Ojalá se cansará de mirar sobre la arena,
sobre lo largo de las playas y
se acordara del mar de mi mirada,
de mis ojos,
de mis dedos en sus cejas y
se le quitará la sed del agua de las regaderas.
Ojalá se acordara de mi amor y
del arroz sobre la cama y
olvidara el hambre de las pieles que calientan y
que no arden y
que solo dejan solo hambre.
Ojalá viniera por lo menos,
por lo más,
por Dios a sanar el cadalso que es mi día y
otro día y
los días con sus noches que tocan sobre la ventana
con los nudillos una triste melodía y
a las que el insomnio no le ha levantado
el veto del camino a mi cama.
Ojalá colgara sus alas de mariposa en mi socorro y
desempolvara las blancas del armario,
ojalá se despertara y
un haz de luz le platicara que sólo
a mi lado el olvido envejecerá haciéndose un extraño.
Gayo 8.7.11 en una tarde en la que el agüita menuda del cielo sólo hace recordar besos que ya estaban bien sanados en el cajón de los te quiero.
Nota 1. ¿Que se pone Superman cuando sale de la ducha?... super-fume.
Nota 2. ¿Cómo haces para enfriar el té?... le sacas el saquito.
viernes, 8 de julio de 2011
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