no te preocupes de nada
ni de los sies y
los noes marchitos como pétalos de margaritas,
ni de lo que sientes ni sentiste
cuando el viento le gruñía a la desesperanza
en la noche más cerrada,
ni de la tormenta que disolvía, cuando me extrañabas,
junto a tu rostro la sal de las nostalgias bien lloradas,
no te preocupes por enmendarle
el peso de tus pasos a tu paso por mi lado,
-si aún te sabe a pecado- confiesa
desde el alma lo que hicimos, y
mientras lo haces y
tu confesor muerde sus labios empapados de su baba,
recuerda mi boca ocupada en tu nuca y
en tu espalda y
en la encrucijada del jardín que me tenias reservado,
no te preocupes del desliz de tus palabras
allanando el camino de mi cuerpo a tu tálamo aladino
ni de las mentiras
de tu alma a la mía que hoy por cándida
paga regando con los ojos flores
en un campo que aún me sabe santo,
no te preocupes por no haberme amado,
ni por haber cerrado
tus ojos al al contacto de mi tacto,
preocúpate, agua de mar, de no soñarme
cuando duermas
por las tardes,
cuando sueñes
por las noches,
cuando sientas que me sientes
el sabor en otra boca y
creas que mereces en la vida otros sies,
otros noes,
otros petalos,
otra oportunidad, y a mì ya nada me preocupe.
Gayo 15.7.11 en un atarde de viernes sin nada que hacer, sin nadie a quien reinventar, sin ganas de sentir en los pies el agua de la acera..
sábado, 16 de julio de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario