partir de esa vez pudiera reinventarte,
una vez y
otra y
todas las de recordarte.
14.8.11 en una noche de luna…. Y que luna
Nota 1. Hay lunas que merecen, como la de hoy, que uno saque los pañuelos de estación, los pañuelos blancos de temporada, o una cesta para que caigan copitos de luna para la mermelada de los malos tiempos.
Nota 2. Bebo porque soy egocéntrico... me gusta cuando el mundo gira a mi alrededor.
Nota 3. ¡Le dispararon a Mansalva!; mansalva está muy grave en el hospital…. tsst
jueves, 11 de agosto de 2011
Pobres
Pobres de mis sueños cuando me abandonan
en esa muerte dulce de olvidarte, y
de mis ojeras que no se aguantan ni ellas mismas
cuando le nacen a mis sueños sólo
porque dejo de soñarte, y
después, también mis ojos que cerrados
no las reconocen como cuando abiertos
en las noches de pensarte te miran en el techo y
se sienten de verdad pobres y
huérfanas y
se secan como tarde de verano en la almohada como asfalto, y
más tarde,
que amarga es la saliva al despertar y
levantarme sin haberte reinventado, casi tan amarga
como cuando tus labios encharcados de saliva
endulzaban con escándalo los míos
hasta que la azúcar mascabado palidecía
de amargura al saberse ignorada,
pobre de mis sueños
que no saben más que fecundar ojeras cuando no te sueño.
Gayo 11.8.11 en una tarde dulce como higo cristalizado, como mandarina en temporada, como tú en mis labios, como tú en mis brazos, como siempre cuando te recuerdo.
Nota 1. Pobre tú cuando hasta en sueños olvido ese rincón secreto que sólo los dos conocemos.
Nota 2. no importa cuánto hablen de mi, ni de todos los chistes tontos que inventan de mi persona, de todos modos yo sabré renacer de entre las cenizas como el gato Félix!!!!!!
en esa muerte dulce de olvidarte, y
de mis ojeras que no se aguantan ni ellas mismas
cuando le nacen a mis sueños sólo
porque dejo de soñarte, y
después, también mis ojos que cerrados
no las reconocen como cuando abiertos
en las noches de pensarte te miran en el techo y
se sienten de verdad pobres y
huérfanas y
se secan como tarde de verano en la almohada como asfalto, y
más tarde,
que amarga es la saliva al despertar y
levantarme sin haberte reinventado, casi tan amarga
como cuando tus labios encharcados de saliva
endulzaban con escándalo los míos
hasta que la azúcar mascabado palidecía
de amargura al saberse ignorada,
pobre de mis sueños
que no saben más que fecundar ojeras cuando no te sueño.
Gayo 11.8.11 en una tarde dulce como higo cristalizado, como mandarina en temporada, como tú en mis labios, como tú en mis brazos, como siempre cuando te recuerdo.
Nota 1. Pobre tú cuando hasta en sueños olvido ese rincón secreto que sólo los dos conocemos.
Nota 2. no importa cuánto hablen de mi, ni de todos los chistes tontos que inventan de mi persona, de todos modos yo sabré renacer de entre las cenizas como el gato Félix!!!!!!
miércoles, 3 de agosto de 2011
Reo
creo sin saber ya en lo que creo,
que me he vuelto reo de las caricias que me regalaste y
que germina en mi piel como esperanzas pues te busco
en cada noche,
en cada perfil del techo o
la cortina,
al lado del camino de mi mano debajo de las sábanas o
por encima de la almohada y
en cada imagen veo tu piel de leche salpicada
con los te quieros que esas tarde a tu lado ocuparon
el lugar de los lunares,
de los luceros,
de los juegos de artificio,
perdona cariño si solo veo la desnudes de tu piel
pues te veo como más me gustas,
acaso cubriéndote con mimos de mis manos,
con las palabras de mi alma que puse en tus oídos,
con la ilusión de que te quedaras a mi lado hasta
que te inventara nuevos verbos que cubrieran
en tu alma la desnudes que no era mucha y
la de tu piel que era tanta que aún la exploro cada noche,
no sé como olvidarte, y
que conste que he inventado nuevas formas,
nuevos besos, otros brazos, muchos trazos,
más desdichas y
de nuevo olvidos que nada vale,
que siempre regreso a tus brazos.
Gayo. 3.8.11 en una tarde recordando que tengo que por su propia prescripción tengo que olvidarle.
Nota 1. En un circo; ¿señorita, su novio es celoso? – No caballero, es el payaso-
Nota 2. Qué fui en ti, una tarde, dos tardes, unas manos, un deseo cumplido, un pasatiempo que cómo rompecabezas ha cumplido.
que me he vuelto reo de las caricias que me regalaste y
que germina en mi piel como esperanzas pues te busco
en cada noche,
en cada perfil del techo o
la cortina,
al lado del camino de mi mano debajo de las sábanas o
por encima de la almohada y
en cada imagen veo tu piel de leche salpicada
con los te quieros que esas tarde a tu lado ocuparon
el lugar de los lunares,
de los luceros,
de los juegos de artificio,
perdona cariño si solo veo la desnudes de tu piel
pues te veo como más me gustas,
acaso cubriéndote con mimos de mis manos,
con las palabras de mi alma que puse en tus oídos,
con la ilusión de que te quedaras a mi lado hasta
que te inventara nuevos verbos que cubrieran
en tu alma la desnudes que no era mucha y
la de tu piel que era tanta que aún la exploro cada noche,
no sé como olvidarte, y
que conste que he inventado nuevas formas,
nuevos besos, otros brazos, muchos trazos,
más desdichas y
de nuevo olvidos que nada vale,
que siempre regreso a tus brazos.
Gayo. 3.8.11 en una tarde recordando que tengo que por su propia prescripción tengo que olvidarle.
Nota 1. En un circo; ¿señorita, su novio es celoso? – No caballero, es el payaso-
Nota 2. Qué fui en ti, una tarde, dos tardes, unas manos, un deseo cumplido, un pasatiempo que cómo rompecabezas ha cumplido.
martes, 2 de agosto de 2011
Agua
Nos están creciendo, ave de mi sueños,
los olvidos, la mesa, la cama,
el trecho entre café y
café y
los silencios que se apenan en el diario,
las cosas que nos disgustaban y
que ahora se hacen de tal forma cotidianas
que ya no vale la pena hacerles la gala
de los sortilegios de buenaventura,
las paredes de la enredadera y
las buganvilias…, las distancias,
nos está creciendo sin delicadeza la lectura de la letra muerta
en los espacios que otrora usábamos para los besos,
las llamadas,
los suspiros y
el cuerpo a cuerpo entre los brazos,
está creciendo la añoranza
del tú y yo de otros tiempos,
las noches con la vista fija en el techo,
los finales con un solo punto
sin reconciliaciones que ahora saben
a sal con aguan de los ojos en la almohada,
qué derrota es esta que nos crecen y
nos crece
como viento de aleteo de golondrinas extraviadas en invierno,
cristal de mi mirada, nos están creciendo alas
mientras la vida se nos va como agua por los ojos.
Gayo 2.8.11 en una tarde que se siente como otra tarde, como otra bruma, como si la soledad se anidara en la parte izquierda del nido que le guardo.
Nota 1. Deberían ser más largos los momentos de pensar que uno es el que le da importancia a las cosas, a las gente, al tiempo compartido y más breve los momentos de mirar las calles que nos miran.
Nota 2. Los notarios están tan llenos de palabras ajenas que no les da tiempo para sí mismos, ni para no mismos.
Nota 3. Y… entonces, en un arrebato de desamor el azúcar le dijo al café; a tu lado mi vida es amarga.
los olvidos, la mesa, la cama,
el trecho entre café y
café y
los silencios que se apenan en el diario,
las cosas que nos disgustaban y
que ahora se hacen de tal forma cotidianas
que ya no vale la pena hacerles la gala
de los sortilegios de buenaventura,
las paredes de la enredadera y
las buganvilias…, las distancias,
nos está creciendo sin delicadeza la lectura de la letra muerta
en los espacios que otrora usábamos para los besos,
las llamadas,
los suspiros y
el cuerpo a cuerpo entre los brazos,
está creciendo la añoranza
del tú y yo de otros tiempos,
las noches con la vista fija en el techo,
los finales con un solo punto
sin reconciliaciones que ahora saben
a sal con aguan de los ojos en la almohada,
qué derrota es esta que nos crecen y
nos crece
como viento de aleteo de golondrinas extraviadas en invierno,
cristal de mi mirada, nos están creciendo alas
mientras la vida se nos va como agua por los ojos.
Gayo 2.8.11 en una tarde que se siente como otra tarde, como otra bruma, como si la soledad se anidara en la parte izquierda del nido que le guardo.
Nota 1. Deberían ser más largos los momentos de pensar que uno es el que le da importancia a las cosas, a las gente, al tiempo compartido y más breve los momentos de mirar las calles que nos miran.
Nota 2. Los notarios están tan llenos de palabras ajenas que no les da tiempo para sí mismos, ni para no mismos.
Nota 3. Y… entonces, en un arrebato de desamor el azúcar le dijo al café; a tu lado mi vida es amarga.
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