Como tener la respuesta clavada en las manos,
como adolecer de una caricia que en defensa
propia te recuerde y
sin embargo te recuerde,
como atesorar tu último beso
en el cuenco del deseo cual estigma del crucificado,
como, mira caramelo mascabado, este mi puño
en donde duerme la respuesta que ha de dar vida
a tu esperanza o
muerte a las ojeras donde duerme la ilusión
de que por fin ambos sepamos que regresas a mirar
desde el balcón de mis zapatos la luna de aullar,
la luna de los cuerdos de atar,
la luna de ayer con su eclipse y
tu recuerdo y
que el ayer fuera tan tierno que de verdad lo tuyo en mi piel
haya despertado apenas hoy por la mañana,
es algo así como tenerte en mis manos de agujero y
sentir que eres la respuesta a la pregunta clavada en mis manos.
Gayo. 17.6.11 en una tarde en la que los recuerdos se agolpan en cada esquina, en cada avenida, en el andén de la estación donde jamás nuestros ojos se miraron, en la taza del café que sólo se termina cuando la mesera dice; hasta aquí, ha salvarse a otro lado y entrega la cuenta sin rencor y teniendo un suspiro de propina.
Nota 1. Le dice un iguana a otra iguana; ¡carajos!, somos iguanitas…
Nota 2. Aquel dado tenía un ego tan enorme que exigía que en público le llamaran; Rubik
Nota 3. Le recuerdo sin odios ni amores, sin suspiros ni temores, sin preguntas ni respuestas, con un suspiro sí, para que nada nos amarre, para que nada nos una…
miércoles, 22 de junio de 2011
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