Hay tardes en las que se me indigesta
tanto el silencio que me nace
en los cielos una luna
que no es ni linda,
ni llena,
ni tiene el signo
de tu acerada sonrisa de anzuelo,
tardes de tantos silencio
que sólo me cabe por las orejas
tu forma desnuda con tus lunares y
tus luceros,
con cientos de verbos pendientes como pendientes y
de tus tartamudeos de miel como rulos
librando la lucha contra tus dedos bajo la ducha,
tardes en las que la soledad copula con los demonios y
nace de nuevo en el vientre un nuevo silencio
que ataca los huesos y
silencia el pecho y
se atora sin agua
en el cuello,
tardes sin lluvia ni rebanadas de pan
que me pasen de la garganta el duelo,
tardes de recordarte sentado mirando la calle y
otras que duelen y
que arden
al recordar como sea tu silencio.
Gayo 11.7.11 en una tarde descrita con tanta obviedad que creo que aburre.
Nota 1. - le dice un chinche a una chinche; Te amo chincheramente.
martes, 12 de julio de 2011
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