jueves, 21 de julio de 2011

Un rincón

Si soñara contigo, es decir, dormido,
sin conocerte, olvidando que te sé y
no te olvido,
imaginando en mis labios el sabor de tu piel de mascabado,
inventando de experiencias veniales y
antiguas el contorno de tus piernas,
mintiendo que en tu ombligo no he dejado
un beso dormido
ni en tus oídos mi voz nerviosa recitando
un verso
mientras la alfombra contaba
la caída de las prendas de tu ropa.
Si te soñara con la piel con viento en popa y
el viento fuera mi aliento y
ante él y los vellos y
los pliegues y
lunares sucumbieran todos los deseos
dando paso a los pasos de mis dedos y
mis labios y
mis labios y
mis dedos enterraran en la nada las preguntas
de tu historia y
las cicatrices se borraran al primer suspiro de tu pecho y
después los poros se nos contrajeran
para no exhalar ni un ruido que nos distrajera y
el sudor del calor de mi mirada cayera por los ojos gota a gota,
cuenta a cuenta que en mis manos formaran un rosario y
de nuevo yo a tu pies bellos sin preguntas y
lunares y
el ulular de las sirenas salvadas por el faro cantaran sin ropa
ni pliegues la canción que nos debemos sin suspiros ni cicatrices, y
yo desnudo desde el alma hasta los huesos soñara contigo y
mi sueño me fallara y
me ahogara en la burbuja de algún llanto;
¿tú, piel de mascabado, me harías un rincón junto
a la ropa del rincón para quedarme a vivir
lo menos otra historia a tu lado entre tus sueños?

Gayo 21.7.11 en una tarde en la que los mosquitos no han esperado a la noche para saborear las carnes, ni los aullidos han podido esperar a la luna para recordarte.

Nota 1. ¿En donde duerme el camote?... –pues en su camota-
Nota 3. Será qué la nota 2 se me olvidó o será que habrá ido a echar novio con algún notario?

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