miércoles, 13 de abril de 2011

Sueñeandonos

Casi siempre tengo la palabra presta,
lista, ágil en la boca de la cara y
cara en los intestinos,
tengo casi siempre, por si acaso,
una paz y
una guerra, un verso lánguido y
tieso por si es ya tarde y
las despedidas se avecinan,
un grito de furia por si en mis sueños
ya te has ido, un epitafio lindo por si acaso
en mis días de andar despierto me abandono
a mi olvido y
no te sueño en mi andar contigo.

Casi siempre me nace en la esgrima de las lenguas
un verso tibio por si las discordias amenazan con el frio,
la conjugación perfecta de una promesa
que merezca el respeto para darle vida,
una palabra que tal vez para ti no sea justa
pero que hilvana en mis súplica tu nombre con mis rezos.

En mi siempre el casi siempre eres tú cristal de mi mirada,
contigo las palabras se me duermen en los labios,
tiemblan de antemano en el terror
de caer en el campo de batalla acobardadas o
mudas en el camposanto, aún tienes el poder de hacer
que me truene la vida con los dedos,
de hacer que algo revolotee acá en el estomago.

No sé qué tan bueno sea que sepas todo esto,
pues no sé si haya sido bueno para ti
el haberme tenido en tus sueños,
pero lo menciono porque para mí fue bueno
saber que mientras dormías en mi sueños me querías,
porque yo te quiero siempre, en mis sueños de a de veras.

Gayo 13.4.11 en una tarde donde el calor ya ha dado cuenta de la corbata que se ha ahogado en el sudor de las angustias.

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